Industrias culturales en la convergencia

«La convergencia —plantea Daniela Monje en la Introducción de Industrias culturales en la convergencia, cuyo texto reproducimos aquí— es más que una mera situación o contexto posibilitado por el avance tecnológico y el levantamiento de las tradicionales barreras técnicas que mantenían separadas la industria de los medios y de las telecomunicaciones. Constituye un nudo problemático en sí mismo, no solo por su carácter polisémico, sino porque involucra a una multiplicidad de actores con características muy distintas entre sí, que disputan un juego que tiene lugar sobre un terreno desnivelado».

Pixabay | Gerd Atmann

La mercantilización de la comunicación ha tenido un crecimiento exponencial durante las últimas décadas. Esto puede constatarse en el incremento de la participación de las Industrias Culturales y Creativas (ICC) en el PBI tanto de países desarrollados como en economías emergentes La escena contemporánea exhibe así una trama desde la que pueden enunciarse preguntas centrales acerca del poder, la desigualdad, el acceso, el pluralismo y la democracia con relación a la comunicación cuyas respuestas conjeturales requieren abordajes interdisciplinares. Y en tanto los impactos de las transformaciones aquí enunciadas tienen lugar en diversos planos y entre actores de diferente envergadura, su análisis requiere claves de lectura procedentes de la Economía Política de la Comunicación y la Cultura (Ecopol), los estudios normativos referidos a los derechos a la comunicación, la sociología de las comunicaciones y la teoría y filosofía políticas. Esto permite reflexionar y diseñar estrategias analíticas acerca de los proce sos materiales y simbólicos de los que participan las industrias  culturales en la convergencia de un modo general, focalizando  algunas zonas en particular referidas al audiovisual, los forma tos multimediales, las disputas por nuevos derechos, las políticas y regulaciones sobre convergencia, los nuevos modos de valorización o el sistema de exclusiones que se construyen en torno a este nuevo ecosistema de medios entre otros aspectos. La definición de convergencia no es unívoca. En efecto, se alude con este término tanto a la posibilidad de que distintos servicios se integren en paquetes y se ofrezcan a través de una  misma  infraestructura como a la posibilidad de que un mismo servicio funcione en distintas plataformas y dispositivos. Se habla también de convergencia regulatoria para referirse a la eventualidad de que un mismo marco legal reúna las demandas normativas de diferentes sectores (audiovisual, digital, telecomunicaciones).

No obstante, la convergencia es más que una mera situación o contexto posibilitado por el avance tecnológico y el levantamiento de las tradicionales barreras técnicas que mantenían se paradas la industria de los medios y de las telecomunicaciones. Constituye un nudo problemático en sí mismo, no solo por su carácter polisémico, sino porque involucra a una multiplicidad de actores con características muy distintas entre sí, que disputan un juego que tiene lugar sobre un terreno desnivelado. Más aún, el territorio de la convergencia leído desde las industrias culturales se delinea como una zona de incertidumbres y reacomodamientos de cuestiones en permanente mutación que van desde la economía de internet, hasta controversias tales como la redefinición de los sistemas normativos, el derecho a la privacidad, la recolección, tratamiento y explotación de datos de los usuarios, la moderación de contenidos, e incluso la discusión acerca de la condición de bien público global que adquiere la Internet en este contexto.

Pero además, reedita discusiones centrales tales como la gestada en torno a la excepción cultural y la diversidad que impulsara la Unión Europea hace ya más de una década en virtud de la cual se buscará salvaguardar, desarrollar y promover la cultura y la creatividad e incrementar la competitividad y el potencial económico de los sectores cultural y creativo. Sin embargo, entendemos que  ante una escena contemporánea donde las brechas y desigualdades se han exacerbado, el trabajo sobre la diversidad resulta apropiado, aunque insuficiente. Por tanto, nuestra pregunta desde una lectura teórica acerca de los modos que adoptan las industrias culturales en condiciones de convergencia periférica, recupera el concepto de demandas populares formulado por  Laclau, como un vector analítico que hace posible volver sobre disputas hegemónicas por el poder y sobre la desigualdad. En efecto, la demanda en tanto reclamo contra un orden establecido, articula una lógica política de aparición y disputa en el espacio público de diversos actores. Cuando un conjunto de  demandas o necesidades logran articularse a partir de una lógica equivalencial y reunir lo heterogéneo en términos de disputa contra un orden establecido, emerge la demanda popular. Esta clave teórica, nos habilita a entablar discusiones en torno a la categoría de convergencia periférica y leer desde allí una escena controversial en la que actores subalternos construyen identidades políticas desde disputas regulatorias, económicas y de agenda pública.

El diálogo coral que propiciamos en este libro, continúa, como hemos señalado, un recorrido iniciado en 2018 en el marco de nuestro equipo de investigación con la publicación de Televisión Cooperativa y Comunitaria. Diagnóstico, análisis y estrategias para el sector no lucrativo en el contexto convergente (Monje y Rivero comps.) y continuado en 2020 con Otras Plataformas. Tramas de una convergencia periféri ca en sectores populares, comunitarios, cooperativos y alternativos (Monje, Gerbaldo, Rivero, Fernández, coords). Con este trabajo cerramos una trilogía que ofrece en su conjunto un abordaje complejo y multidimensional de las industrias culturales en convergencia, desde parámetros económicos, técnicos, socioculturales, históricos y políticos.

El libro se organiza en tres partes: en primer lugar se presentan una serie de trabajos referidos a políticas, regulación y demandas populares que enfatizan la revisión de la literatura sobre una agenda de temas que abarcan desde las tensiones y desafíos de la inteligencia artificial para la regulación y los estados en América Latina; plataformas audiovisuales y producción local; la reconfiguración del trabajo cultural en tiempos de plataformas, hasta el impacto de las políticas sobre economía del conocimiento.

En la segunda parte se reúnen una serie de experiencias de comunicación en torno al eje democracia, ciudadanía y derechos. En este punto, el libro propone un recorrido por una serie de casos de estudio situados territorialmente y  vinculados al derecho ciudadano a la comunicación. Finalmen te, en el apartado Industrias culturales en la convergencia se recuperan algunas claves teóricas para analizar los fenómenos  de digitalización, convergencia y plataformización en curso, y luego se destacan una serie de casos de estudio que permiten reconocer en qué formas estos procesos impactan de distintas maneras en las industrias culturales tradicionales.

De esta forma, en el capítulo que abre el libro, Inteligencia artificial y políticas sobre plataformización y regulación infocomunicacional en América Latina: una zona de penumbra, Daniela Monje y Francisco Sierra Caballero plantean la amplia agenda de temas y desafíos democráticos que involucran para el ámbito de la comunicación y la ciudadanía los crecientes modos de interacción entre procesos humanos y no humanos en el ámbito de la comunicación mediatizada. Advierten lxs autores sobre la dificultad de los estados en nuestra región para fijar políticas y regulaciones consistentes en la materia, así como definir las decisiones precisas en materia de plataformas y particularmente en lo relativo a los usos de la IA en la producción, almacenamiento y utilización multipropósito de los datos personales y públicos de la ciudadanía. A partir del análisis de la literatura y el estado del arte que realizan lxs autores, plantean la hipótesis de la «autolimitación de los poderes públicos en esta materia, tanto por la ausencia de herramientas de  fiscalización, a nivel del Estado nación, como por la asunción de marcos cognitivos que, como en la era analógica, identifican el campo de la comunicación con el espacio de entretenimiento y libertad, por lo tanto ajeno a la intervención pública».

A continuación, Ezequiel Rivero y Diego Rossi en el capítulo El audiovisual nacional ante las plataformas de streaming: entre el extractivismo desregulado o un proyecto de desarrollo diverso y situado caracterizan los marcos implícitos de desarrollo en las viabilidades regulatorias proyectadas entre el Estado nacional, los actores locales de la producción audiovisual tradicional y las plataformas audiovisuales globales. Para esto, la estrategia teórico-metodológica consiste en la revisión crítica  de una serie de postulados de la teoría del desarrollo y la depen dencia. Respecto de las formas transaccionales del ecosistema comunicacional convergente, los autores proponen «abordar la  hipótesis de que la dinámica de mercado audiovisual está imponiendo paso a paso una commoditización de los contenidos sobre plataformas desreguladas, que alteró las relaciones entre los actores preexistentes y tiende a ser reforzada por la obsolescencia evitable de la regulación existente». El trabajo concluye  que sólo mediante políticas públicas activas se podrán abordar las relaciones asimétricas entre actores periféricos del sur global y grandes plataformas de video para garantizar el desempeño de los primeros, a través de una actualización de las definiciones normativas sobre los servicios en cuestión y las formas de administración de los fondos públicos para el fomento de una diversidad integral.

En el tercer capítulo, Industrias culturales, precarización y trabajo: claves teóricas y mapas para pensar regulaciones en un amplio sector, Juan Martín Zanotti problematiza la dimensión del trabajo, particularmente en torno a las industrias culturales, «a partir de la caracterización de las condiciones de los/as trabajadores/as dentro de este amplio sector, para desde aquí enfatizar tendencias como la flexibilización y precarización laboral». El autor plantea una serie de ejes de reflexión como aporte al ordenamiento de la discusión sobre las posibilidades de regulación de lo que aparece hoy como un escenario laboral disperso. Allí se sostiene que, en el contexto actual de transformaciones que afectan los circuitos de producción, distribución y consumo cultural, «la organización del trabajo se diversifica  y especializa, extendiéndose hacia sectores no convencionales.   En este marco, las pautas para la regulación provienen también del propio mercado y comprenden mucho más que las iniciativas y leyes que por otra parte, encuentran desfases en el plano nacional y local, y no suelen abordarse desde estudios o planificaciones integrales o comunes en los distintos niveles de gobierno».

El capítulo La economía del conocimiento cordobesa: Reflexiones sobre la situación del sector audiovisual de Victoria Batiston presenta los resultados de una investigación relacionada al impacto de la Ley de Promoción de la Economía del Conocimiento (EDC) en la industria audiovisual de la provincia de Córdoba, haciendo foco en la situación que atraviesa el sector no lucrativo del audiovisual y sus (im)posibilidades para acceder a los beneficios de este régimen de promoción. El trabajo  se enmarca en las líneas de indagación sobre la dinámica de las  transformaciones tecnológicas, el posicionamiento del Estado en cuanto al diseño de políticas relativas al desarrollo e innovación, puntualmente relacionadas a la economía de la cultura y el conocimiento. Desde una mirada reflexiva y exploratoria, este trabajo pretende aportar al estado del arte de una temática emergente en Argentina; es decir, consolidarse como un antecedente en los estudios académicos vinculados a la economía del conocimiento y la cultura que, haciendo énfasis en las indagaciones relacionadas al sector audiovisual cordobés, permita ampliar las discusiones en el tema.

Cierra la primera parte del libro el capítulo Lo(s) común(es) en comunicación: Otras lógicas de apropiación social, como crítica a la mercantilización de la cultura de Florencia Guzmán, Alina Fernández y Helena Martins. Comprender los recursos de la comunicación como bienes comunes, afirman las autoras, no implica introducirse en «oposición a las justas demandas de políticas públicas, más aún en contextos como los que caracterizan a nuestra región y que exigen acciones  del Estado para reducir las desigualdades. Buscamos agregar una dimensión práctica, ética y política inspirada en la resistencia de movimientos sociales y comunidades que rechazan la perspectiva instrumental de la comunicación». En este sentido, señalan, «crecen prácticas y experiencias que se construyen escapando a las lógicas sobre las que se asienta la dicotomía público/privado» por lo que se vuelve clave reflexionar en torno a los desafíos que deben asumir unas políticas que se propongan el diseño de sistemas de comunicación más incluyentes, orientados a la profundización de nuestras democracias y que puedan imaginar nuevas articulaciones entre lo público y lo común.

El segundo eje Democracia, ciudadanía y derechos comienza con el capítulo Estado, democracia e industrias culturales:  la Defensoría del Público y la promoción del derecho a la comunicación. Allí Alina Fernández invita a pensar acerca de las industrias culturales en tanto instancias de articulación de la esfera pública, principalmente desde la relevancia de intervenciones estatales, expresadas en políticas y regulaciones del  audiovisual, orientadas a la disminución de desigualdades y a la construcción de condiciones que garanticen el ejercicio de derechos, reconociendo el bienestar social y político como los objetivos del desarrollo. Todo ello a partir de la «potencia» de la Defensoría como institución para la promoción de la ciudadanía comunicacional y, por tanto, para la profundización de la democracia.

El capítulo que sigue, Democracia y cultura. Territorios y nueva normalidad según las radios comunitarias de Judith Gerbaldo, Hugo Mamani y Daniela Vuirli, enfoca las transformaciones operadas a partir de la pandemia de covid-19 en los modos de producción, realización y sostenibilidad de los medios de gestión social, desde la indagación en este tipo de emisoras. El trabajo da cuenta así de procesos apoyados en las experiencias cordobesas, cambios que llegaron para quedarse y desafíos territoriales en la pospandemia. De acuerdo con los autores, la pospandemia «dejó al descubierto la urgencia de potenciar vínculos comunitarios y colectivos», y para los medios comunitarios la necesidad «de recuperar espacios para la construcción participativa». En los contextos descritos, la construcción en red se vuelve una de las salidas para potenciar y ampliar el trabajo colaborativo junto con otras plataformas y medios que transmiten en distintos formatos.

Desde una preocupación similar, el siguiente texto La desigualdad infocomunicacional como estrategia para desactivar demandas populares. El caso de la Autovía de Punilla de Verónica Villalba, revisa procesos de acción colectiva de parte de organizaciones socioambientales y radios comunitarias de la Red Recorre. La autora recupera allí la aprobación e incipiente ejecución de una obra vial que reedita demandas socioambientales y comunicacionales desatendidas por parte de los gobiernos, y se  dedica a pensar a las radios comunitarias como protagonistas de  la lucha ambiental facilitando conquistas colectivas mediante «el trabajo en red a escala regional, provincial y nacional». Asimismo, se ocupa de enmarcar «antagonismos, luchas de poder y desigualdades que tienden a licuar o debilitar los logros contra hegemónicos» de actores periféricos del sistema.

Cierra esta segunda parte del libro el capítulo La función educativa de los medios del Estado durante la pandemia. Un análisis de impacto del programa `Seguimos Educando de Ezequiel Rivero. El trabajo caracteriza este programa de continuidad educativa en tiempos de pandemia a la vez que presenta y analiza indicadores sobre su conocimiento público, alcance entre poblaciones vulnerables y adopción por parte de docentes y estudiantes en el quehacer educativo. El texto destaca cómo las desigualdades preexistentes en términos socioeconómicos, de adopción de tecnologías de la información y la comunicación y las fracturas geográficas existentes en el país colocan a las y los ciudadanos en condiciones asimétricas en la tarea de acceder al derecho a la educación incluso en contextos de su excepcional mediatización.

El último eje Industrias culturales en la convergencia comienza con el trabajo de Ezequiel Rivero La plataformización de los medios públicos estatales. Claves para una reflexión teórica des de América Latina. El capítulo presenta un recorrido por algu nas discusiones teóricas vinculadas a la forma en que la televisión pública estatal enfrenta la convergencia digital. Desde la perspectiva de la Economía Política de la Comunicación (EPC), el traba jo retoma algunos problemas clásicos y actuales de la agenda de la EPC, como la concentración comunicacional y la economía de las plataformas. Con estas herramientas, busca realizar un análisis situado sobre las posibilidades de desarrollo de la televisión pública frente a la convergencia, en contextos periféricos.  La revisión teórica que aquí se presenta se sitúa en el itinerario desde la digitalización,  convergencia  tecnológica y posterior plataformización de los medios audiovisuales, procesos centrales para comprender las transformaciones en la producción, distribución, exhibición y consumo de bienes y servicios audiovisuales en los últimos quince años. «Aunque la digitalización y la plataformización de la industria audiovisual afecta tanto a medios público-estatales como privados, no todos se encuentran igualmente posicionados para desarrollarse en internet. Tendrán mayores posibilidades aquellos  con capacidad de inversión de capital para alcanzar los pisos tec nológicos que permiten una (re)adaptación permanente al cambio y acceso al mercado global». En este sentido, afirma el autor,  persiste una situación de desequilibrio de medios humanos, tecnológicos y económicos entre los países centrales productores de la tecnología y los periféricos.

A continuación, el trabajo de Alina Fernández Procesos de organización productiva y del trabajo en el desarrollo de SENSA, la primera plataforma de contenidos móviles del sector cooperativo en Argentina propone la reconstrucción de elementos propios de la organización del trabajo en esta OTT cooperativa. A partir de la caracterización de este caso, la autora busca identificar los aportes específicos de actores coope rativos al espacio público audiovisual convergente.

Seguidamente, el texto Tomás Rebord y el fenómeno HA-GOV: La participación política de las juventudes desde las plataformas digitales de Lena Garbovetzky reflexiona sobre las nuevas formas de hacer política a través de YouTube. Para  esto se enfoca en el análisis de los programas de Rebord como influencer político, y propone una clave de lectura que recupera aportes de la teoría política y los estudios de plataformas, en vías de desentrañar algunas lógicas que interpelan a la juventud desde la política y cómo abordar hoy horizontes participativos desde las diferencias.

Finalmente, en el capítulo La memoria audiovisual en internet. El camino del archivo histórico de radio y televisión Argentina, Ezequiel Rivero presenta el itinerario del archivo de RTA desde 2007 a 2022, junto con las articulaciones (conflictivas) entre la(s) política(s) y los avatares propios de los recambios gubernamentales, con la necesidad de estabilizar un proyecto integral de digitalización, catalogación, preservación y difusión de uno de los mayores reservorios audiovisuales del país. Destaca el autor que uno de los puntos de mayor desacuerdo a lo largo de toda la historia de recuperación del archivo se vincula con su costado público y las sucesivas reinterpretaciones de la noción de «acceso universal», hecho determinante en la garantía del acceso pleno de la ciudadanía a parte del patrimonio común audiovisual a través de internet.

De este modo concluye un recorrido diverso y singular propuesto desde claves de lectura que nuestro equipo de investiga ción ha pretendido promover, a partir de una agenda propia y que habilita asimismo el diálogo con colegas de otras universidades y activistas de espacios de referencia, en la búsqueda de consolidar demandas populares para el fortalecimiento de una cultura para la democracia.

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