Todos los Walsh, todos los compromisos

Al cumplirse el año pasado 45 años de la desaparición de Rodolfo Walsh, la revista Sociales y Virtuales de la Universidad Nacional de Quilmes publicó un dossier que nos lleva al encuentro de dos textos que abordan la figura emblemática de Rodolfo Walsh. Fabiana Grasseli, profesora e investigadora de la Universidad Nacional de Cuyo, nos invita a revisar lo testimonial en lo que describe como «una literatura peligrosa». Y Leila Torres, profesora de la Universidad Nacional de La Rioja, propone pensar la escritura de Walsh como un modo de justicia.

Rodolfo Walsh, periodista argentino, escritor y militante político, es alguien que forjó su trascendencia a partir del compromiso de su palabra, su vida y su obra.

Existe cierto consenso, en el campo de la comunicación en Argentina, sobre que el nacimiento del periodismo de investigación se produjo con la obra de Rodolfo Walsh.

La publicación de Operación Masacre, en 1957, fue impactante en su momento y sigue ocupando un lugar de gran relevancia en la actualidad. Quien mató a Rosendo y Caso Satanowsky completaron esa línea de trabajo que cambió el esquema de producción de novelas testimoniales o que, por su tiempo, se la consideraba como no-ficción.

Pero no fue esa su única incursión que dejó huellas. La Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA) fue protagonizada por Walsh a sabiendas de la llegada de la censura y la necesidad de seguir haciendo circular la información.

También la creación y dirección del Semanario de la CGT de los Argentinos fue una de las experiencias más ricas de periodismo sindical y político en la historia argentina.

Walsh tampoco pasó desapercibido en el campo de la literatura. Los oficios terrestres, Un kilo de oro y Un oscuro día de justicia son algunos de los textos que lo llevaron por la vía de la ficción sin perder de vista la realidad.

Pero, sin embargo, el hecho por el que tal vez más se lo recuerda, es por la publicación de la carta a la Junta Militar al cumplirse un año del golpe de Estado.

La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.

Toda su relevancia hizo que Rodolfo Walsh se constituya en un referente del pensamiento nacional, con reconocimiento en el continente, y por consiguiente es recuperado por el sistema universitario y científico para la formación de comunicadores y profesionales de las letras prioritariamente, y de las ciencias sociales en general.

El reconocimiento de importantes intelectuales, como Bayer, Piglia, Verbitsky, García Lupo y Viñas, le dio visibilidad, luego de haber querido ser callado de todas las formas posibles.

Es por eso que, a 45 años de su desaparición física, Walsh nos sigue invitando a ser revisado, recuperado y divulgado.

Por ello, este dossier nos lleva al encuentro de dos textos que abordan la figura emblemática de Rodolfo Walsh. Fabiana Grasseli, profesora e investigadora de la Universidad Nacional de Cuyo, nos invita a revisar lo testimonial en lo que describe como «una literatura peligrosa». Y Leila Torres, profesora de la Universidad Nacional de La Rioja, nos invita a pensar la escritura de Walsh como un modo de justicia.

Fuente: Sociales y virtuales

Rodolfo Walsh y lo testimonial: una literatura peligrosa | Por Fabiana Grasselli

El horizonte histórico que se abre en Argentina, hacia fines de los sesenta, es el escenario del último tramo del itinerario intelectual de Rodolfo Walsh. Una época caracterizada por la inestabilidad institucional provocada por los reiterados golpes de Estado y la represión hacia los sectores populares, así como por la politización de importantes sectores de la sociedad y la revuelta política y social.  En el ámbito de la cultura condensan experiencias de un campo intelectual latinoamericano y argentino radicalizado, en el que la importancia política concedida al intelectual, al artista y a sus producciones específicas estuvo acompañada de una interrogación permanente por su legitimidad social y por la intensa voluntad de crear un arte político y revolucionario.


La escritura de Walsh como modo de justicia | Por Leila Torres

Una vida llena de sentido es la obstinación menos destacada de todos los Walsh que conocemos. El escritor mantiene un estilo de prosa, una visión política, un método de acción y actuación de gran compromiso e insistencia que no solo responde al tamaño de su intelectualidad –original para la época–, sino al deseo de que sobre sí no pesará jamás la vergüenza mediocre, de una vida que solo diera pena. Un transitar opaco e indiferente le revuelve las tripas. Y es así que va moviéndose por sitios disímiles pero siempre fértiles para sus denuncias precisas, certeras, demoledoras, en contra de las estructuras aniquiladoras de las dictaduras argentinas.

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Néstor Daniel González

Director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes (https://unq.edu.ar/)

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