Defender la dignidad en el acceso a la electricidad

Desde la lógica neoliberal se sostiene que la privatización garantiza que el Estado no pierda ingresos en las empresas públicas, ya que las privadas aseguran la calidad del servicio. Sin embargo, esa afirmación no se verifica en la realidad. Por eso EPEC no puede transformarse en sociedad anónima.

Agregaba la nota periodística que, «en la Secretaría de Energía afirmaron que los cortes tuvieron que ver con «falta de mantenimiento» del sistema eléctrico de las empresas». 

EPEC no puede ser sociedad anónima

Sin tener en cuenta la clara experiencia negativa de las sociedades anónimas Edesur y Edenor, en la provincia de Córdoba el gobierno pretende que la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), creada por Ley 9087, se transforme en una sociedad anónima. Ello fundado, además, en el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 dictado por el Presidente Javier Milei, que es nulo de nulidad absoluta e insanable (art. 99 inc. 3 de la Constitución Nacional).

EPEC es una empresa estatal autárquica que ha acompañado el crecimiento de la demanda de energía en la provincia de Córdoba, genera, transporta y distribuye energía eléctrica que depende del estado provincial. Ella opera con excelencia y no es deficitaria, por lo que resulta inaceptable e innecesario que se la transforme en una sociedad anónima.

Asimismo, EPEC tiene por objetivo satisfacer el interés público sobre el interés privado, lo que lleva a una mayor inversión en infraestructura y servicios que benefician a la comunidad, puede ayudar a generar polos productivos con más fuentes de trabajo abaratando la electricidad y especialmente, fijar tarifas especiales para los sectores más vulnerables de la población.

Además, al ser pública, debe ser transparente y puede ser controlada en tiempo propio, para que no pase lo que está sucediendo con las sociedades anónimas como Edesur y Edenor.

A su vez, el hecho que el gobernador Martín Llaryora diga que todas las acciones de la sociedad anónima quedan en manos de la provincia no es garantía que ello sea siempre así, ya que, siendo una empresa comercial, después puede desprenderse de acciones, con la excusa de capitalizarse.

Hay recordar, que se nos dijo en la privatización de YPF, que quedaron acciones en el Estado y una acción dorada (golden share). Esta última, se afirmaba que le daba un poder de veto especial para evitar tomas hostiles o copamientos contrarios a los intereses del país. Luego, Carlos Menem vendió hasta la acción dorada.

Un pueblo de pie en defensa

Como se dijo, EPEC es la empresa de electricidad estatal cordobesa y debemos defenderla como tal y, en ello, no permitir que se la privatice con una estructura de sociedad anónima comercial.

En tal sentido, rescatemos los pueblos que defendieron su derecho a la electricidad en dignidad, como el de Punta Alta, en la provincia de Buenos Aires.

En la localidad de Punta Alta, la prestación de la electricidad estaba a cargo de la Ítalo”, empresa privada que brindaba un servicio malo y costoso.

Un grupo de vecinos, en 1926, asumieron el desafío de darse el servicio básico de electricidad aportando cada uno, lo que llevó al nacimiento de la primera cooperativa eléctrica del país. La empresa Ítalo, como represalia, le cortó el servicio a Nicoliche, uno de los impulsores de la idea. Luego de la queja del pueblo, tuvo que reponerle la prestación eléctrica.

La Cooperativa Eléctrica Punta Alta, (CEPA), en 1927, comenzó a brindar el servicio y cobraba la mitad de la tarifa que aplicaba la empresa privada extranjera. Además, suprimió los pagos que exigían extras por consumo mínimo y por alquiler de medidor. La Ítalo, enterada que los industriales panaderos apoyaban con fuerza la idea cooperativa, armó una panadería, en la que regalaban el pan, para perjudicar económicamente a los panaderos. Lo épico de la mentalidad comunitaria fue, que las personas siguieron comprando el pan en las panaderías existentes y no retiraban el pan gratis que les ofrecía la Ítalo.

Esperemos no tener que llegar en Córdoba, a actitudes épicas como las del pueblo de Punta Alta, pero debemos tener firmeza en defender EPEC como empresa estatal, pública e integral. Ello garantiza dignidad en el acceso a la electricidad, que es un derecho humano esencial.

El gremio de Luz y Fuerza Córdoba, comprometido con los intereses colectivos de todos y todas, ha entablado un amparo judicial en contra de la constitución en sociedad anónima de EPEC.


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