¿Los argentinos nos estamos volviendo de derecha?
Una encuesta de la consultora Zuban Córdoba & Asociados indaga acerca del posicionamiento ideológico de las mayorías en Argentina. Un primer resultado es elocuente: el 40 % de los argentinos se autopercibe «de derecha». Como contracara, solo el 26,1 % se manifiesta «de izquierda», y el 18,2% como «de centro». El alcance de la muestra, cuyo tamaño es de 1400 casos, es nacional.
Desde hace un tiempo, las estructuras partidarias han entrado en crisis como la expresión política de la identificación ideológica de las mayorías. El fenómeno está lejos de ser un «mal argentino» y se trata más bien de un fenómeno sociológico global, que se verifica en diferentes contextos, realidades y situaciones político-económicas.
Argentina no es la excepción. Hace tiempo que los partidos políticos tradicionales en nuestro país no tienen la capacidad de movilización de antaño, y los posicionamientos ideológicos se han convertido en transversales a los diferentes espacios políticos que pugnan por la hegemonía del poder.
El estudio titulado ¿Los argentinos nos estamos volviendo de derecha?, fue realizado en la primera quincena de octubre sobre una muestra nacional respetando la representatividad geográfica, por edad y por género. Sus resultados habilitan una gran cantidad de conclusiones respecto a la forma en que los argentinos forman sus apreciaciones en materia política y económica.
Una segunda pregunta interroga acerca del acercamiento de los argentinos a la política. Al respecto un 71,9 % de los encuestados se manifiesta «a favor de la política», mientras que un llamativo 22,2 % se dice «antipolítica». Implica que uno de cada cinco argentinos no cree que la política sea una herramienta válida como llave para la gestión y la transformación social.
Un tercer capítulo del estudio, se enfoca en la autopercepción de los argentinos en materia de política económica. De allí surge que un 60,2 % de los consultados se manifiesta a sí mismo como «capitalista», mientras que un 49,5 % se dice afin al «liberalismo económico». En la vereda opuesta, solo un 19,8 % se manifiesta como «marxista» y un 18 % como «comunista».
Asimismo, el estudio indaga acerca del posicionamiento partidario y los resultados también son sorprendentes. Un 44,9 % de los argentinos se dice «peronista», mientras que un 41,2 % se identifica como «radical». No obstante, un 40,1 % se percibe «macrista», un 37,3 % como «libertario», y un 37,2 % como «kirchnerista».
Los resultados llevan inevitablemente a la conclusión de que los argentinos no perciben como una contradicción ser al mismo tiempo «peronista y kirchnerista» o «radical y macrista», lo que demuestra el retroceso de las estructuras partidarias tradicionales como vehículo de representación para las mayorías.
Párrafo aparte merece el crecimiento sostenido y manifiesto de las ideas libertarias en el ideario social. La tendencia ya muestra un mayor nivel de adhesión a este tipo de ideas extremas que a categorías políticas tradicionales como el «kirchnerismo».
Un tema no menor, es el sentimiento de las mayorías en relación a la democracia. El estudio de Zuban Córdoba revela que el 50 % de los consultados tiene «sentimientos positivos» en relación a la democracia, pero hay un preocupante 42,2 % que manifiesta «sentimientos negativos» respecto al sistema político representativo por mayorías.
«Hay que tener en cuenta la desilusión democrática como un factor importante. Allí influyen la caída de los estados de bienestar y de la posibilidad de llevar adelante una redistribución de los ingresos. Esto fue agravado por la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania»,
Un último aspecto en el que indaga el estudio, es respecto a la idea de que «ciertos sectores políticos argentinos proponen políticas de corte comunista/socialista». El resultado no deja de sorprender: un 44,6 % de los encuestados cree que una parte de los políticos argentinos busca instalar el comunismo en el país.
En declaraciones a distintos medios, Gustavo Córdoba, titular de Zuban, destacó «la capacidad de la derecha y sus sectores afines en los medios de comunicación para instalar la idea de que “todo el que no piensa como la derecha es comunista”. Eso es un gran logro discursivo. Han instalado la idea de que el problema que enfrenta el país es el comunismo, apelando a categorías propias del museo de la ideología como el “fascismo” o el “comunismo”. Es verdaderamente un éxito de la narrativa de derecha».
En cuanto a las causas de este fenómeno, el especialista indicó que «es resultado de la incapacidad de los gobiernos democráticos para procesar el malestar de las mayorías. La derecha se siente muy cómoda en el discurso de la nostalgia y el prejuicio, mientras que los sectores de izquierda o progresistas se sienten incómodos en poder defenderse, y se han convertido en conservadores. Es toda una rareza, pero es la realidad».
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