Gastón Garriga: «Los algoritmos saben qué botón apretar para encender determinadas pasiones y sentimientos»

En el marco del lanzamiento del libro Tecnopolítica y tercera posición, Mariano Quiroga dialogó con el consultor político y miembro del grupo Nomeolvides. Discursos de odio, filtros burbujas y cómo interpelar al otro son algunos de los pasajes que se pueden encontrar en esta nota.

Siguiendo con la línea que empezó a escribir en el libro Campañas Moleculares, publicado por la Universidad Nacional de Avellaneda, Gastón Garriga se sumerge en la difícil tarea de poder entender cómo se establecen los diálogos en el territorio digital. La experiencia de las charlas sobre ciberactivismo que realizó como miembro del grupo Nomeolvides, previo a las campaña electoral del 2019, le dieron al escritor una sensibilidad notoria para saber cómo tratar a un vecino despolitizado, el cual hay que interpelar de cara a las próximas elecciones

¿Que vamos a encontrar en Tecnopolítica y cómo se vincula con Campañas Moleculares?

—Este libro cierra una etapa porque logramos meter en un mismo volumen dos libros: Campañas Moleculares y Tecnopolítica y Tercera Posición. Son dos libros complementarios, se escribieron en dos momentos diferentes, pero hablan de lo mismo. Es mejor que estén juntos a que estén separados, Campañas Moleculares es un manual de como hacer una campaña, es una especie de tutorial. Lo escribimos en 2019, fue escrito pensando en como llegar a la mayor cantidad de lugares posibles, interpretando un espíritu de época, donde todo el mundo quería sumar su voto para que se vaya Macri.

Hay una corriente que considera que las plataformas digitales son distintas al territorio físico. ¿Crees que es así?

—Tarde en entender que los territorios digitales son análogos a los territorios físicos. Lo que mas me preocupa es que cometemos en los territorios digitales los mismos errores que en los fisicos, que es la endogamia. Las redes sociales son grandes plataformas de conversación donde yo tengo la oportunidad de intercambiar con otros que no son iguales a mi. Si yo intercambio con otros que son iguales a mi, lo que hago es desaprovechar el espacio para tratar de construir una mayoría. 

¿Más allá del formato siempre hay que hablar con el vecino y con las comunidades que se crean en los territorios digitales? 

—La comunicación es sinónimo de intercambio, donde no hay intercambio no hay comunicación y donde no hay comunicación no pasa nada. No importa si yo tengo muchos seguidores, lo que importa es que yo participe en la conversación, responda a las interacciones, interesarme por lo que piensan los otros, sino soy un loco gritando con un megáfono en una habitación. Si yo simplemente viralizó los materiales de mi agrupacion, soy como un trosko, las redes sociales nos presentan una gran oportunidad, ahora para aprovechar esa oportunidad tenemos que hacer ajustes en nuestra comunicación.

El hecho de «troskearla» es lo que después termina generando lo que se denomina el filtro burbuja o las cortinas de eco, nos terminamos hablando entre nosotros

—Tenemos que ser conscientes de ese efecto, cuando yo era pibe y no tenias nada que hacer te leías todos los diarios y te enterabas de todo, despues te juntabas con otros y discutias pero los temas de discusión eran esos, los que estaban en el diario. Hoy es prácticamente imposible saber lo que pasa en todas las galaxias que conforman internet, porque Tik Tok es una galaxia, ahí vive mi hija mas chica y yo vivo en Twitter que es otra galaxia, a veces tenemos entrecruzamientos.

—¿Es en esas galaxias donde se empiezan a construir relatos como los que pudimos ver durante la pandemia. Por ejemplo con los antivacunas? 

—Eso es lo que pone en peligro el pacto democratico, es la gota que orada la piedra. Va generando sentido, va generando convicciones y esas convicciones van poniendo al otro en un lugar y es ahí cuando se produce el campo fértil para los discursos de odio. Donde el otro queda en un lugar de condenado. Es un contenido que matchea bien con determinado perfil psicológico o psicográfico, entonces un determinado grupo coincide con esas necesidades psicológicas y va a comprar ese discurso con independencia de los datos. No tiene que ver con la cuestión de los datos, porque dato no mata relato, la evidencia empírica científica no tiene la potencia que tenia en otro momento, los algoritmos saben qué botón apretar para encender determinadas pasiones y sentimientos 

—¿Crees que es posible dialogar con la gente que está dentro de sus propios filtros burbujas?

—Para nosotros no se trata de un otro sino de distintos tipos de otros, esto pensalo en términos simétricos porque del otro lado alguien dice lo mismo de nosotros. Hay un otro con el que no es posible dialogar. La sociedad argentina está compuesta de dos minorías politizadas y una tercera posición más chica que es una minoría despolitizada. La segunda minoría politizada es el antiperonismo, que es anterior al peronismo. Nosotros creemos que esa falsa creencia de superioridad y la tilinguearía existe desde antes del peronismo, con el peronismo se bautizó como antiperonista, pero existía desde antes. Frente a esos sentimientos de odio, no hay mucho recurso, porque el odio te blinda, te vacuna contra cualquier reacción posible, impide que te entre algo que no sea lo que vos ya crees. El otro 20%  todavía no esta enfermo de odio y esa parte de la población es la que  está en disputa, cualquiera de las dos minorías intensas si quiere ganar el gobierno tiene que armar una mayoría y para armarla tiene que ir a buscar es a ese 20%.  Jauretche lo llamaba zonzo, nosotros decimos que hay que leer a Jauretche pero también decimos que el zonzo del siglo XXI tiene cosas que son de estos tiempos y que tiene que ver con la lógica de los algoritmos. Tecnopolítica le habla a la política de cómo tiene que hacer para conquistar a ese 20%

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Mariano Quiroga

Este artículo se publica gracias a un acuerdo de colaboración entre Esfera Comunicacional con Multiviral.(https://multiviralok.net), que produce contenidos sobre tecnología, geopolítica y poder.

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