Magnates de la informática: ladrones de tiempo y fabricantes de enfermedades

POR RENÁN VEGA CANTOR | La dictadura cotidiana del smartphone y las redes (anti) sociales ha naturalizado su propia existencia, como si fuera consustancial a la esencia humana. Cuestionar el orden tecnológico de la microelectrónica parece traído de los pelos, máxime cuando corporaciones informáticas, que obtienen grandes ganancias con el consumo de celulares, sus aplicaciones y derivaciones (como las redes), se presentan a sí mismas como benéficas para los habitantes del planeta y eso las haría incuestionables.