Esteban Magnani: «Las aplicaciones y las plataformas están diseñadas para que no las puedas dejar»
Esteban Magnani nos cuenta como fue el inicio de la red de redes y cómo ésta paso de ser un proyecto horizontal a uno manejado por un puñado de empresas.
Esteban Magnani es porteño (1973), licenciado en Ciencias de la Comunicación (Universidad de Buenos Aires). Hizo un MA in Media & Communication (London University) gracias a una beca del British Council. Es docente en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad Nacional de Rafaela (UNRA), periodista especializado en comunicación de la ciencia y autor de varios libros. Entre otros textos publicó Historia de la comunicación (2008), Tensión en la red: Libertad y control en la era digital (2014) y La jaula del confort (2019).
—Ya pasó más de medio siglo de la primera conexión entre computadoras: ¿Que se puede decir de ese acontecimiento tan importante?
—Parecía algo de geeks (palabra en inglés para describir a una persona apasionada por la tecnología y la informática) era todo muy tosco, escribieron un par de letras y se les colgó la maquina. Estaban ubicados en un contexto donde la gran ciencia tenía un lugar central, era parte del riñon de la competencia geopolitica en plena Guerra Fría. La llegada del hombre a la luna no era solamente la llegada del hombre a la luna, significaba la victoria de Estados Unidos.
—¿Qué se opinaba de Internet por aquellos años?
—En ese momento Internet no era un hito social y político como después se fue transformando la red de redes. En estos primeros años no estaba la sensación de que iba a ser revolucionario, cuando vos miras los libros de ciencia de aquellos años sobre innovación en comunicación los especialistas no lo veian en la web.
—¿Como era esa idea de horizontalidad que se le adjudica a los inicios de Internet?
—Podías encontrar información en tablones, leyendo información que de otra manera no podías acceder. Es en ese momento cuando se da ese fenómeno de horizontalidad, de mucha gente trabajando mancomunadamente por medio de objetivos que son beneficiosos para todos. Fue una era de mucha exploración, mucha participación, en ese momento las empresas no le daban mucha bola y no encontraban ahí su modelo de negocio.
—¿Cuándo es que cambia el rumbo?
—La burbuja del puntocom explotó porque ninguna de las plataformas había logrado ganar la cantidad de dinero que se estaba esperando. Cuando los inversores se empiezan a dar cuenta que no era redituable entonces comienza la huida, solo sobreviven algunas, el caso más conocido es Google empresa fundada en el 98 por Larry Page y Sergei Brin. Ellos tuvieron grupos de inversores bastante grandes desde Amazón hasta la CIA
—Ahí aparece el famoso algoritmo de Google…
—Es bastante efectivo el algoritmo de Google, saben a quien venderle un whisky o una coca. Es un sistema de datos mucho más efectivo que un sistema de encuestas con planillas que siempre van a ser sesgadas y va a llegar tarde. Mientras se procesa toda esa información Google ya la tiene almacenada en sus servidores
—Hay una idea de qué los tipos de esa época eran tipos emprendedores que desde un garaje construyeron una empresa. ¿Qué hay de cierto?
—No eran changuitos de Tucuman, eran pibes que estaban en el corazón del imperio, eran tipos con acceso a la educación, que tenían un plato de comida. Estaban en Silicon Valley, rodeados de un montón de gente con un montón de recursos, dispuestos a apoyarlos. Es un contexto con un darwinismo feroz. Sergei Brin y Larry Page estuvieron a punto de vender Google por 750 mil dólares. Era un país donde este tipo de proyectos eran funcionales a un modelo de desarrollo, donde la CIA tenia la capacidad de invertir en cincuenta tipos a ver cual les daba lo que en ese momento necesitaban.
—El Estado siempre estuvo presente…
—Si vos agarras un celular todo lo que tiene no lo desarrollo ni Steve Jobs ni Apple ni Microsoft. La pantalla es un desarrollo del aparato militar estadounidense, el GPS también, son investigaciones básicas desarrolladas por un puñado de empresas con apoyo del Estado
—¿Qué tan importante fue la aparición de Julian Assange y Edward Snowden?
—El personaje más conocido es Assange que decía «guarda que esta pasando esto»; pero Assange parecía un loquito, un mitomano. El tipo siempre fue muy exagerado, no es un tipo que resultará confiable. Cuando apareció Snowden y dijo acá están las pruebas, esto es lo que se esta haciendo con las redes sociales, presten atención, ahí nos dimos cuenta de la magnitud del descontrol
—Hay un concepto que habla de la adicción que generan las redes sociales. ¿Eso es cierto?
—Vos sabes que la Coca Cola y las papas fritas son ricas, que si las comes todos los días te hacen mal. Lo mismo pasa con las aplicaciones y las plataformas que están diseñadas para que vos no las puedas dejar, hacerlo requiere de una fuerza de voluntad muy grande. Netflix descubrió que tardamos cinco segundos en apagar la tele, entonces te pone más rápido el próximo capítulo para hackearte el cerebro y que no lo puedas dejar
