Autor: Martin Becerra | El Destape
POR MARTÍN BECERRA | El Destape | La repercusión de este caso pone en evidencia uno de los problemas centrales del desempeño de Facebook en sus distintas redes: su opacidad, su insuficiente respeto por los datos personales de los usuarios (lo que ya había sido criticado en escándalos anteriores protagonizados por la compañía, como el de Cambridge Analytica), la falta de auditorías externas y la deficiente rendición de cuentas sobre sus algoritmos.
POR MARTÍN BECERRA | EL DESTAPE | En el ecosistema emergente de las comunicaciones hay algo claro: las mujeres periodistas están peor posicionadas, tanto por la histórica postergación de género como porque la sociedad interconectada se aleja de la promesa de intercambios virtuosos que prometían los gurús de las autopistas de la información hace veinte años.
POR MARTÍN BECERRA | LETRA P | Las desigualdades geográficas dividen el acceso a la conectividad a Internet en las provincias: indicador de conexiones por hogar y velocidades de descarga.
La intimación a los usuarios del servicio de mensajería de Facebook para que autoricen el cruce de datos personales entre las plataformas de la compañía abrió una discusión mundial sobre el valor de los datos personales y el abuso de posición dominante de las big tech. Mensaje para la política y para las empresas.
El comité asesor de la plataforma avala y critica la suspensión indefinida del expresidente. Caso testigo sobre la autorregulación corporativa de contenidos.
En la morgue del periodismo, Clarín desarrolla nuevos negocios al compás de las nuevas melodías de la economía digital.
Opciones de financiamiento y nuevas responsabilidades de las organizaciones periodísticas en plena crisis por la pérdida de ingresos de ventas y publicidad en manos de las big tech.
La fiebre del podcast convoca a periodistas, educadores y políticos como Barack Obama y agita el mercado de plataformas. Apuntes sobre la industrialización del más reciente de los formatos digitales. Una oportunidad para la política.
En un giro tardío pero imprescindible, la compañía de Zuckerberg lanzó su política de compromiso con los derechos humanos.
¿Qué hacer con una red que prometía democratizar las comunicaciones, descentralizar del poder y mejorar el acceso universal al conocimiento, y que hoy parece capaz de alterar la convivencia social, agrietar la política y distorsionar la economía? Estas y otras preguntas se acumulan en estos tiempos y tomaron una acuciante actualidad tras la decisión de Twitter de suspender de manera permanente la cuenta de Donald Trump.