Reabren causa judicial contra Roberto Navarro por «incitación a la violencia» contra periodistas
La Cámara Federal de Casación Penal reabrió una causa penal contra el periodista Roberto Navarro, dueño y director de El Destape, iniciada por los periodistas Eduardo Feinmann y Luis Majul por una frase del 15 de agosto de 2022, en la que Navarro advertía acerca de los peligros de los discursos de odio que ellos difundían. Quince días después, alguien quiso atentar contra Cristina Fernández. La causa había sido desestimada, pero ahora fue reabierta por los jueces de Casación Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques, quienes fueron designados sin concurso por Mauricio Macri.
La causa se reabrió a pocas semanas de que El Destape informara el escándalo de que el gobierno retenía al menos cinco millones de kilos de alimentos que eran para comedores sociales en dos depósitos. El hecho se suma a la denuncia penal del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, contra los periodistas Darío Villarruel y Nancy Pazos por presunta «instigación a cometer delitos», y a la amenaza al aire que recibió el periodista Facundo Pastor.
En un claro caso de búsqueda de disciplinamiento y ataque a la libertad de expresión y el derecho a la información, los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Carlos Mahiques (este último, quien viajó a Lago Escondido invitado por Clarín y el magnate Joe Lewis), designados en su momento sin concurso por Mauricio Macri, ahora reabrieron una causa penal contra el periodista Navarro, dueño iniciada por los periodistas Eduardo Feinmann y Luis Majul por una frase del 15 de agosto de 2022, donde Navarro advertía sobre los peligros de los discursos de odio que ellos difundían. El tiempo le daría la razón a Navarro: quince días después, Fernando Sabag Montiel intentó asesinar a Cristina Fernández.
La denuncia ya había sido desestimada en dos oportunidades por «inexistencia de delito», en primera instancia por la jueza María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo y, en segunda instancia, por los camaristas Eduardo Farah y Roberto Boico.
La reapertura de la causa penal inicial contra Navarro, en la que le piden de tres a seis años de prisión, se da luego de que El Destape difundiera el escándalo en el Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello, tras conocerse que retenía al menos cinco millones de kilos de alimentos que eran para los comedores populares en dos depósitos en Villa Martelli (Buenos Aires) y la provincia de Tucumán. Un escándalo tras el cual se destaparon casos de corrupción, como sobresueldos y rugbiers ñoquis que cobraban del Estado.
En una editorial de apertura del programa El Pase, que se emite por El Destape, Navarro denunció: «hace muchos años que vivimos en un estado de excepción, que ni siquiera cambió durante la presidencia peronista. Desde 2016 comenzó la persecución a políticos, sindicalistas, organizaciones sociales, medios de comunicación y periodistas. Todos los que el poder considera que pueden obstaculizar sus planes»,
En la misma línea, agregó: «Hoy, en 2024, los mismos actores, impunes, vuelven a atacar. Que hayan sido Patricia Bullrich y el fiscal Carlos Stornelli los que apresaron y culparon de terrorismo e intento de golpe de Estado a quienes fueron a manifestar su reclamo ante una norma de enorme gravedad, revela la enorme impunidad de la derecha nacional y lo poco que se parece a un país democrático la Argentina. Sólo con medios de comunicación cómplices estos actores se reciclan y mantienen en su poder. Ese periodismo se vuelve cada día más violento: difama, injuria, insulta, levanta cargos infundados e inventados. Entre los que apoyaron las detenciones arbitrarias hay senadores, diputados, ministros, periodistas. La podredumbre generalizada. Vivimos en un estado de excepción en el marco de una enorme degradación humana», sentenció.
Otros casos
El hecho se suma la denuncia penal del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, contra los periodistas Darío Villarruel y Nancy Pazos por presunta «instigación a cometer delitos», y la amenaza al aire contra Facundo Pastor.
En el primer caso, el martes 4 de junio el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, denunció penalmente a los periodistas Darío Villarruel y Nancy Pazos, por presunta «instigación a cometer delitos», luego de que opinaran negativamente sobre los escándalos de corrupción, sobresueldos, amigos rugbiers ñoquis y renuncias masivas en el Ministerio de Capital Humano, conducido por Sandra Pettovello, tras el escándalo por los millones de alimentos retenidos.
Ante este hecho, en declaraciones a La Política Online, Nancy Pazos señaló: «la situación es horrible, si quieren intimidar a otros periodistas, lo están logrando. Yo no soy igual que ayer antes de recibir la denuncia. Él no puede salirse de su rol, ser ministro le da poder: toda la Justicia está mirando lo que hace. Intenté ponerme en la cabeza de Milei, que había dicho que la gente iba a resolver cómo no morirse de hambre. Pensé en la comida sin repartir y dije que la gente podía ir a los depósitos y que los aplaudiría. Quería marcar que el Estado no estaba ejerciendo su rol. Sé que esa presentación hizo mucho ruido porque hablé de la Ley Bases y la comparé con la Banelco. Lo que hizo Cúneo no es una jugada inteligente. Tal vez quiere distraer la atención», marcó Pazos, cuya causa fue a parar al juzgado de Ariel Lijo, juez que el gobierno quiere para integrar la Corte Suprema, por lo que la periodista adelantó que pedirá que se aparte de la causa.
Mientras que en el caso de Facundo Pastor, el periodista fue amenaza cuando hablaba en vivo en el canal de noticias A24 sobre los infiltrados, entre ellos los acusados de prender fuego un auto del medio Cadena 3, durante la movilización contra el proyecto de ley bases y la situación de las 35 personas detenidas sin pruebas en distintos penales federales bajo la acusación de «terrorismo».
«A vos que me estás escribiendo en vivo y que te hacés llamar Juan Ignacio. Todo esto, y si me seguís rompiendo las pelotas, va a la Justicia. Te lo digo cortito, porque todo esto que estás haciendo se puede constituir como una amenaza —expresó el periodista al aire mostrando su teléfono celular— Y no muestro el teléfono al aire, para no comprometerte, ¿si? Me están amenazando en este momento, están diciendo pelotudeces. No doy tu teléfono al aire porque directamente se lo voy a pasar al abogado para que haga una causa judicial. Es grave, pero es lógico lo que están haciendo. Se presenta como un periodista y abogado. Decime quién sos o salí al aire. Sumate a debatir, porque el teléfono no se de dónde es, no conozco la característica», remarcó Pastor.
Con información de Anred