Restauración y cambio: las políticas de comunicación de Macri

Coordinado por Martín Becerra y Guillermo Mastrini y editado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) Restauración y cambio: las políticas de comunicación de Macri 2015-2019 analiza desde distintas miradas la orientación conservadora que tuvieron las políticas del gobierno de Cambiemos en el ámbito de la comunicación pública.

Durante el periodo 2015-2019, y a pesar de la fuerte transformación en la regulación de la comunicación que produjo el gobierno de Macri, y a diferencia de lo que ocurrió en el periodo de gobierno kirchnerista, pocas páginas y minutos de aire se reservaron para dar visibilidad al tema. Tampoco el debate público en el seno de las organizaciones de la sociedad civil fue notable. Durante ese lapso, la discusión pública quedó relegada a algunos grupos académicos y actores de la comunicación comunitaria.

La propuesta de Restauración y Cambio es precisamente contribuir a revertir esa situación y actualizar los debates sobre la importancia de las políticas de comunicación, ya que el papel de los medios y las políticas que los regulan impactan en la calidad de la convivencia democrática.

A partir de esa perspectiva, este nuevo libro analiza las políticas de un sector que se incluyó en aquellos «cambios» que el macrismo priorizaba para el país: el de las actividades de comunicación masiva y el mercado de los medios de comunicación. Por eso el foco está puesto en las políticas regulatorias del gobierno de Cambiemos que produjeron impactos estructurales, alterando el orden construido por el kirchnerismo. Los autores de sus doce capítulos integran el Centro de Investigación Industrias Culturales, Políticas de Comunicación y Espacio Público (ICEP), de la Universidad Nacional de Quilmes.

En la Introducción, Becerra explica que, para un mejor abordaje de los cambios sufridos por el sistema de medios durante la gestión de Macri, el libro está dividido en tres partes. En la primera (capítulos uno a cuatro) se analizan las decisiones políticas en comunicaciones tanto en general como con referencia a sectores particulares como son los medios comunitarios y la publicidad oficial. También se aborda el intento de desarrollar una política convergente desde el oficialismo que «tuvo muchos discursos y pocos logros». En la segunda parte (del capítulo cinco al nueve) se analiza la estructura de medios a partir de los cambios regulatorios producidos por el gobierno de Cambiemos, lo cual incluye tanto el análisis de los grandes grupos mediáticos como de los medios estatales, el fomento de la producción nacional y la situación profesional de los periodistas en un mercado en constante transformación. Finalmente, la tercera parte (capítulos diez al doce) se focaliza en las agendas mediáticas, la tematización del delito y cuestiones relativas a género y diversidades.

El libro inicia con un capítulo a cargo de Martín Becerra en el que aborda los desequilibrios que la gestión de Cambiemos imprimió en la estructura del sistema infocomunicacional, al transgredir las normas votadas en el Congreso Nacional en los años previos, con efectos en el ámbito audiovisual pero también en las telecomunicaciones.

A continuación, Ana Bizberge analiza la intervención en el plano de la convergencia, que durante el macrismo fue plasmada desde lo discursivo más que desde la práctica. Sin siquiera un proyecto de ley que definiera su concepción de convergencia, tras desguazar las normas previas, Restauración y Cambio demuestra que el enfoque fue estrecho e incapaz para pensar en políticas de mediano y largo plazo.

En el capítulo tres, Alejandro Linares y Jael Altieri indagan acerca de cómo se vieron afectados los medios comunitarios, sin fines de lucro, y medios cooperativos durante el periodo 2015-2019. Por otra parte, se ocupa de los medios públicos-estatales, y las experiencias de gestión de gobiernos provinciales y universidades públicas.

En el capítulo cuatro, y a partir de contextualizar la problemática de la distribución de la publicidad oficial en la Argentina, Agustín Espada y Florencia Sosa analizan cómo el gobierno de Macri distribuyó la publicidad oficial, respondiendo a los intereses de los grandes actores del sistema comunicacional y con un escenario pocas veces dado en la historia reciente del país, la concentración en manos de un mismo partido político de las tres cajas más importantes para los medios porteños: Nación, Ciudad y provincia de Buenos Aires.

Iniciando la segunda parte del libro (capítulo cinco), Santiago Marino, Martín Razzatto y Matías Villalba, estudian en el capítulo cinco la configuración del ecosistema audiovisual. Concretamente, indagan cómo los cambios sucedieron fundamentalmente en un par de ejes: el conjunto de modificaciones en el plexo normativo y las configuraciones de los actores que consolidan la dinámica del mercado.

A continuación, en el capítulo seis, Ornela Carboni y Ezequiel Rivero consideran las principales mutaciones en la industria de la ficción seriada televisiva. En tal sentido, puntualizan que la crisis en este sector antecede la llegada del macrismo y se explica además en el cruce de transformaciones más amplias en la producción, distribución y consumo de contenidos audiovisuales. No obstante, señalan que durante el período de Cambiemos se aceleró el desplome productivo que se agravó por una política de retiro parcial del Estado y una considerable reducción de fondos destinados al fomento y la producción de contenidos de ficción nacional.

En el capítulo siguiente, Natalí Schejtman, Ezequiel Rivero y Martín Becerra se enfocan en el proceso de plataformización de los medios estatales en los últimos años en el marco del giro de las políticas sobre la televisión y la radio gestionadas por el Gobierno. Al respecto, reconocen las experiencias promovidas desde el Estado para Internet:prestaciones en línea de TV Pública, el archivo histórico de Radio y Televisión Argentina SE, los servicios de video a demanda, Contenidos Digitales Abiertos (CDA), Cine.ar Play (Incca y Arsat) y la plataforma Cont.ar

El capítulo ocho, a cargo de Juan Zanotti y Ezequiel Rivero, aborda el tema de los medios públicos en el nivel subnacional, donde ingresan experiencias de gestión de gobiernos provinciales y universidades públicas.

El capítulo nueve cierra la segunda parte con un texto a cargo de Lorena Retegui, Laura Rosenberg y Tomás Marchetta que describe las condiciones y rutinas laborales de los trabajadores de prensa en las regiones más pobladas del país (AMBA, Córdoba, Santa Fe y Mendoza), que además se vieron perjudicados por el cierre y vaciamiento de medios de comunicación. Recuperando cifras y testimonios de periodistas concluye que la autogestión se convirtió en una salida (con dificultades que también se describen) para muchos periodistas que perdieron su trabajo durante esta etapa. La eliminación de fuentes laborales no se dio sólo en el universo de medios de pequeña escala o críticos a la gestión de Cambiemos. En la calle quedaron, también, periodistas de grandes y tradicionales grupos mediáticos, como Clarín y La Nación que, a pesar de haber sido los más beneficiados por el gobierno, achicaron sus plantillas.

En el capítulo diez, Nadia Koziner y Bernardette Califano ofrecen un detallado análisis del tratamiento mediático que hizo la prensa escrita de las políticas de comunicación de Macri, tanto en la prensa escrita cmo en la económica. «La investigación —escribe Becerra en la introducción— constituye un objeto pertienente de invrestigación porque las instituciones mediáticas poseen un doble rol: son agentes económicos que toman parte en el mercado y en la valorización del capital y actores políticos en la reproducción ideológica y social, con intereses particulares y legítimos que influyen sobre la dinámica política».

En el capítulo once, Esteban Zunino, Natalia Aruguete y Antonella Arcangeletti analizan la relación entre medios y delito, teniendo en cuenta que durante el periodo de gobierno fue central la discusión securitaria, tanto en la agenda política (en el discurso macrista) como en la agenda mediática.

Finalmente, en el capítulo doce, Victoria Albornoz analiza las políticas públicas en torno a violencias de género en los medios y cómo impactaron (desde un lugar de retroceso) no sólo en la regulación de contenidos, sino en las condiciones de trabajo de sus productoras, las periodistas.

En el epílogo, Guillermo Mastrini plantea que el gobierno de Macri acometió una intensa y efectiva actividad para alterar el orden kirchnerista y promover los intereses de algunos grupos y sectores económicos («Estado flexible con los grandes y riguroso con los pequeños»), pero que una vez transcurrido el ruido inicial y disipada la neblina del marketing mostró una escasa capacidad para promover y conducir transformaciones estratégicas de mediano y largo plazo.

Sin duda, para Restauración y cambio, como anteriormente Futuro por pasado, el balance de los cuatro de años del gobierno de Cambiemos es, además de un disparador de debates, una base desde donde pensar políticas públicas de comunicación, un tema todavía pendiente en la agenda oficial.

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