Periodismo narrativo: ¿cómo contar la realidad con las armas de la literatura
Periodismo narrativo de Roberto Herrscher combina la claridad y agilidad de un manual que otorga valiosas herramientas para contar historias reales con una inspiradora guía de lectura por lo mejor de la no ficción del siglo XX.
Roberto Herrscher es autor de relatos de ficción y periodista en diarios de la Argentina y del exterior. Asimismo, es maestro invitado de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. Este libro nace de sus vastísimas experiencias lectoras y periodísticas, de los talleres que dicta internacionalmente, de sus clases como profesor universitario, de su amor por la literatura y de su pasión por el periodismo narrativo. Texto organizado con suma coherencia, riquísimo en aportes bibliográficos y útil para el docente, el estudiante y el investigador.
La obra se estructura en: Introducción, diez capítulos divididos en dos partes La realidad contada (los primeros cuatro capítulos) y Lecciones y maestros (los restantes). Concluye con epílogo, fuentes (material de base) y bibliografía (todo organizado capítulo por capítulo, de importancia y actualidad clave).
En la Introducción, el autor fija las bases del periodismo narrativo, al que llama «la buena literatura de los hechos» y esboza las relaciones entre este y las herramientas de la literatura de las que se nutre. Herrscher parte del interés por contar historias y su perfil humanista se entrevé en frases como: «Bien practicado, el periodismo narrativo es profundamente ético». Además, subraya la importancia de admirar a los maestros para aprender con humildad.
La primera parte del libro se centra en los aspectos básicos que un periodista narrativo ha de tener en cuenta. En el primero, se detallan las herramientas: punto de vista, fuentes, detalles revelados, hechos y personajes. El segundo capítulo explica las «5 W» del periodismo narrativo. Es el de diseño más didáctico: se brindan síntesis de lo desarrollado en gráficos esclarecedores. El capítulo tres aborda los distintos enfoques del periodista narrativo y, con enfoque, se refiere a cuatro modos de acercarse a una gran historia. Para esto, ejemplifica con los cuatro evangelistas, a los que ha leído y analizado bien: Mateo es el abogado que cuenta una historia; Lucas, el historiador; Juan, el poeta y Marcos, el periodista o reportero. En el capítulo cuatro, se tratan los antecedentes del periodismo narrativo: desde la mitología, Herrscher recorre la obra de Shakespeare, las novelas realistas y los folletines del siglo XIX y las novelas del siglo XX.
La segunda parte está formada por seis capítulos (es más extensa y profunda que la primera). Cada capítulo se divide en dos partes: en la primera, se abordan diferentes maestros del periodismo narrativo y, en la segunda, se analizan los tipos de texto que trabajaron y sus estrategias.
El capítulo cinco está dedicado a la obra de Ryzard Kapuscinski, al que llama el «reportero de la curiosidad infinita». Ve al periodista polaco como al padre de los periodistas narrativos. Los libros de Kapuscinski son revisados con precisión y admiración a la vez. «Hay bastante de esta melancolía sin rencor por los tiempos idos en la obra del gran reportero-literato», dice Herrscher. Porque el estilo del propio Roberto Herrscher, a veces, se desliza con placidez a la literatura.
En el capítulo seis, el autor aborda la obra de tres periodistas, cuyo tipo de texto favorito fue la entrevista. Estos son Studs Terkel, Lawrence Grobel y Oriana Fallaci. Herrscher encuentra que los une la teatralidad. Terkel enseña el arte de escuchar; Grobel, autor de The art of interview, reúne allí su magisterio; Fallaci representa, sin duda, a la periodista que lucha y desafía a su entrevistado. Dice Herrscher de la Fallaci: «Tengo la impresión de que no tuvo paz un solo día de su larga vida. Espero que ahora, en el cielo de los ateos, finalmente la haya encontrado».
Roberto Herrscher usa muchas veces un estilo coloquial que interpela al lector en su condición humana. El análisis de los tres le permite describir una entrevista eficaz y, poco a poco, brinda explicaciones que conforman un pequeño tratado de la entrevista.
Los autores del capítulo siete son Gay Talese, Josep Mitchell, Josef Pla y Tomás Eloy Martínez. Sobre los cuatro, se delinea cómo hacer un perfil periodístico narrativo. Como en el capítulo seis el diálogo era el tipo de texto preponderante, ahora será la descripción del personaje.
Gay Talese se enfocó en las llamadas hoy celebrities. Josep Mitchell es «el fantasma de los pasillos del New Yorker». Frecuenta un tipo de perfil periodístico literario. Herrscher nunca pierde su centro: «Lo que debe quedar bien en claro es qué es verdadero y real y qué es solo verdadero en el fondo, pero ficticio en los detalles y la composición». Esto es periodismo y no literatura. De Josep Pla, rescata el uso del recuerdo colectivo: la memoria de Cataluña y de los catalanes. Herrscher identifica, como una dificultad del periodismo narrativo, el tratamiento por escrito de fuentes orales. Finalmente, Tomás Eloy Martínez. Aquí el autor se centra en las obras referidas a Perón y a Evita. Dice Herrscher sobre Martínez: «Le tira lo real, lo cierto, lo visible. La realidad está tan viva que quema y lastima la piel». El capítulo concluye con las características de un buen perfil periodístico.
En el capítulo ocho, se nos presenta la obra de George Orwell, Günter Wallraff, Tim O’Brien y Alma Guillermo Prieto. A esta altura, el lector se pregunta si hay algo del periodismo narrativo que Herrscher no sepa explicar con gozo. Sobre estos autores, indaga en el uso de la primera persona, del «yo», tan criticado. ¿Puede el periodista incluirse como personaje de sus relatos? Esto se discute aquí.
Bob Woodward, Carl Bernstein, Seymour Hersh y Rodolfo Walsh son los ejes del capítulo nueve, que le sirven para explicar la novela de investigación periodística, género que, para Herrscher, creó Walsh con Operación Masacre. El caso Watergate da para contar cómo se realizó la cobertura periodística, se escribió Todos los hombres del presidente, se realizó la película y qué fue de la dupla perfecta que formaban Woodward y Bernstein. Los cuatro autores vivieron fuertes experiencias para contar sus historias.
El último capítulo toma a John Hersey, Truman Capote, Gabriel García Márquez y Javier Cercas. Se centra en la novela de no ficción. Herrscher se pregunta si Hiroshima de Hersey no es el mejor libro de no ficción. Capote no podía quedar afuera del análisis. A sangre fría se enseña en todas las escuelas de periodismo. De García Márquez, se consideran sus novelas de no ficción y, de Cercas, las de la Guerra Civil española. Herrscher señala que Soldados de Salamina posee idéntica estructura que Operación Masacre de Walsh.
El epílogo analiza la obra de la periodista Anna Politkovskaya. Herrscher no puede dejar a nadie fuera. Pero, aun así, uno se pregunta por Svetlana Alexiévich o por Leila Guerrero. Más presencia de cronistas mujeres hubiera beneficiado a un libro cuasiperfecto. Sin embargo, Herrscher deja la puerta abierta. A pesar de haber recorrido un camino extenso y extraordinario, sabe que no se llega nunca a la meta. La perfección no es para los seres humanos.
BIO / Roberto Herrscher
Argentino afincado en España desde 1998, es licenciado en Sociología y profesor universitario. Director del Master en Periodismo de la Universidad de Barcelona y Columbia University en Nueva York y maestro de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI). Dicta talleres y seminarios y es autor de Los viajes del Penélope (Tusquets) y Crónicas bananeras, una investigación histórica y crónica de viajes sobre las «repúblicas bananeras» de Centroamérica. Excombatiente en la guerra de Malvinas, realizó trabajos y ponencias académicas sobre la cobertura de la guerra y el tratamiento periodístico de su recuerdo y sus secuelas. Sobre este tema escribió un capítulo en el libro La noticia deseada, de Miguel Wiñazki.