¿Es viable el voto electrónico?

Como viene sucediendo en los últimos años, en vísperas de cada elección reaparecen las opiniones que sostienen que el voto electrónico es la solución a los problemas de la política. Desde la Fundación Vía Libre explican por qué no se puede construir un sistema de voto electrónico que garantice los tres principios de la democracia: el secreto del voto, la transparencia del proceso y la legitimidad del proceso. Esa triada es la que ningún sistema de votación electrónica logra saldar de manera solvente.

La Fundación Vía Libre (FVL) viene trabajando sobre el sistema electoral desde que en 2003 se realizó la primera elección con voto electrónico en el municipio de Ushuaia, en el sur de nuestro país. Desde entonces, da una discusión que no es sólo técnica, sino fundamentalmente jurídica y política acerca de la necesidad o no de cambiar el sistema electoral y se opone a la inclusión de sistemas de emisión de sufragios mediados por computadoras.

Para la FVL el voto electrónico o cualquier mecanismo que intermedie como «caja negra» entre la voluntad del votante y la expresión de esa voluntad, plantea problemas serios.[1]La metáfora de la «caja negra» alude a la falta de transparencia en la forma en cómo funcionan ciertos programas informáticos, que podrían terminan impactando negativamente en el ejercicio de … Continue reading Y el primer problema serio tiene que ver con la capacidad de ejercer el control democrático. Si uno tiene un sistema como el que tenemos hoy día, basado en papel, las técnicas culturales que hacen falta para interpretar el resultado de la elección están al alcance de todo el mundo. Solo hace falta saber leer, escribir y contar.

La intermediación que produce una computadora está fuera del alcance de todo el mundo. Con lo cual la calidad democrática retrocede, porque la capacidad de control pasa de estar en el conjunto de la población a una elite cada vez más limitada. Esta es la primera objeción de orden constitucional, objeción que plantea, en un fallo de 2009 la Corte Constitucional alemana cuando objeta el uso del voto electrónico . A partir de ese fallo Alemania abandonó el voto electrónico.

Por otro lado, el voto electrónico no garantiza el anonimato. En el mundo informático se sabe que hay cosas que son teóricamente posibles, pero prácticamente no realizables con los recursos con los que se cuentan hoy. Y hay otras cosas que son teóricamente imposibles porque las exigencias son incompatibles entre sí.

Mucha gente dice «si puedo hacer transacciones bancarias mediante una computadora con mucha confiabilidad, ¿por qué no podría votar?»: Simplemente porque las condiciones son totalmente distintas. Cuando una persona opera con su dinero, lo que espera es que se registre exactamente que fue la que lo hice. En cambio, cuando vota espera que nadie sepa qué es lo que votó. Entonces esa condición de garantizar la integridad y la verificabilidad del voto al mismo tiempo del anonimato del votante genera condiciones que son contradictorias.

Sin embargo, para la FVL es posible y razonable aplicar ciertas tecnologías digitales en el contexto de los sistemas electorales fuera del núcleo duro, que es el voto, de representar la voluntad de quien vota: Por ejemplo, tener mejores sistemas para el conteo, en lugar de contar a mano, contar de manera más automatizada, porque se pueden hacer controles a posteriori para verificar que estén bien hechos.

En sus documentos, la FVL recuerda que los principios de los tratados de derechos humanos hablan de voto libre, universal, igual y secreto y que nadie dijo que tenía que ser rápido. La rapidez es sólo subsidiaria a garantizar las demás condiciones. Sacrificar cualquiera de las otras condiciones porque sea más rápido es hacer un muy mal negocio.

La otra objeción es que el voto electrónico es vulnerable. En efecto, todos los sistemas de voto electrónico en el mundo que han sido sometidos a auditorías independientes han caído, a todos se les han encontrado vulnerabilidades. Con lo cual, en principio se puede decir que, por inducción, es probable que cualquier otro sea idéntico.

En cuanto a los gobiernos que promueven este tipo de sistema de votación, la FVL señala que hay en esto una mezcla explosiva de ilusión tecnológica, con el pensamiento «si es nuevo, debe ser bueno», una lectura acrítica de la tecnología junto con el deseo de mostrarse como innovadores ante la opinión pública. Para el votante que se encuentra con una maquinita con luces de colores, es el último recordatorio de la obra de gobierno del oficialismo que lo acaba de poner. Es una especie de cadena nacional dentro del cuarto oscuro.

Un kit de herramientas

Para adentrarse en la discusión la FVL ha desarrollado diversos materiales, como la película Caja Negra, un documental estranado en 2017, el libro Voto electrónico. Una solución en busca de problemas y el podcast Qué es el voto electrico y por qué no es seguro.

La película Caja Negra. El Mito del voto electrónico es un documental que traza el mapa que el voto electrónico ha recorrido en la Argentina y el mundo a partir del testimonio de informáticos, abogados y politólogos. ¿Cuáles son las decisiones que llevan a utilizar un sistema riesgoso? ¿Quiénes se benefician de un discurso ficticio? Un film para entender la reforma electoral y por qué el voto electrónico no va a poder solucionar los problemas de la política. ¿Qué encontramos detrás de esa caja negra de votación y qué riesgos trae para la democracia?

Voto electrónico. Una solución en busca de problemas recopila buena parte de los debates del año 2016 sobre la propuesta de incorporación de sistemas de emisión y conteo de votos mediados por computadoras así como diversos aportes de juristas, politólogos y profesionales de las ciencias de la computación. Estas contribuciones fueron presentadas al Congreso Nacional en ocasión del tratamiento de la propuesta oficial de reforma electoral y pretenden arrojar luz a un debate fundamental en el que es indispensable una ciudadanía más y mejor informada.

Y en el podcast, Beatriz Busaniche, titular de FVL, y Javier Smaldone desmitifican algunas ideas instaladas en el sentido común acerca de la aplicación de las tecnologías informáticas en los sistemas electorales.

Notas
Notas
1 La metáfora de la «caja negra» alude a la falta de transparencia en la forma en cómo funcionan ciertos programas informáticos, que podrían terminan impactando negativamente en el ejercicio de los derechos humanos.

Esfera Redacción

Esta nota se redactó con material publicado por la Fundación Vía Libre (https://www.vialibre.org.ar), que comparte sus contenidos mediante una licencia de Creative Commons 2.5 Argentina (https://creativecommons.org/licenses/by/2.5/ar/).

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