El financiamiento es de nosotros, las patentes son ajenas

El 23% de las solicitudes de patentes de proyectos financiados por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación tienen titulares extranjeros y fueron tramitadas principalmente en oficinas de otros países. Así lo detectó un relevamiento elaborado por investigadores especializados en propiedad intelectual para la Agencia I+D+i.

Un relevamiento de investigadores especializados en propiedad intelectual de distintas instituciones públicas encontró que el 23 % de las solicitudes de patentes de proyectos que fueron financiados con fondos públicos tienen titulares extranjeros. En su mayoría son empresas y, en menor medida, organismos de investigación y educación superior de otros países. Esto se opone a la normativa vigente, que establece que la institución empleadora debe ser la titular de las invenciones realizadas en el marco de las actividades laborales. «Es como si en el ámbito de una empresa un trabajador desarrollara una invención y la titularizara otra empresa», reflexiona el investigador Santiago Liaudat, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y uno de los autores de este trabajo.

En rigor, más de la mitad de las patentes solicitadas no tienen como titulares a los organismos públicos que financiaron la investigación mediante salarios, subsidios, infraestructura y otros aportes, pero los investigadores decidieron mantener el concepto de «apropiación cognitiva» en un sentido estricto para empresas y organismos de investigación y educación superior de otros países. En el caso de las personas físicas y empresas locales se podría analizar en qué medida una apropiación local de estas invenciones de organismos nacionales redundaría en un proceso de desarrollo local, algo que este relevamiento no aborda sino que deja planteado para indagaciones futuras.

«Tenemos estos dos grupos sobre los cuales se puede discutir qué está sucediendo con esa situación. Encontramos uno que no es marginal, sino que es muy significativo, que va en detrimento de las distintas estrategias de desarrollo nacional del conocimiento. Puede haber muchas válidas, pero que esos conocimientos queden en titulares extranjeros, no parece ser conveniente para ninguna de ellas», dice el investigador Mariano Zukerfeld, coordinador de la Unidad de Activos intangibles y Propiedad Intelectual (Uaypi) de la Agencia I+D+i, y agrega que otra de las tareas que queda pendiente a partir de este relevamiento es analizar en profundidad de qué manera se efectivizan esas apropiaciones cognitivas en el exterior.

Solicitudes de patentes que incluyen inventores que hayan sido investigadores registrados en PICT
Fuente: Políticas de promoción del conocimiento y derechos de propiedad intelectual: experiencias, propuestas y debates para la Argentina, Capítulo 7, CIECTI.

Las patentes son títulos de propiedad que, en caso de ser otorgadas, generan exclusividad de uso y comercialización de la invención o desarrollo patentado, por parte de sus titulares. Están reguladas a nivel internacional por la Organización Mundial del Comercio (OMC) pero son de aplicación nacional, es decir que deben ser aprobadas en cada país, de acuerdo con los criterios locales establecidos en cada uno de ellos.

«Necesitamos pensar una estrategia de desarrollo que nos permita valorizar nuestros conocimientos y poder acceder de la forma más económica posible a conocimientos generados por otros actores. Hay algo de pragmatismo cognitivo que nos parece muy importante como estrategia de desarrollo y que a veces no se nombra o es un tema silenciado, como si fuera tabú, que para nosotros es importante poner sobre la mesa», destaca Zukerfeld. Según el investigador, esto es relevante en dos sentidos: para evitar la apropiación de conocimiento financiado por el Estado y en busca de oportunidades para que la Argentina utilice conocimientos que están disponibles o en el dominio público, en marcos normativos que les permiten a los actores nacionales utilizarlos.

Patentamiento ajeno

Según el relevamiento, cuando se consideran las oficinas donde se radican las solicitudes de las patentes, mientras que aquellas solicitadas con titularidad de organismos públicos fueron gestionadas mayormente ante la oficina argentina (67 %), solo unas pocas solicitudes de titulares extranjeros (9,7 %) se registró localmente. Por el contrario, la mayoría de las solicitudes de patentes con titulares extranjeros fueron tramitadas en oficinas de otros países: el 11 % en Europa, el 14 % en Estados Unidos y el 54 % a través del denominado Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT, por su sigla en inglés), al que Argentina no está suscripto. «Estos datos dan una información muy contundente con respecto a un problema que hasta ahora no había sido evidenciado de esta manera», destaca Liaudat.

Titulares de las solicitudes de patentes de investigadores en proyectos PICT, según adjudicación
Fuente: Políticas de promoción del conocimiento y derechos de propiedad intelectual: experiencias, propuestas y debates para la Argentina, Capítulo 7, CIECTI.

Otro de los datos que se desprenden del estudio es que si bien la apropiación cognitiva está distribuida entre los distintos tipos de tecnologías o desarrollos, esta se destaca en las actividades vinculadas a ciencias médicas o veterinaria, y en química orgánica, mientras que se produce en menor medida en física y agricultura y ganadería, adonde se destacan las titularidades de organismos públicos. «Esto coincide con otros trabajos previos, como el que hizo hace unos años Darío Codner, que analiza las citas de papers locales en patentes extranjeros, en un proceso que denomina transferencia tecnológica ciega», advierte Liaudat.

El especialista también agrega que otro dato relevante que obtuvieron al analizar los datos es que el grupo de inventores que más solicitudes de patentes presenta es, además, el que más publicaciones académicas tiene. «Eso implica que es el sector más productivo del sistema científico y tecnológico, y confirma que no hay una dicotomía entre innovación y publicación, como suele considerarse», advierte Liaudat.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron la información registrada en distintas bases de datos. Específicamente, partir del entrecruzamiento de la del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (Foncyt), de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i), y de la denominada Patentscope, de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). Así, identificaron 932 solicitudes de patentes en las que figuraban como inventores o solicitantes 784 investigadores responsables de Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) adjudicados o no.

La búsqueda se restringió a los denominados PICT, porque constituyen el instrumento de financiamiento más relevante del Mincyt, para promover la investigación científica nacional, que se entregan mediante convocatorias que todos los años lanza la Agencia I+D+i a través del Foncyt. Por eso, para este relevamiento, los investigadores solo consideraron a que quienes postularon a estas convocatorias, hayan resultado adjudicados o no (que además, reciben sus sueldos de organismos públicos de ciencia, tecnología e innovación o de universidades argentinas).

«Metodológicamente, no había más que indicios indirectos o anecdóticos de este fenómeno que medimos. No había ninguna evidencia directa, más allá de casos puntuales narrados en forma de vivencias personales», recuerda Zukerfeld y afirma estos son los primeros resultados obtenidos pero a futuro se puede seguir profundizando.

«Esta investigación nos arroja evidencia empírica sistémica y es la primera vez que se hace un estudio de esta escala: trabajamos sobre un universo de más de ocho mil investigadores responsables de proyectos PICT, es un volumen que no se había trabajado hasta el momento», agrega Liaudat.

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El financiamiento es de nosotros, las patentes son ajenas. La apropiación cognitiva de las invenciones del sistema de ciencia, tecnología e innovación de la Argentina de Mariano Zukerfeld, Santiago Liaudat, Fabián Britto, Mariano Pereira y Octavio Lerena es un capítulo (el siete) del libro Políticas de promoción del conocimiento y derechos de propiedad intelectual: experiencias, propuestas y debates para la Argentina, de descarga libre y gratuita, que sirvió de base empírica para la definición de los lineamientos para una política de propiedad intelectual en la Agencia I+D+i, que fueron presentados el mes pasado en el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Mincyt). Es parte de un conjunto de investigaciones que sirvieron como evidencia empírica para la definición de los lineamientos de propiedad intelectual que recientemente lanzó la Agencia I+D+i para todos los proyectos que financie.

Este volumen recoge un conjunto de investigaciones realizadas durante 2020 y 2021 al efecto de proveer las bases de los lineamientos de la política de propiedad intelectual y activos intangibles de la Agencia I+D+i, en el marco de un virtuoso proceso de articulación interinstitucional emprendido junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

Así, los estudios y documentos aunados aquí aspiran a informar diálogos entre los diversos actores/as que participan en el diseño y la implementación de políticas públicas relativas a la ciencia, la tecnología y la innovación; pero también buscan convocar a investigadores/as, emprendedores/as y trabajadores/as del conocimiento a involucrarse en los debates acerca del vínculo entre las políticas de promoción del conocimiento y las posibilidades de desarrollo de un país como la Argentina. Por eso, no se trata de un aporte conclusivo o cerrado, sino más bien de una invitación a pensar colectivamente las políticas públicas en propiedad intelectual desde una perspectiva políticamente orientada, técnicamente sustentada y empíricamente respaldada.

El financiamiento es de nosotros, las patentes son ajenas es una investigación que ofrece evidencia empírica sistémica acerca de un desacople al que se ha denominado «apropiación cognitiva»: las invenciones patentables originadas en el financiamiento público del sistema de ciencia,tecnología e innovación (CTI) de la Argentina son, en muchos casos, objeto de apropiación por parte de titulares privados y extranjeros.

La apropiación cognitiva se enmarca en dos tendencias vinculadas, aunque razonablemente autónomas. Por un lado, la silenciosa pero persistente apropiación impaga de conocimientos por parte de las firmas y países exitosos en el proceso de acumulación de capital. Por otro lado, las limitaciones del aparato productivo argentino para apropiarse de los conocimientos generados por el sistema cti local. Así, en la segunda sección de este trabajo se señalan algunos antecedentes de ambas tendencias que, sin ser exhaustivos, permiten encuadrar la apropiación cognitiva. La tercera sección está dedicada a presentar un resumen del marco conceptual que organiza la recolección e interpretación de los datos. En el cuarto apartado se sistematiza la normativa específica que rige en la Argentina la titularidad de las invenciones provenientes del sistema cti. Así, se señalan algunas dimensiones legales e institucionales que contextualizan los procesos de apropiación cognitiva. En quinto lugar, se presentan los resultados obtenidos del entrecruzamiento de datos declarados por investigadores/as responsables de proyectos presentados a la Agencia i+d+i con la información de 932 solicitudes de patentes surgidas de la base de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Finalmente se presentan algunas reflexiones y se sugieren líneas futuras de investigación.

Esfera Redacción

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Vanina Lombardi

Licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y redactora de Tecnología Sur-Sur (TSS), agencia de noticias tecnológicas y científicas creada por la Universidad Nacional de San Martín (http://www.unsam.edu.ar/tss), donde se publicó originalmente este artículo.

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