Apuntes sobre el libro y la palabra

Recopilando textos sueltos que, en algunos casos, publiqué en diarios o revistas, me topé con estos apuntes inéditos que ahora expongo a la amable consideración del lector.

El ritmo es una función del cuerpo que inscribe en la palabra la huella de una constancia, un afán de respiración, de movimiento, de perduración de una voluntad, de un humor, de una necesidad.

El ritmo es, a la vez, un atributo de la palabra que suscita en el cuerpo una encarnación precisa y ajustada.

El ritmo es, en su vocación de pulso, regular o irregular, una apuesta a enhebrar el cuerpo y la palabra en una circularidad virtuosa que ponga al hombre a salvo de la disipación a la que toda organicidad viva está destinada.

El ritmo es, en tal sentido, un intento de abandonar el tiempo histórico y entrar en su posibilidad mítica. Un cuerpo hablado por el impulso de la escansión y una palabra conmovida por la intención de la sangre.

A través del ritmo, cuerpo y palabra aprenden a nadar en el agua indetenible del tiempo.

En principio, el corazón ritma el cuerpo, que en su andar quiere habitar el mundo, transitarlo sin extraviarse. Y la palabra ritma el aliento de la voz, que en su ejercicio encuentra el eco articulado del pensamiento y el discurrir ansioso de la víscera.

Desde esa rítmica elemental que la realidad física y psíquica le imponen, el hombre avanza hacia sus propios ritmos, personales o colectivos. Elabora la química compleja capaz de descomponer y recomponer el tic tac de su órgano cardial y el retintín que anida en su cúpula pensante. Aprende a dividir el todo en bocados del transcurrir, descubre la arquitectura de la pausa, entiende que repetir es sostener una confianza empeñada en la imposible eternidad.

El ritmo es una economía atávica, ancestral, que el cuerpo empolla como un huevo.

La palabra también, pero supone un grado mayor de alejamiento del mundo, una distancia que desgaja al hombre de su entorno para intentar comprenderlo e intervenir sobre él, controlándolo.

El ritmo corporal es una primera respuesta, un primer intento de adaptación del hombre a la música del mundo. La palabra es esa misma réplica, articulada a través de la incansable musculatura del pensar.

El ritmo corporal es un tiempo del mundo que el cuerpo ha logrado cazar. El ritmo verbal es ese mismo tiempo vibrando su nostalgia de mundo en la jaula del cuerpo.

El ritmo, por más arcaico que sea, es siempre el resultado o la confluencia de las sucesivas vueltas en espiral que, en un territorio y una comunidad dados, van conformando lo que se da en llamar cultura.

El ritmo es siempre inherente a un modo de ser, a una genealogía gestual, corporal, y a una tradición de creencias, ideas, certezas e incertidumbres que hacen de una lengua su casa.

Esa morada, aunque siempre en construcción, da cobijo a los diversos modos con que cada cultura intenta navegar el pulso del mundo: el cuerpo que rema y la palabra que alumbra el curso del río lo hacen, en cada caso, a distintas velocidades y con diversas astucias, porque responden a diferentes cursos de agua.

Esa comunión entre cuerpo y palabra está hecha de intercambios en ambas direcciones.

Esa sociedad –que nace en la sangre, prospera en el lenguaje y regresa iluminada al último rincón alveolar– respira en concordancia o diferencia con la porción del mundo que el hombre ha conseguido habitar.

Preguntarse si el cuerpo enseña a la voz a ensayar sus algoritmos, a replegar o expandir con pareja o inestable frecuencia su discurrir, o si es el lenguaje el que señala al cuerpo el modo de saltar las vallas de una continuidad aprehensible y mensurable carece de sentido.

El huevo pare a la gallina que pone el huevo que pare a la gallina.

GUILLERMO SAAVEDRA

Poeta, editor, periodista y traductor (Buenos Aires en 1960). Es autor de libros como Alrededor de una jaula, La curiosidad impertinente (una selección de numerosas entrevistas a narradores argentinos), la antología Cuentos de Historia Argentina y el volumen La pena del aire, una antología de poemas de Ricardo Molinari. Tiene tres libros de poesía publicados: Caracol, Alrededor de una jaula. Tentativas sobre CageEl velador.

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