Leer, escribir y conversar en el ecosistema de pantallas

Con un enfoque centrado en la ecología de los medios, pero nutriéndose de disciplinas como la historia de la lectura, la antropología de los lectores, las neurociencias y los estudios del cerebro lector, la teoría del hipertexto y los estudios del software, las interfaces digitales y los pactos de lectura desde una perspectiva semio-cognitiva, entre otras, Lectura transmedia se propone alimentar el debate sobre cómo se lee en la actualidad.

Lejos de las miradas críticas o pesimistas según las cuales se lee mal, poco y superficialmente, este trabajo de Francisco Albarello se propone enriquecer ese debate y ofrecer argumentos a favor de las nuevas capacidades que desarrolla el lector en un ecosistema de pantallas y con nuevos hábitos de lectura que tienen a la multitarea como rasgo diferencial. Y es que la lectura transmedia se define aquí, precisamente, como un tipo de lectura inclusiva, multimodal, diversa, de todo tipo de textos —escritos, visuales, sonoros, lúdicos— y de soportes que, a su vez, se mezcla o hibrida con las prácticas de producción del lector.

A continuación fragmento de la Introducción de Lectura transmedia, publicado por Ediciones Ampersand:

El libro que se encuentra en sus manos —o en su pantalla— propone aportar un marco teórico para discutir sobre el presente y el futuro de la lectura en el ecosistema de pantallas de la actualidad.

En el primer capítulo se plantea la ecología de los medios, y más precisamente una ecología de las pantallas, como paradigma teórico para comprender las transformaciones que están atravesando las maneras de leer, en virtud de la proliferación de dispositivos de lectura, entre los cuales las pantallas ocupan un lugar preponderante. A través de esas pantallas, el contenido se ha diluido en un flujo constante que establece nuevas relaciones entre los lectores y sus dispositivos.

En el segundo capítulo se echa una mirada sobre el pasado para comprender el presente e intentar avizorar el futuro de las prácticas de lectura. La historia de la lectura, con especial hincapié en los modos de leer, es un terreno fértil que permite encontrar fuertes continuidades en las formas de enfrentarse con los textos y los soportes que los vehiculizan. Se proponen aquí una serie de paralelos entre el pasado y el presente que evidencian que no todo es tan nuevo y que, a la vez, vivimos un proceso de profunda transformación, que consiste en tomar prácticas del pasado y resignificarlas en el presente a través de las pantallas.

En el tercer capítulo hacemos una digresión sobre la lectura como objeto de estudio y nos detenemos en los cambios que están atravesando los modos de consumir contenido audiovisual, en tiempos de hiperfragmentación de audiencias, proliferación de narrativas transmedia, acceso on demand a los contenidos y multiplicación de las prácticas de multitarea y prosumo. En este marco, las narrativas transmedia, nacidas en gran medida desde la industria audiovisual —el cine y la TV— nos dan pistas interesantes para pensar en los modos de leer, y esto dará sustento al concepto central del libro, la lectura transmedia.

A partir del capítulo cuatro nos centraremos en el fenómeno de la lectura, abordado desde diversos enfoques. En primer lugar, nos dedicaremos extensamente a analizar las interfaces de lectura desde diferentes perspectivas teóricas, pero siempre desde el tamiz de la ecología de los medios. Hablaremos de interfaz, modelos de interacción, pactos de lectura, y también de la evolución de los medios, principalmente la computadora como metamedium («medio de medios»).

En ese marco estableceremos la base sobre la cual plantearemos el nudo central de este libro: la lectura tiene lugar hoy en los dispositivos metamedium de las pantallas digitales, las cuales son escenarios de simulaciones e hibridaciones de los medios anteriores, y en ese panorama el software desempeña un rol fundamental.

El capítulo cinco vuelve sobre el pasado, pero a la luz del presente: se propone revisar la historia del hipertexto, un campo profusamente estudiado, pero buscando en esta ocasión indicios que nos permitan comprender las formas que está tomando la lectura en las pantallas en la actualidad. Ese capítulo se cierra con el último estadio en la evolución del hipertexto, que es la burbuja de filtros.

En el capítulo seis echaremos mano de la neurociencia para intentar comprender de qué manera las interfaces digitales están moldeando el modo en que leemos, pero sin caer en el pesimismo tecnológico de autores que sostienen que las pantallas nos están convirtiendo en lectores superficiales y perezosos. Valiéndonos de estas herramientas, que provee la ciencia del cerebro y la evolución del cerebro lector, buscaremos argumentar a favor de las nuevas capacidades que está produciendo en nosotros la lectura en las pantallas.

Encaminándonos a la última parte de este libro, en los tres capítulos finales estableceremos las bases para una «salida educativa» de las problemáticas que introduce la lectura en la pantalla. En el capítulo siete analizamos el chat como hibridación entre oralidad y escritura; hibridación que asume la forma de una práctica letrada vernácula, la cual se opone —y, por lo tanto, muchas veces es resistida— a las prácticas canónicas de la lectura, sobre todo en el ámbito educativo. El chat, en su carácter de género híbrido y confuso, y que halló en las pantallas digitales un vehículo ideal para propagarse a todas las formas de comunicación, establece una nueva relación con las palabras —ya sea escritas o habladas— que es necesario dilucidar.

Luego, en el capítulo ocho proponemos el concepto central de este libro, la lectura transmedia, como un tipo de relación con el texto que da cuenta no solo de la necesidad de navegar en las pantallas para leer, sino también de incluir en su seno diversidad de dispositivos, contenidos y funciones, que asemejan la lectura a una práctica detectivesca que busca unir las piezas sueltas de un rompecabezas. El foco está puesto en las metas y estrategias del lector más que en la tecnología. Desde ese punto de vista, es el lector el que decidirá qué leer, cómo leer y cuándo leer de acuerdo con sus intereses y necesidades. De este modo, buscamos alejarnos de posturas deterministas que atribuyen exclusivamente a la tecnología las causas de las transformaciones sociales y culturales que atravesamos.

Por último, en el capítulo nueve proponemos completar el concepto de la lectura transmedia con el de alfabetismo transmedia, y aquí hacemos una serie de replanteos sobre los modos de enseñanza para estar a la altura de las circunstancias que nos impone el ecosistema digital en el que viven los niños y jóvenes. Estos replanteos buscan enriquecer el concepto de alfabetismo transmedia —propuesto recientemente por Carlos Scolari— a la luz de diversos autores y como fruto de reflexiones que tienen su origen en la práctica pedagógica.

Es por eso que el libro se cierra con un trabajo de campo que pretende dar sustento empírico a todos los planteos teóricos de los capítulos anteriores. En esa indagación buscamos conocer el modo en el que estudian los jóvenes universitarios, haciendo uso de diversidad de medios —tanto libros papel como pantallas— que tienen a su alcance. De este modo, pretendemos inspirar instancias de enseñanza innovadoras que den cuenta de estas transformaciones profundas en los modos de acceder al conocimiento. Las pantallas interpelan a los educadores en el modo de enseñar, porque primero han transformado los modos en que niños, adolescentes y jóvenes están aprendiendo. Dar cuenta de estas transformaciones y obrar en consecuencia es una responsabilidad del sistema educativo, en todas sus instancias, y este libro procura aportar elementos en ese sentido.

 

BIO

Francisco Albarello es doctor en Comunicación Social por la Universidad Austral y licenciado en Comunicación Social con orientación en Periodismo por la Universidad Nacional de La Plata, con un posgrado en la Universidad de Murcia (España). Docente investigador en la Universidad Austral, donde es director del Doctorado en Comunicación y editor asociado de la revista académica Austral Comunicación, y también de la Universidad Nacional de San Martín y la Universidad del Salvador. Fue coordinador del proyecto Periodismo Escolar en Internet, con la Fundación Telefónica. Ha publicado Personalizar el vínculo con la tecnología. Hacia un discernimiento de la cultura digital (2013) y Leer/navegar en Internet. Las formas de lectura en la computadora (2011), entre otros libros, además de numerosos capítulos y artículos relacionados con la educación, la tecnología y la comunicación.

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