Brevísimo balance de la presidencia Milei
A poco más de trece meses de iniciado su gobierno, el presidente Milei y su ministro Caputo, engañosamente y como principal logro de su gestión, se ufanan de haber reducido la inflación acumulada en lo que va de su período de gobierno, que ascendió al 147,8 % (producto del 25,5 % de inflación sólo en diciembre de 2023 y del 117,8 % de inflación a lo largo del 2024).
Digo engañosamente porque basta comparar la evolución del salario mínimo, que aumentó un 91,6 % en esos trece meses, con los valores de la canasta básica alimentaria, que mide el límite de la indigencia y de la canasta básica total, que mide el límite de la pobreza, así como con la evolución de los precios de la nafta y de la energía eléctrica en igual período, para verificar que la capacidad de compra del salario, medida por la cantidad de canastas o de litros nafta o de Kwh de energía eléctrica que se pueden comprar con salario al 31de diciembre de 2024 resultan notoriamente inferiores a las que se podían comprar hacia fines del gobierno de Alberto Fernández, tal como se demuestra en la tabla siguiente.

Estos resultados lamentablemente vienen a reconfirmar el diagnóstico publicado meses atrás bajo el título Los padres del borrego, en el que sostuve que nuestro principal problema económico en el largo plazo consiste en la combinación de bajos ingresos populares y altos precios, en especial para la energía, los insumos difundidos y los productos de primera necesidad.
También esos resultados, junto al aumento de la desocupación, explican el incremento de la pobreza y la indigencia, la caída del consumo doméstico, el cierre de comercios y de pequeñas y medianas industrias y la consecuente pérdida de atractivo de nuestro mercado para los inversores internacionales.
Esa pérdida de atractivo queda puesta en evidencia por la venta de las operaciones de importantes empresas multinacionales a grupos inversores o empresas nacionales con menor capacidad de innovación tecnológica que las vendedoras. Entre las operaciones concretadas en lo que va de la presidencia Milei se incluyen las ventas de Clorox, Procter & Gamble, Xerox, las operaciones en Vaca Muerta de Exxon Mobil, HSBC, Prudential Financial Inc.; mientras también se encuentran en proceso de venta las operaciones en nuestro país de Mercedes Benz, Wintershall, Nutrien y otras.
Lamentablemente, y pese al dramático impacto económico de los resultados mostrados más arriba, estos no lo son todo y creo indispensable agregar otros impactos sociales de la gestión gubernamental que también hacen al buen vivir del conjunto de los argentinos.
Sigue una breve y seguramente incompleta enumeración de hechos que explican el deterioro social producto de las políticas de Milei, cuyos detalles están a la vista de todos o pueden ser fácilmente verificables:
- Pérdida de puestos de trabajo en el sector público y el privado, que en conjunto con el deterioro de la capacidad adquisitiva del salario y las jubilaciones contribuyeron al incremento de la desocupación, la pobreza y la indigencia;
- Deterioro de la salud pública, incluyendo despidos de personal, eliminación de la entrega de medicamentos a los jubilados, reducción de otras prestaciones, cierre de hospitales públicos y el aumento indiscriminado de las prepagas;
- Deterioro del sistema educativo por vía de la reducción presupuestaria, tanto en los niveles primarios, secundarios y universitarios;
- Destrucción del sistema científico y tecnológico mediante reducción presupuestaria, cancelación de programas que no se ajustan a la estrategia gubernamental y la fuga de cerebros al exterior;
- Ataque continuado a la industria nacional en procura de establecer una economía basada en la explotación y la cesión de nuestros recursos naturales, sin agregado de valor en nuestro territorio;
- Deterioro de la infraestructura vial y energética por una inédita reducción de la obra pública.
Al deterioro social también debe agregarse el deterioro institucional que, por vía del incumplimiento de los procedimientos establecidos en nuestras leyes y en la propia Constitución Nacional, viene erosionando la calidad de la democracia que, con sus más y sus menos, logramos construir en los últimos 41 años; deterioro que silenciosamente también contribuye a debilitar nuestra capacidad de desarrollo social y económico a mediano y largo plazo:
- Falta Presupuesto Nacional y de la voluntad para establecerlo por vía legislativa;
- Incumplimiento de los aportes del Tesoro Nacional a las provincias;
- Manipulación extorsiva a los gobernadores y al propio Poder Legislativo, cuando no la compra lisa y llana de votos imprescindibles para lograr la aprobación de la ley de bases, para evitar la aprobación de leyes que no consideran convenientes y para evitar la anulación de decretos de necesidad y urgencia, entre ellos el DNU 70;
- Intento de eliminar las políticas de Memoria, Verdad y Justicia mediante el cierre de organismos y centros de detención y tortura utilizados por la dictadura cívico militar, así como el continuado ataque a las Madres de Plaza de Mayo;
- Proyecto enviado en sesiones extraordinarias para eliminar las PASO en el mismo año de las elecciones de medio término;
- Proyecto en similar oportunidad para proscribir electoralmente a Cristina Fernández de Kirchner.
Para finalizar este breve diagnóstico no puedo dejar de resaltar el impacto y la degradación social que resulta del uso intensivo de los discursos del odio que Milei viene provocando mediante sus continuadas y explícitas expresiones de placer ante los despidos, el cierre de organismos del Estado y las medidas de ajuste a los sectores populares y de beneficio a los más ricos que él mismo viene implementando.
Cierro este brevísimo balance con la esperanza que su difusión contribuya a poner fin a los verdaderos horrores que estamos viviendo, esperanza que sustento en la capacidad que el peronismo ha demostrado a lo largo de sus setenta años de historia para sobreponerse a los bombardeos a la Plaza de Mayo, a los fusilamientos clandestinos, las proscripciones y prohibiciones, a los treinta mil desaparecidos y, más recientemente, al neoliberalismo, que ahora, aliado con la ultraderecha y reeditando las guerras civiles que nos aquejaron en el siglo , propone nuestra lisa y llana destrucción.
También con la esperanza de que seamos capaces de retomar nuestro rumbo para poder volver a avanzar hacia nuestros objetivos permanentes, que explican la vigencia de nuestros ideales: la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación.
JOSÉ MARÍA FUMAGALLI
Ingeniero Químico (UBA). Vicepresidente de la Asociación Argentina de Ingenieros Químicos. Por más de veinte años fue director ejecutivo de la Cámara de la Industria Química y Petroquímica de Argentina. Consultor en el asesoramiento integral a las industrias químicas, petroquímicas, de procesos y de energía. Integrante del Instituto Patria.
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