El editor de Wikileaks estuvo en la Fatpren y habló sobre la situación de Assange

El editor en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, expresó que la detención y extradición a Estados Unidos del periodista australiano Julian Assange no sólo es «una amenaza a la libertad de prensa» sino también «un ataque a la democracia y la civilización».

Julián Assange es un periodista y publicista australiano, fundador de WikiLeaks, perseguido por Estados Unidos por haber recibido y difundido información relacionada con crímenes de lesa humanidad perpetuados por este país en las guerras de Irak y Afganistán y los vejámenes a los que eran sometidos los prisioneros en la base naval de Bahía de Guantánamo.

Assange ha pagado con años de su vida por estas publicaciones —ha pasado más de doce años en confinamiento—, lo que ha perjudicado su salud física y mental. Por esa razón es que el pasado 4 de enero una jueza británica rechazó la solicitud de EE. UU. para extraditarlo y dictaminó qué tal medida sería «opresiva» debido al deterioro de su salud mental. Lamentablemente, este dictamen no fue considerado por el tribunal superior. A la fecha, la justicia británica, en conjunto con la ministra del interior, Priti Patel, han resuelto que Assange debe ser extraditado a Estados Unidos.

Actualmente Assange está detenido en una prisión de máxima seguridad en Reino Unido bajo aislamiento, sin derecho a horas de sol y con un estricto régimen de visitas.

La defensa de Assange busca revertir este fallo del tribunal y en paralelo, han apelado al Tribunal Superior para que considere el daño incalculable a la libertad de expresión de Julian Assange y del mundo si es extraditado. Diciembre es el mes clave para conocer el resultado de la apelación, después de eso no podrán hacer más.

Por esta razón, y para articular la solidaridad con Assange, el equipo de WikiLeaks inició una gira por América Latina para reunirse con presidentes, organizaciones de derechos humanos y de periodistas con la finalidad de abrir un debate público sobre el caso del periodista australiano y sobre las implicancias que esta persecución tendrá en el trabajo de periodistas, comunicadores y medios de comunicación, ya que de concretarse su extradición pone en riesgo la libertad de opinión, información y de prensa, así como los procesos democráticos y los derechos humanos en todo el mundo.

La gira de Kristinn Hrafnsson, editor jefe de WikiLeaks, y Joseph Farrel, embajador de la organización, comenzó el 18 de noviembre con el presidente de Colombia, Gustavo Petro, a quien solicitaron interceda ante Estados Unidos por la situación de Assange. Este encuentro ha sido calificado como «muy positivo» por la organización.

Posteriormente, la comitiva de WikiLeaks viajo a Brasil, donde sostuvo una importante reunión con el presidente electo Luis Inacio Lula Da Silva, quién ha comprometido su apoyo y sus buenos oficios ante el presidente de EE. UU, Joseph Biden.

Luego del encuentro en Brasil los representantes de WikiLeaks viajaron a la Argentina. En Buenos Aires fueron recibidos primero por el presidente Alberto Fernández y luego por la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

También, y como parte de una nutrida agenda con organizaciones políticas y sociales de Argentina, ayer se reunieron en la sede de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) con referentes de la comunicación, el sindicalismo, los derechos humanos, la academia y organizaciones sociales.

La gira de Hrafnsson y Farrel continuará en Chile y finalizará en México. En el país trasandino esperan reunirse con el presidente Gabriel Boric y en México con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En el conversatorio organizado por la Fatpren, en conjunto con la Federación Internacional de Periodistas (FIP), estuvieron en el panel Carla Gaudensi, secretaria general de Fatpren y secretaria adjunta de Sipreba; Paula Rojas, de la Oficina Regional de FIP; Kristinn Hrafnsson, editor jefe de Wikileaks y Diego de Charras, vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

Gaudensi señaló que la detención de Assange «es un ataque directo al derecho a la información, y eso es algo que vemos que sucede en nuestro país cuando jueces y directivos de grandes medios confabulan en común». De Charras pidió «luchar por la defensa del trabajo periodístico no precario y que la información sea de los pueblos». Y Rojas consideró que «la extradición de Assange supone una amenaza a las democracias y la libertad de prensa».

Por su parte, Hrafnsson consideró que «la pelea por la libertad de Assange está en el corazón de los valores del periodismo» y agradeció el respaldo recibido en la región. «Es una señal política muy importante a los EE. UU. de que hagan lo correcto y cumplan con lo que predican», El editor de Wikileaks también remarcó que teme por la vida del periodista australiano.

Hrafnsson también dijo:

«No podemos aceptar que el Departamento de Estado de Estados Unidos decida quién es o no es periodista. Les da la oportunidad de decir qué es noticia y qué no. Hay una criminalización del periodismo a todo nivel y envía una señal aterradora a todo el mundo»,

«Me emocionó mucho la solidaridad de Gustavo Petro y Lula Da Silva. En todos estos casos recibimos muchísimo apoyo y su compromiso de que van a apoyar la causa»

«Buscamos instar al Gobierno de Biden a que defiendan sus principios, a que se comporten en función de lo que dicen: defender la libertad de prensa y de expresión en todo el mundo»

Acompañaron la actividad Larisa Kejval, directora de la carrera de Comunicación UBA; Pascual Calicchio de la Defensoría del Público; Fernando Gómez, de Fadicra; Lucas Molinari, de Farco; Guillermo Saucedo, de Ucaya; Luis Lazzaro, referente de la Coalición por una Comunicación Democrática; Damián Loreti, abogado y doctor en Ciencias de la Información, además de delegaciones del Sindicato Aceitero y del Subte.

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¿Qué es y qué hace WikiLeaks?

WikiLeaks es una organización de medios multinacional fundada por el periodista australiano Julián Assange, su trabajo desde hace dieciséis años es el análisis y publicación de grandes conjuntos de datos y materiales oficiales censurados o restringidos relacionados con la guerra, el espionaje y la corrupción.

Hasta ahora ha publicado más de diez millones de documentos y análisis asociados, permitiendo al mundo tener una opinión sobre los principales hechos ocurridos en los últimos años.

Como medio de comunicación, también trabaja para la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información como pilar indiscutible de toda sociedad que aspira a fortalecer su democracia. En el marco de ese trabajo, WikiLeaks ha hecho suya la causa por la libertad de su fundador, Julián Assange, quien se encuentra privado de libertad en la cárcel de alta seguridad de Belmarsh, Reino Unido a la espera de una posible extracción a Estados Unidos.

WikiLeaks irrumpe el año 2006 y cuatro años después publica millones de archivos que debelaron el condenable actuar de Estados Unidos en las Guerras de Irak, Afganistán y Bahía de Guantánamo, lo que pone a este medio en el ojo del mundo y es aclamado y odiado por atreverse a publicar información tan importante relacionada con las violaciones a los DD. HH. en el contextos de guerras y ocupaciones iniciadas por Estados Unidos.

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