Estados Unidos quiere que Google se desprenda de Chrome

El Departamento de Justicia de Estados Unidos se mantiene firme en su intención de romper el monopolio de Google, y su plan incluye varias medidas drásticas como la venta de Chrome.

A diferencia de lo que se proyectaba inicialmente, la justicia norteamericana no ha aplicado un criterio idéntico sobre Android, aunque sí ha puesto reparos. Según se menciona, la venta del sistema operativo para móviles es una «opción de desinversión», de modo que Google puede elegir si se desprende o no de él. Pero si la compañía decide mantener el control sobre el software, debe cumplir a rajatabla con ciertas obligaciones o de lo contrario se le obligará a venderlo.

En tal sentido, se menciona que si la corporación desea conservar Android no podrá otorgarle acceso preferencial a sus productos o servicios de búsqueda. Para ponerlo en términos más sencillos, el SO no podrá incorporar Google como buscador web predeterminado.

Volviendo al caso de Chrome, el documento indica que si el juez le impone a Google su venta, esta debería concretarse a un comprador aprobado por EE. UU. y los estados que han demandado a la compañía por monopolio. Ya en octubre los de Mountain View se habían manifestado en desacuerdo con esta posibilidad. Por entonces, la empresa remarcó que había invertido miles de millones de dólares para desarrollar y mantener su popular navegador, que además servía como base para otros navegadores basados en Chromium. Incluso había alertado que otras empresas no tendrían los incentivos ni los recursos para mantenerlo como un software de código abierto.

La venta de Chrome y la posible desinversión de Android no son los únicos desafíos a los que se enfrenta Google. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha propuesto otros varios remedios con los que aspira a romper el monopolio de los californianos. Entre ellos, los siguientes:

  • Impedir que Google le pague a Apple y a otras empresas para que su buscador sea la opción predeterminada en sus dispositivos, o para desincentivar que desarrollen su propio motor de búsqueda en la web. Esto no es menor, pues tiempo atrás se conoció que los de Apple embolsaron veinte mil millones de dólares solo en 2022 por permitir que Google sea el buscador por defecto de Safari. Según las condiciones del acuerdo, Apple se queda con el 36 % de los ingresos publicitarios que los de Mountain View generan a través del navegador de iOS, iPadOS y macOS.
  • Prohibir que Google favorezca el uso de su buscador no solo en Chrome, sino en cualquier otra plataforma que opere y de la que sea dueña. Por ejemplo, el chatbot de IA Gemini y YouTube.
  • Google no podrá «castigar» en su página de resultados a los sitios web o editores que no permitan el uso de su contenido en las respuestas generadas con IA que aparecen en el buscador desde agosto.
  • La empresa de Mountain View tendrá que licenciar el índice de búsqueda de Google y los datos que recopila de las interacciones con los usuarios estadounidenses a sus competidores.

La firma sostiene que estas imposiciones ponen en peligro la seguridad y privacidad de sus usuarios estadounidenses, y que dañan la inversión e innovación en segmentos claves como el de la inteligencia artificial. Kent Walker, jefe legal de Google, calificó las propuestas de la justicia como una «agenda intervencionista radical» y que su aprobación dará lugar a una «extralimitación gubernamental sin precedentes».

Sin dudas, el caso se pone cada día más complejo y caliente. La posible venta de Google Chrome y demás medidas se definirá en abril, cuando se concrete un juicio dedicado a determinar el alcance final de los remedios conductuales y estructurales solicitados por el DOJ.

MJP/Con información de fuentes varias

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