Carolina Arteta (Colombia): «Sin suficiente información local, la democracia se debilita» 

La codirectora de Consonante explica cómo capacitan a ciudadanos y referentes sociales para hacer periodismo local. De esa manera, el medio digital colombiano que depende de la FLIP busca garantizar la información en municipios donde existen desiertos informativos.

Carolina Arteta forma dirige el equipo y guía el proceso editorial de Consonante, medio digital de Colombia especializado en periodismo local.

En Colombia existen «zonas en silencio»: son lugares donde no existen medios de comunicación que produzcan noticias locales y que informen a sus habitantes. En total, se estima que en 666 municipios —más de la mitad de los municipios de ese país— no hay medios o equipos de periodistas que produzcan información local, de acuerdo con la investigación Cartografías de la Información, que realizó y publicó la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) en 2019. 

El panorama es alarmante: son cerca de diez millones las personas que no tienen acceso a información veraz y confiable sobre lo que sucede a su alrededor. «Quienes viven en estos lugares no solo carecen de información de calidad, sino que solo suelen aparecer en medios nacionales cuando suceden hechos negativos, como desastres naturales o hechos violentos», retrata Carolina Arteta, integrante de la FLIP. 

Con ese diagnóstico del ecosistema de medios en Colombia, desde la Fundación decidieron crear un laboratorio de periodismo para formar periodistas locales y combatir los desiertos de información. Así nació Consonante. Arteta es su codirectora y también se ocupa de guiar el proceso editorial. 

Mientras el programa crecía, desarrollaron las bases de un medio digital que hoy les permite a toda la red de periodistas formados contar con un acompañamiento y una plataforma para publicar sus trabajos (que en estas últimas semanas fue rediseñada). 

—¿Por qué motivos nació Consonante? 

—Para la investigación Cartografías de la Información el equipo trabajó durante más de cuatro años. Al poco tiempo de empezar, quedó claro que había un vacío en el mapa de medios: en muchos municipios del país no había una emisora, un canal de noticias o, muchos menos, un diario… Es decir, en varios pueblos y ciudades intermedias de Colombia faltaban periodistas que pudieran reportar lo que estaba sucediendo.

A medida que la investigación iba avanzando, el equipo de la FLIP empezó a pensar en una alternativa, una especie de solución para intentar cambiar ese panorama que estaba quedando claro en Cartografías. Así nació Consonante, bajo una lógica muy sencilla: si no tenemos medios de comunicación, empecemos por tener periodistas.

Sabemos que sin periodistas locales, quienes están en el poder pueden eludir más fácilmente la rendición de cuentas, y la ciudadanía tiene menos certezas sobre lo que sucede. Sin suficiente información local, la democracia se debilita. 

¿Consonante es un laboratorio de periodismo pero también es un sitio de noticias locales? ¿Cómo lo definen ustedes?

—Hoy nos definimos más como un medio de comunicación, pero me gusta pensar que nunca hemos dejado de ser un laboratorio de periodismo. Consonante ha sido, y debe continuar siendo, un espacio de experimentación. Un lugar que les otorgue a periodistas, a ciudadanos, el espacio necesario y la libertad suficiente para poner a prueba nuevas ideas. Es decir, para innovar con el objetivo de contar sus municipios de otra manera. Olvidar esa parte de nuestra naturaleza significaría desaprovechar una enorme oportunidad. 

—¿Qué perfiles y expertise tienen los integrantes del equipo de Consonante?

—Nuestro equipo de trabajo está conformado por trece profesionales de distintas regiones de Colombia. Algunos tienen más experiencia en periodismo y otros, en pedagogía con énfasis en técnicas participativas de educación popular. Es un equipo joven conformado, en su mayoría, por mujeres. En Consonante trabajamos como una sala de redacción participativa y descentralizada.

Además del equipo basado de Bogotá, tenemos colaboradores y colaboradoras en cuatro municipios: Tadó y el Carmen de Atrato, en el Chocó, y San Juan del César y Fonseca, en La Guajira. Ellos y ellas conforman la red de periodistas locales de Consonante, que fueron entrenados en periodismo a través de nuestros programas de formación.

¿En qué consisten los programas y a qué actores de la sociedad están dirigidos? 

—Nuestros programas están dirigidos a todas las personas que tengan algún liderazgo a nivel local y demuestran estar interesados en aprender sobre periodismo. Actualmente tenemos dos programas activos: el diplomado en periodismo local y la red de periodistas locales. Por ambos han pasado personas con perfiles muy diversos: desde locutores de radio y periodistas con muchos años de experiencia en periodismo local, hasta estudiantes de bachillerato que quieren ser youtubers y líderes barriales que nunca antes habían reportado una noticia. 

El diplomado que tenemos hoy es una especie de tutti-frutti (como se le conoce a una ensalada de frutas en nuestro país). Ofrecemos material en una plataforma virtual, ejercicios prácticos, varios talleres presenciales, otros talleres dinámicos en línea, reuniones personalizadas y acompañamiento constante a través de un grupo de Whatsapp. Además, está en constante cambio, pues revisamos nuestras actividades y metodologías después de cada ciclo completado. 

El segundo programa es una membresía que les permite a los reporteros y reporteras —quienes en su mayoría han pasado por el diplomado antes— hacer parte del esquema de producción periodística de Consonante de manera permanente y recibir un pago por su trabajo. Así, los y las reporteras identifican las noticias, las construyen y las envían para ser publicadas por el equipo de Consonante. Además, participan en un consejo de redacción que hacemos por Zoom al inicio de cada semana. Al final, ambos programas sirven de puerta de entrada a la sala de redacción participativa de Consonante.

Nuestra idea es ofrecerles un paraguas permanente de acompañamiento y formación al mismo tiempo que una plataforma para publicar sus trabajos. No ha sido un camino fácil, pero nos ha permitido entender que «combatir los desiertos informativos en Colombia» es una carrera de etapas y no un sprint.  

—Hasta ahora, ¿cuántas personas llevan capacitadas y de qué municipios son? ¿Cuántas de ellas hoy forman parte del equipo de colaboradores?

—Hasta septiembre, 715 personas de 37 municipios de Colombia habían adquirido rutinas de producción de información local a través de Consonante. Hemos trabajado en municipios catalogados como desiertos de información en departamentos como Tolima, Arauca, Bolívar, Caldas, César, Chocó, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Nariño. 

Actualmente, la red de periodistas locales está integrada por dieciséis personas, y catorce de ellas completaron el diplomado en periodismo local. Ellos y ellas han sido nuestro grupo piloto, y después de dos años de trabajo y varias lecciones aprendidas estamos listos para abrir nuevos capítulos de la red en otros municipios del país en los próximos meses. 

—¿Cómo hacen para financiar los proyectos periodísticos co-creados y garantizar una frecuencia informativa para las audiencias locales?

—Nuestro trabajo hoy está centrado en asegurar los recursos para poder sostener la red de periodistas locales. Todos los meses cada uno de los integrantes de la red recibe un monto fijo por pertenecer al grupo y asistir a las reuniones y otro variable dependiendo de la cantidad de publicaciones que haya hecho. Nuestro objetivo es garantizarles esa estabilidad para que puedan hacer periodismo y, al mismo tiempo, podamos cubrir los asuntos más importantes para nuestras audiencias locales. 

¿Cuáles son los canales de distribución que mejor funcionan o que más seguidores fieles tienen en las zonas que cubren? 

—Sin duda, WhatsApp es el canal preferido por las audiencias de los municipios donde tenemos una operación permanente y por eso ocupa un lugar central en nuestra estrategia de distribución de contenidos. La gente está acostumbrada a obtener noticias locales directamente a través de grupos o cadenas reenviadas por conocidos, ya sea por facilidad o porque los planes ofrecidos por muchas empresas de telefonía móvil en Colombia incluyen Whatsapp gratis.

Es decir, Whatsapp no consume datos móviles. También hemos entendido que, al menos en los municipios donde está activa nuestra red de periodistas, las audiencias son más receptivas a informarse si reciben noticias o reportajes de un contacto conocido. Y esto se puede entender como que siempre les llega un mensaje con un saludo que viene de la misma persona (que además les pregunta cómo están o si bailaron en las fiestas del fin de semana anterior), o porque les llega un video de Consonante en el que uno de sus vecinos les cuenta una noticia.

En WhatsApp tenemos una comunidad de más de novecientas personas que crece todas las semanas. Y, para nosotros, este es un canal de doble vía: un lugar para enviar información pero también para recibir comentarios y propuestas de temas a reportear. 

Este tema de los canales de distribución no podemos conformarnos con estar donde todos los medios suelen estar o descartar sitios porque no nos gustan. Como periodistas, nuestro deber pasa por buscar activamente a nuestras audiencias. Acercarnos para entender qué esperan de nosotros y cómo podemos servirles mejor porque, al final, nuestro trabajo solo cobra sentido si les resulta útil. Ellos y ellas son nuestros verdaderos empleadores. 

—¿Cómo miden el impacto de sus contenidos?

—Medimos el impacto de nuestro trabajo a través de una bitácora que actualizamos todas las semanas. Sus principales indicadores son: comentarios y respuestas por WhatsApp, redirecciones desde Whatsapp a la página web (medidas con un sistema llamado Rebrandly), páginas vistas y seguidores en redes sociales. A través de esta bitácora buscamos tener una visión más amplia del impacto y la relación de nuestra audiencia con el contenido que publicamos. 

—¿Cuáles son los formatos que más engagement generan? 

—En términos de formatos, identificamos que nuestra audiencia tiene un especial interés en el video y la imagen. Cada semana, apostamos por publicar información en estos formatos y esperamos reforzar nuestro equipo basado en Bogotá para darle más peso a este tipo de publicaciones en nuestra parrilla de contenido. 

Agustina Heb

https://laboratoriodeperiodismo.org/

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