IA = inteligencia adicta
POR SERGIO SORIN | La inteligencia artificial (IA) no es magia. Se trata de programas muy sofisticados que permiten calcular, predecir y analizar artificialmente lo que los humanos tardamos años, décadas o toda una vida en realizar. Su existencia y funcionamiento depende no solo de las personas que la diseñan e implementan, sino también de los datos y una descomunal capacidad informática para procesarlos. El costo que estamos pagando, como mostramos en esta nota es, por cierto, muy alto.