¿Por qué nos creemos las noticias falsas?

Cuestionar nuestras propias creencias y la información que nos llega manteniendo una perspectiva rigurosa y equilibrada es una habilidad esencial. Esto implica dudar, pero no descartar de inmediato, permitiéndonos considerar distintas perspectivas antes de tomar una postura o compartir la información.

Escribo este artículo días después de que la dana llegara a Valencia, dejando a su paso un rastro de destrucción física y emocional, de caos y de desinformación. En crisis como esta, la necesidad de entender lo que está ocurriendo nos lleva a buscar respuestas en medios de comunicación y redes sociales. Pero en este flujo surgen noticias falsas que nos confunden, atemorizan y aumentan el estrés colectivo.

El cerebro es excepcional, pero tiende a la pereza y odia la incertidumbre, ante la que reacciona buscando seguridad y control. Esto se conoce en psicología como necesidad de cierre. Si reflexionamos sobre nosotros mismos en estos últimos días tras la dana, probablemente reconozcamos haber experimentado emociones que parten de la inseguridad, como la inquietud o el miedo. En estas situaciones críticas necesitamos respuestas rápidas, aunque no siempre vengan de las fuentes más fiables. En momentos de crisis somos más propensos a confiar y compartir información no verificada. Pero ¿por qué?

Cerebros perezosos, información rápida

Sin embargo, esta segunda evaluación requiere mucho tiempo y energía, y nuestro cerebro es perezoso. Así que, cuando una noticia toca nuestra fibra emocional, a menudo nos quedamos con la impresión inicial sin pasar a esta segunda fase más analítica.

Si estamos de acuerdo, nos lo creemos

En redes sociales, este sesgo se amplifica debido a los algoritmos, que nos muestran contenido alineado con nuestras preferencias, creando una «cámara de eco» en la que solo vemos perspectivas afines. Esto hace que las noticias falsas parezcan más creíbles al ser compartidas y validadas en masa por personas con nuestras mismas ideas, dando lugar al sesgo de grupo.

La importancia del sesgo de grupo en situaciones de crisis

Si se viraliza la información, especialmente en nuestro grupo de referencia, muchas personas tienden a interpretarla como más confiable. Esto es especialmente relevante en redes sociales, donde los contenidos virales adquieren una validación implícita. Durante esta semana se han difundido numerosos vídeos, notas de audio, fotos, capturas de pantalla, muchas veces sin contexto y con información engañosa. Información que se volvió creíble solo por haber sido compartida por miles de personas.

Vigilar las reacciones emocionales

La experiencia de la dana nos ha dejado lecciones importantes, como el poder devastador de la desinformación sobre nuestra percepción de la realidad y estado emocional. Esto reivindica la importancia de desarrollar herramientas de pensamiento crítico. Reconocer nuestras reacciones emocionales ante una noticia puede ayudarnos a hacer una pausa consciente y analizar su veracidad antes de actuar.

Cuestionar nuestras propias creencias y la información que nos llega manteniendo una perspectiva rigurosa y equilibrada es una habilidad esencial. Esto implica dudar, pero no descartar de inmediato, permitiéndonos considerar distintas perspectivas antes de tomar una postura o compartir la información.

Profesora e investigadora en Ciencia Cognitiva, Universitat de València. Texto publicado originalmente por The Conversation bajo una licencia de Bienes Creativos Comunes CC BY-ND 4.0


MIRÁ TAMBIÉN

¿De qué hablamos cuando hablamos de posverdad?

POR ROBERTO RODRÍGUEZ ANDRÉS | En esencia, la posverdad no es muy distinta a otros usos de la mentira que los políticos han hecho a lo largo del tiempo, pero el avance tecnológico ha propiciado que se extienda hasta límites que empiezan a ser preocupantes para la salud de los sistemas democráticos.


El miedo como herramienta política y comunicacional

POR WASHINGTON URANGA | El gobierno de La Libertad Avanza (LLA) no escatima el uso de cualquier mecanismo para imponer sus puntos de vista y acallar las disidencias. El espacio de la comunicación y la cultura es un escenario central de la disputa. La instalación del miedo como una herramienta para lograr el fin. La necesidad de encontrar respuestas colectivas a esta amenaza.


Regulación, equilibrio, justicia

POR OSVALDO NEMIROVSCI | La inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar significativamente nuestra calidad de vida, pero también plantea riesgos, por lo que se torna esencial que establezcamos un marco regulatorio que garantice que estas tecnologías se desarrollen y utilicen de manera ética y responsable.

También te podría gustar...

Deja un comentario