¿Cuál es la estructura correcta de una newsletter?
Revue, la empresa de newsletters adquirida recientemente por Twitter, publica regularmente consejos sobre cómo mejorar un boletín. ¿Cuál es la mejor estructura? Para Revue, la respuesta es «depende». Algunos de los elementos estructurales «dependerán completamente de quién sea su lector y en qué situación esté leyendo su boletín».
El proceso de lanzamiento de una newsletter pasa por distintas fases, y una de ellas es la definición de la estructura que tendrá, el esqueleto. Una vez definido el público al que nos dirigiremos con nuestra newsletter, qué valor añadido aportamos, qué problema resolvemos, etc., surge la necesidad de definir cómo se plasmará esa newsletter. ¿Apostamos por una estructura con muchas subsecciones? ¿Creamos una estructura en la que el texto fluya libremente con algún ladillo para separar partes? ¿Cuál es la estructura correcta?
Revue, la empresa de newsletters adquirida recientemente por Twitter, publica regularmente consejos sobre cómo mejorar un boletín, y se ha centrado específicamente esta semana en la estructura que debe tener una newsletter.
¿Cuál es la mejor estructura? Para Revue, la respuesta es «depende». Algunos de los elementos estructurales «dependerán completamente de quién sea su lector y en qué situación esté leyendo su boletín».
«¿Su lector es un viajero ocupado revisando los titulares antes del trabajo? ¿O es fin de semana y sus lectores están sentados ante una taza de té para leer toda la información más reciente sobre su tema favorito?»
Según Revue, «puede adaptar la forma en que empaqueta su contenido para que sea conveniente para la mayoría de sus lectores, mejorando así su experiencia», indican.
Ejemplo: Morning Brew
Por ejemplo, una newsletter como Morning Brew, «tiene una propuesta de valor súper clara»: que quien lo lea sea más inteligente en solo cinco minutos.
«Las personas abren Morning Brew —indican desde Revue— para ponerse al día con las noticias comerciales mientras beben su café matutino. Con esto en mente, los creadores orientan al lector dentro del boletín informativo para que no pierda el tiempo averiguando dónde se encuentra en la página.»
La estructura, por lo tanto, se divide en distintos espacios muy definidos. Cada uno de esos fragmentos tiene una categoría o tema sobre el subtítulo y una breve explicación debajo.
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