Se lanzó la editorial Mingéneros para batallar sentidos con todas las voces

Se trata de un sello impulsado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación que busca ofrecer recursos en la agenda de inclusión, alentar debates y funcionar como herramienta para las transformaciones culturales.
El acto de presentación de la editorial en el CCK. De izquierda a derecha: Alejandro Grimson , Elizabeth Gómez Alcorta y Tristán Bauer

Con la participación de la socióloga María Pía López y el antropólogo Alejandro Grimson, entre otros, se lanzó hoy la editorial Mingéneros, un sello impulsado por el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD) que busca ofrecer recursos en la agenda de inclusión, alentar debates y funcionar como herramienta para las transformaciones culturales a partir de la difusión de «múltiples y diversas miradas» que den «batallas de sentidos con todas las voces» y permitan construir «una sociedad mas equitativa, diversa, multicultural», como describió la ministra Elizabeth Gómez Alcorta.

La plataforma editorial, que reúne distintas colecciones (una de recursos y herramientas, otra de ensayos, otra que apunta a núcleos temáticos y sus intersecciones como cuidados y diversidades), fue presentada hoy por la titular de MMGyD, Elizabeth Gómez Alcorta junto a su par, el ministro de Cultura, Tristán Bauer; la socióloga María Pía López, el antropólogo Alejandro Grimson, la periodista Ingrid Beck y el investigador y activista no binario, Sasa Testa.

La editorial Mingéneros fue pensada con una perspectiva inclusiva y plural, ya que todos los textos son gratuitos, se presentan tanto en formato gráfico como en audiolibro y próximamente tendrán traducciones a lenguas indígenas. «Es un pasito muy chiquito para la construcción de un Estado plurinacional que es la realidad y una de las grandes deudas como estado nacional», dijo la ministra sobre las traducciones, cuyo convenio se firmó durante el acto de lanzamiento en el Centro Cultural Kirchner.

El proyecto, que toma a la palabra como construcción de memoria y de futuro y dispositivo conceptual y epistemológico, fue pensado «como herramienta evocativa, de divulgación, de promoción para el pensamiento crítico para toda la sociedad», por eso «uno de los principales objetivos está en difundir múltiples y diversas miradas porque estamos convencidas que para las transformaciones tenemos que alejarnos del pensamiento único. Los diversos enfoques sobre un mismo tema se alejan de la idea de verdades únicas o absolutas, que siempre son parciales y alejadas de la realidad porque la realidad es diversa», dijo Gómez Alcorta.

«Lejos de miradas limitantes o que excluyan buscamos hacernos preguntas, ofrecer disparadores que faciliten cuestionar lo establecido», agregó la ministra, quien advirtió que la editorial «no es solamente para las feministas, las mujeres, lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales» sino que es un «diálogo con toda la sociedad, también con los varones, con todas las personas de todas las edades y de cualquier lugar del país, con todas las diferencias socioeconómicas, educativas». De ahí que como forma de garantizar el acceso igualitario los textos se presentan «un lenguaje que sea posible, accesible, cercano y que posibilite propuestas para la reflexión», argumentó la ministra.

El sello, que ya tiene textos disponibles se compone de colecciones como XYZ, que reúne temas centrales de la agenda del MMGyD como «cuidados» o «masculinidades»; XYZ+, que promueve cruces e intersecciones de esos temas con ejes como medio ambiente y participación política; también la colección Descifrar, orientada a dar herramientas para la investigación académica y la producción de conocimiento a través de materiales actualizados y dinámica; y Sala de ensayo, que será estrenada pronto con dos textos de Dora Barrancos y funcionará como usina de ensayo de escritores, activistas, investigadores.

En palabras de Gómez Alcorta, la editorial nace de la premisa de pensarse como herramienta plural que aliente el debate y «cuestionar lo establecido» porque a partir de las preguntas, interrogantes y de los diálogos se puede «llevar adelante las grandes transformaciones sociales» y la «construcción colectiva para vivir en una sociedad mas equitativa, diversa, multicultural».

La socióloga María Pía López se refirió a la «mixtura de textos y lecturas» que puede dar esta editorial: «Ese juego, mixtura, es el esfuerzo que hacemos desde los feminismos a sabiendo que también es un campo de interpretación y de construcción conceptual muy móvil. Todo lo que sabemos hoy está en discusión y probablemente los conceptos que usamos, seguramente son conceptos que están siendo discutidos por otres compañeres que están produciendo saber desde la academia, el activismo, la política. Pero hay que aceptar que ese campo es tan móvil, tan fluido y que entonces, a diferencia de otros momentos, lo que llamamos libros no es algo que está consolidado y cristalizado, sino que los libros son parte de un proceso de comprensión y construcción de una conversación colectiva, una conversación pública acerca de los temas que nos desvelan».

Por ese motivo «festejo esta iniciativa que es construir libros en el sentido tradicional, que no vienen con la certificación de los libros, el prestigio, sino que vienen también con esa disposición de rehacer una lengua que son muchas lenguas. Porque cuando decimos plurilingüismo estamos diciendo también el reconocimiento de esas muchas otras lenguas que están inventando todas las posiciones de género, las identidades diversas y todas las transformaciones tan exigentes de la vida social, y también todos los géneros discursivos, literarios y poéticos», agregó la exdirectora del Museo del Libro y de la Lengua.

«Las palabras vuelan pero escritas permanecen», dijo a su turno el investigador, docente y activista no binario Sasa Testa, al traducir una frase de latín como forma de imprimir lo «histórico» del sello editorial del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación. «Esta iniciativa propone repensar la sociedad en el horizonte de la justicia social en perspectiva transfeminista», celebró y agregó que son acciones que «coadyuvan para disputarle sentidos al canon bibliográfico que la tradición hetero cis patriarcal ha sabido concebir, una traición en la que el saber autorizado era propiedad de las masculinidades cis heterosexuales».

Por su parte, el antropólogo Alejandro Grimson sostuvo que «la lucha sobre la desigualdad de géneros se da en el uso de las palabras, claramente. Si pensamos en la conquista de América el propio acto de nominación de los pueblos originarios era un acto de violencia colonial que implicaba cambiar el nombre, nombrarlos como indios en primer lugar y después con cualquier palabra que estuviera arraigada a alguna razón de la colonia pero no a las categorías de autodefinición. Eso mismo es lo que opera en las relaciones patriarcales y de género».

Por eso «es importante la necesidad de inscribir las palabras» porque «los procesos de transformación» van acompañados de palabras y argumentó que «una enorme capacidad de desparramo del odio está vinculado al antipluralismo que los sectores más tradicionales y más arraigados lingüísticamente y obviamente políticamente al patriarcado, defienden de manera brutal» por lo que celebró la inscripción «de la producción sobre estos temas fundamentales en los libros, en libros completamente accesibles en distintas colecciones, que lleguen a destinatarios múltiples y que van a ser textos que pueden ser apropiados por personas en los más diversos lugares del país y traducidos a muchas de nuestras lenguas».

Y concluyó: «La editorial es también un paso fundamental en ese camino, para que podamos seguir abriendo los horizontes donde todas las diversidades puedan convivir en un horizonte de creciente igualdad, donde revirtamos esos proceso de expropiación por lo menos en nuestra sociedad contemporánea pensando que el horizonte de justicia tiene que ser aquello que logremos que movilice a la sociedad para poder de una buena vez vivir en un contexto de igualdad en la diversidad».

La periodista Ingrid Beck aseguró que «este lanzamiento es urgente» porque «las disputas de sentido las damos en todos lados» y con la «construcción de nuestra historia y memoria feminista nos vamos a permitir estar mejor paradas para disputar sentidos». La comunicadora destacó que «mientras se reconocen los aportes a las tareas de cuidado o se negocia con los gobernadores que mejore la atención a las víctimas de violencia tenemos que dar las disputas también en el sentido. Tenemos que dar las disputas en las calles, las damos también en los territorios, las dan las compañeras en las bancas, las dan las que llegan a la rosca, y las damos la que podemos en el sentido, en la comunicación. Este sello es una gran herramienta para dar esa pelea».

Por su parte, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, se refirió que a la tarea del Ministerio de Géneros como «vanguardia, como un motor social que empuja y empuja y nos enseña tanto a nosotros los hombres que somos tan brutos con esa cultura patriarcal», por lo que aseveró: «Estoy seguro que esta editorial, que la palabra escrita, esa palabra que permanece, que nos hace vibrar, se dijo acá que muchas veces genera controversias también, esa palabra y esta editorial será una semilla en estos tiempos de renacimiento, en estos tiempos de de reconstrucción».

BV con información de Télam

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