La economía argentina manejada por el Banco JP Morgan
En este artículo se analiza la influencia del J.P. Morgan en diferentes etapas históricas de la economía argentina y, especialmente, en el gobierno de Milei, que cuenta con varios miembros en cargos importantes que trabajaron en el referido banco.
El endeudamiento externo ilegítimo en Argentina, especialmente, desde 1976 en adelante, estuvo acompañado con acciones que facilitaron la trampa y lo indebido y permitieron que se ocultara la información relevante a la sociedad. La estrategia de ocultamiento, desinformación y manipulación se asentó en diversas modalidades de manejos de medios de difusión, funcionales al objetivo querido.
Entre las dinámicas llevadas a cabo, se puede señalar el asesoramiento, la cooptación o la compra de medios de difusión, en especial por los bancos prestamistas externos por medio de sus representantes o vinculados. Así se hicieron dueños, total o parcialmente, de empresas de diarios, revistas, radios, televisión, sistemas de cables, servicios de Internet y telefónicos. Y a los medios de difusión que no eran de su propiedad, los condicionaron de diversas formas, directa o indirectamente.
Estado cómplice
Además, el Estado les facilitó realizar una importante concentración de la propiedad de medios de comunicación que, en muchos casos, llevó conformar grandes grupos oligopólicos. Lo que permitió potenciar la difusión del discurso único, esencialmente, en el tema de endeudamiento externo y competir deslealmente con quienes no estaban cerca de los fines queridos por dichos grupos. Por la ley 22285 de Radiodifusión (1980) se aseguró un mercado cautivo a las estructuras operantes sobre la opinión pública.
Gracias a la lucha, en el año 2003, se logró que la Corte Suprema de Justicia de la Nación declarara la inconstitucionalidad de las normas que impedían el acceso a licencias a cooperativas, mutuales y entidades de la economía solitaria, (Asociación Mutual Carlos Mujica – Radio La Ranchada de Córdoba, 01/09/2003). Ello fue el empuje necesario para el nacimiento en el año 2009, de la ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, que buscaba democratizar la palabra.
Pero después, el presidente Mauricio Macri, apenas asumió, reformó la ley referida, mediante el Decreto de Necesidad y Urgencia 267/2015 y eliminó las disposiciones que determinaban un límite a los oligopolios mediáticos, dado que fijaban una cantidad máxima de licencias que podía tener cada prestador.
Aparato adormecedor
Con los medios de difusión cooptados o condicionados se armó un buen aparato de adormecimiento de los mecanismos de defensa de la sociedad y se posibilitó la mentira constitutiva del ardid necesario para la inaceptable defraudación que se consumó y consuma, en contra del país y que continúa afectando su futuro.
En el tema del endeudamiento, siempre se apeló a un lenguaje complejo —casi críptico— de difícil comprensión para las personas en general. Baste referir, por ejemplo, que se habla de carry trade, en vez de decir «bicicleta financiera», estrategia que consiste en que grandes capitales venden sus dólares y los invierten en pesos a tasas altas —como ahora, al tres por ciento mensual o más— y luego recompran dólares a un precio mantenido bajo de manera ficticia por el gobierno. De esa manera, especialmente los bancos, obtienen grandes ganancias, endeudando al país y empobrecimiento a su población.
Ataque a los que discrepan
Sólo algunos elegidos, «debidamente formados» o adoctrinados en los centros del poder económico y sus universidades, eran y son a los que se les permite hablar y pueden evaluar y tratar la temática, con capacidad reconocida por los interesados. Y a todo aquel que no pertenece a ese grupo de elegidos, se le niega autoridad técnica para opinar en materia de económica. A éstos últimos, el presidente Javier Milei, con desprecio, los llama «econochantas».
Criminal ataque a periodistas
Como parte de la descalificación, también Milei ataca, indiscriminadamente, a las personas que, desde el periodismo, informan o critican su política en general y la económica en especial. Al punto tal, que el presidente llega a decir que considera que «no se odia lo suficiente a los periodistas». Además, los degrada de distintas formas y manifiesta que «son muchos los que debe enviar a la hoguera». De esa manera, no solo condiciona la libertad de expresión, que dice pregonar para sí, sino que justifica la agresión —en manos del aparato represivo del Estado y de fanáticos— a quienes informan, como ya ha sucedido. Resulta un claro empuje ilegal, a delinquir en contra del periodismo.
A su vez, como nunca, las y los periodistas están limitados en su tarea como consecuencia de la inseguridad laboral, sueldos por debajo de la línea de pobreza, (en algunos casos, por debajo de la línea de indigencia) y condiciones cada vez más denigrantes de trabajo y futuros inciertos.
Banco JP Morgan
En la influencia en los medios por parte de bancos, cabe referir, por ejemplo, que el JP Morgan ha sido el principal asesor y proveedor de servicios financieros al Grupo Clarín, el grupo económico-mediático más importante del país.
Mientras tanto, en este aspecto y a manera de ejemplo, cabe recordar, que el banco JP Morgan, se fusionó, en el año 2000, con el Chase Manhattan Bank de los Rockefeller. Esta última, entidad financiera que integró el Consejo Asesor el exministro de Economía del Proceso Militar de 1976 José Alfredo Martínez de Hoz, padre de la política económica neoliberal que se instaló en el país durante el último gobierno militar de facto. Política esa, que repetía la frase: «Hay que achicar el Estado para agrandar la Nación» y que, desde tremendas ilegalidades, aumentó enormemente la deuda externa argentina.
La bicicleta financiera que se instauró permitió el ingreso de dinero, que nos endeudó y luego, se llevó el ahorro argentino, con el dólar garantizado ficticiamente en su valor, durante los diversas gestiones enlas políticas económicas aseguraron su precio. Así fue con las políticas económicas fijadas por los ministros de Economía de turno, («la tablita» de José Martínez de Hoz; «el dólar uno a uno» de Domingo Cavallo y ahora el «dólar bajo» de Luis Caputo).
Al presente, varios miembros del equipo económico del gobierno de Milei han ocupado puestos relevantes en el banco JP Morgan. Ellos son: Luis Caputo (ministro de Economía), Santiago Bausili (presidente del Banco Central), Pablo Quirno (secretario de Finanzas), Vladimir Werning (vicepresidente del BCRA), José Luis Daza (vice ministro de Economía) y Demian Reidel (presidente de Nucleoeléctrica Argentina y ex jefe de Gabinete del Consejo de Asesores).
Al decir del experto económico Pablo Tigani, en el diario Ámbito Financiero del 19/08/25 ahora, «las decisiones económicas responden a la lógica del acreedor internacional y no a la del ciudadano. El FMI provee desembolsos, J.P. Morgan redacta informes “optimistas” y el Ministerio de Economía ejecuta políticas que garantizan retornos financieros, aunque impliquen recesión y pobreza interna». Y en este escenario los medios hegemónicos actúan como relatores de la épica del ajuste. Pero lo cierto es que, detrás de la retórica de la estabilidad, se esconde una mesa de dinero administrada a espaldas de la ciudadanía, donde la prioridad no es el bienestar social sino la conservación de privilegios financieros (Stiglitz, 2002). Y todo ello opera como un blindaje electoral, pero que después de las elecciones próximas, de ninguna manera, garantiza que el panorama futuro no sea el abismo.
Miguel Rodríguez Villafañe
Abogado constitucionalista cordobés, exjuez federal de Córdoba, especialista en Derecho de la Información y periodista de opinión.
MIRÁ TAMBIÉN

Catrasca ataca de nuevo
POR OSVALDO NEMIROVSCI | La anormalidad es la desviación significativa de los patrones comúnmente aceptados de comportamiento, emoción o pensamiento. No es lo mismo pretender ser disruptivo o rebelde, que ser anormal. En todo caso merece buena atención galena y, si es un presidente, mucho más.

¿Dónde está Hiroshima?
POR SERGIO PERALTA | En la historia de la humanidad, el bombardeo sobre Hiroshima y Nagasaki se inscribe como el acto de guerra contra una población civil justificado para terminar un conflicto bélico. Tal como hoy ocurre en Gaza.

Las lágrimas de Lula
POR JORGE MAJFUD | El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se quebró al celebrar la noticia de que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Brasil logró salir nuevamente del Mapa del Hambre. Durante un acto en el Palacio de Planalto, Lula recordó momentos de su infancia y juventud.