Solo la pluralidad vence al odio
POR JOSEFINA BOLIS | Estamos en el país que se fundó sobre un genocidio indígena al grito de «civilización o barbarie»; el que detectó una invasión de «cabecitas negras» en la política y proscribió por dieciocho años al peronismo, y el que diezmó una generación de jóvenes poniéndoles el sello de «subversivos». Vivimos en una sociedad que dispara por la espalda por «villero»; que viola por «puta» o por «tortillera»; que usa «maricón» como insulto hacia quien demuestra sensibilidad; que margina en la escuela por «gordo»; que canta en la cancha «bostero bolita, volvete a tu país»; que pega patadas en el piso por «negro de mierda». En la Argentina sabemos de odio.