Usuarios de primera y segunda clase: los nuevos términos de servicio de X
Vigentes desde el 15 de noviembre, los nuevos términos de servicio de X reflejan un trato diferenciado entre usuarios de Europa y América Latina. Para los primeros, hay mayor transparencia y derechos, mientras que los ciudadanos y ciudadanas latinoamericanas están sujetos/as a reglas más arbitrarias.
Desde el 15 de noviembre se encuentran vigentes los nuevos términos de servicio de X para todas las personas que utilizan esta plataforma, algo que la compañía ya había anunciado con un mes de anticipación.
Una de las novedades que trae esta actualización tiene que ver con las diferencias que se pueden encontrar entre el contrato establecido para usuarios que viven dentro de la Unión Europea, el Reino Unido o de los Estados de la Asociación Europea de Libre Comercio -AELC- (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza) y el contrato que aplica al resto del mundo.
Esta diferencia se debe al cumplimiento de la Ley de Servicios Digitales —DSA, por sus siglas en inglés— (Reglamento (UE) 2022/2065) por parte de la compañía pero confirma que son normas contractuales y procedimientos que jurídica y técnicamente las empresas están en condiciones de cumplir, si quisieran.
El resultado de esto es la existencia de contratos más garantistas de los derechos de los habitantes de una región del mundo estableciendo, en los hechos, una división entre usuarios de primera y de segunda clase. ¿Cuáles son algunas de las diferencias más importantes?
Una de ellas es que se refiere a la transparencia de las acciones de la plataforma y al poder de decisión del usuario sobre el sistema de recomendación que X decida aplicar. En los términos para usuarios de la UE se indica que para «las recomendaciones de contenido se pueden realizar ajustes en su configuración y puede encontrar información adicional en nuestro Centro de ayuda» para entender cómo funciona. Entre los elementos que X utiliza para establecer su sistema de recomendaciones al usuario, están: cómo el usuario interactúa con los servicios de la empresa, los temas que ha indicado que le interesan y lo que les gusta a otros usuarios que comparten sus intereses similares, entre otros.
Este derecho ahora reconocido a los ciudadanos europeos les permite no sólo contar con más y mejor información acerca de cómo la empresa define los criterios para el contenido recomendado, sino que además le da la posibilidad de realizar ajustes sobre esa opción. Este servicio no se le ofrece a los usuarios que residen en América Latina.
También hay diferencias para una eventual finalización del contrato entre el usuario y la plataforma. Mientras que para quienes residen fuera de la UE la empresa mantiene la discrecionalidad para cancelar su cuenta o dejar de prestarle la totalidad o parte de los servicios «por cualquier otro motivo o sin motivo a nuestra conveniencia» —tal y como ya figuraba en los términos que estuvieron vigentes hasta el 14 de noviembre—, este párrafo desaparece en el nuevo contrato para usuarios europeos. Es decir que para estos usuarios, la empresa siempre debe argumentar los motivos para finalizar el contrato con un usuario.
Irlanda para unos, Texas para el resto
Un cambio importante que se observa en los términos es el cambio en la jurisdicción que X fija en el contrato a la hora de dirimir pleitos judiciales. Hasta el 15 de noviembre, la jurisdicción y legislación aplicable correspondía a California, debido a que sus oficinas estaban localizadas en la ciudad de San Francisco. Sin embargo, a partir de estos nuevos términos el domicilio legal de X Corp. se ubica en el estado de Texas, conocido por sus fallos conservadores.
Como hasta ahora, cualquier usuario que quiera reclamar contra X debería hacerlo ante la Justicia de Estados Unidos: ante una disputa que surja entre el usuario y la compañía, las demandas se presentarán exclusivamente en los tribunales estatales ubicados en Texas, y que el usuario «acepta la jurisdicción personal en esos foros y renuncia a cualquier objeción en cuanto a foro inconveniente».
Mientras tanto, los usuarios de la Unión Europea y otros países de esa región no deberían recurrir a un tribunal nortemericano sino a uno europeo: las disputas «se llevarán exclusivamente ante un tribunal competente en Irlanda sin tener en cuenta las disposiciones sobre conflicto de leyes y se regirán por la ley irlandesa».
El nuevo esquema de términos de X no sólo expone las desigualdades en la protección de derechos de sus usuarios, sino que evidencia la influencia de legislaciones locales o regionales en el comportamiento de plataformas globales. Para los usuarios de América Latina estas modificaciones resaltan la necesidad urgente de una regulación más robusta que garantice equidad y transparencia en el entorno digital para todas las personas usuarias, sin discriminaciones.