Relevamiento sobre prácticas informativas en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén: Cae el consumo de noticias
El Observatorio de Comunicación y Temáticas Sociales (OCTS) de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Comahue presentó el relevamiento sobre las prácticas informativas en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén. Se trata de una indagación realizada entre marzo y abril de 2023.
Mediante un cuestionario puesto en circulación por personas que actuaron de difusoras y a través de distintos medios, redes y estrategias, la encuesta sistematiza las respuestas de 418 habitantes de catorce localidades de la región.
Dentro de las conclusiones generales señala que «el tiempo y la energía que las personas que habitan del Alto Valle de Río Negro y Neuquén dedican a informarse decae en todos los medios y en todas las plataformas, y que la cantidad que evita las noticias, crece».
Por otra parte, informa que «uno de los factores más importante que aducen las personas consultadas es la carga de negatividad que encuentran en la información y las consecuencias que ello implica».
Asimismo, constata que «el teléfono móvil sigue siendo el aparato que concentra el mayor tiempo de uso» y que «los sitios de noticias en la web y las redes sociales son los lugares elegidos para acceder a la información, aunque la radio y la televisión se mantienen como medios de referencia».
En este sentido, detecta que «existen marcadas diferencias entre el modo de consumir de las personas más jóvenes y el de las mayores de cincuenta años, lo que muestra que la edad es la gran articuladora de las prácticas de consumo».
Finalmente, describe que «Whastsapp es, entre todas las redes sociales y medios conectivos, la que genera mayor dependencia por parte de la población encuestada», y amplía que «las redes sociales y los teléfonos móviles son consumos catalogados como “obsesivos”, que una gran mayoría llega a considerar como “adictivo”».
En términos relativos, el relevamiento parece indicar que las personas encuestadas consumen menos noticias y dedican menos tiempo a la práctica de informarse. El cruce de los datos de este relevamiento con los resultados de los estudios similares realizados en 2018 y 2021, brinda una mirada comparativa de estas prácticas y marca tendencias que son analizadas en este documento.
En efecto, respecto de los estudios anteriores, la caída del tiempo y la intensidad informativa que verificamos no es un fenómeno local, sino que se detecta a escala mundial y forma parte de una tendencia creciente. El informe anual Digital News Report del Reuters Institute y la Universidad de Oxford de 2022 documenta «la desconexión creciente entre el periodismo y el público con fenómenos como una caída en la confianza, un declive en el interés por las noticias y un aumento de quienes las evitan a propósito».
La finalidad del Observatorio es realizar investigación empírica y producir información desde una lógica regional sobre los fenómenos comunicativos en un sentido amplio, que va desde las condiciones de producción periodística, el consumo de medios, la utilización de nuevas tecnologías o el uso de comunicación alternativa o popular, entre otras temáticas.
Si bien hay múltiples causas, en nuestro informe exploramos dos: los atributos que se esperan de las informaciones y los efectos que producen las noticias en la gente, que Boczkowski (2022) define como «las emociones» que provoca la experiencia de lectura, escucha o visionado de noticias. En nuestro caso, el informe consigna emociones negativas en la enorme mayoría de los casos.
En comparación con las mediciones anteriores, la intensidad del consumo de noticias en 2023 bajó. Si bien la gente dice estar todo el día leyendo, escuchando o mirando noticias en cualquiera de los medios que forman parte de su rutina, no lo hace con la misma intensidad que en 2021 o 2018.
Conclusiones
- La gente encuestada dice dedicar «mucho tiempo» de su día a estar informada, pero no tanto tiempo como el que se registró en mediciones anteriores. Es decir que aparece una tendencia a exponerse menos a las noticias.
- Aparece, incluso, un grupo importante que afirma «no consumir noticias».
- En este sentido, podemos decir que las noticias, por múltiples factores, generan en las personas efectos negativos. Palabras expresadas ante la noción de noticias, tales como preocupación, tristeza, enojo, angustia, indignación, incertidumbre, miedo, desazón, hartazgo, ansiedad, decepción o impotencia, contrastan fuertemente con otras expresiones más positivas como interés, información, esperanza, conocimiento o simplemente «nada».
- La edad —más que las identidades de género— determinan una diferenciación muy marcada en los tiempos y rituales informativos. Son las personas jóvenes las que dicen encontrarse con las noticias mientras navegan en redes o realizan otras actividades online, en contraste con las mayores de 35 que afirman concentrarse en el consumo informativo.
- Los horarios preferidos son, en consecuencia, el mediodía y el inicio de la noche, que es cuando se emiten tradicionales audiciones/programas informativos en radio y televisión.
- Las redes sociales y los sitios de noticias en la web, pero también la radio y la televisión, son los medios elegidos por las personas encuestadas para encontrarse con la información. Un cuarteto que se mantiene casi inalterable desde nuestras mediciones de 2018.
- El teléfono móvil sigue siendo la plataforma clave para casi todas las prácticas culturales. Incluso la de estar informados. Pero lo es aún más que en mediciones anteriores: la tendencia creciente es clara. La TV y la radio, bajan con respecto al 2021, año de la pandemia y del encierro.
- Las personas más jóvenes usan el móvil para casi todo (menos escuchar radio y podcasts), los mayores de cincuenta para informarse, escuchar radio, música y mirar videos. Las personas de más de sesenta privilegian las noticias. Los segmentos etarios de entre veinte y cincuenta distribuyen sus prácticas entre noticias, mirar videos y series, y jugar. Una plataforma convergente que parece estar al servicio de cada práctica particular.
- Twitter es la red elegida por las personas encuestadas para estar informadas. Están prendidos «constantemente» a la plataforma del pájaro azul. Más atrás, Facebook e Instagram.
- Nuevamente acá, la edad marca diferencias: las personas jóvenes apuestan por Instagram para informarse y las mayores, por sistemas de chat como Whatsapp.
- Sin embargo, hay un acuerdo general del 65 % de la gente en que la red «imprescindible» para desenvolverse diariamente es Whatsapp.
- La escucha de podcast y la lectura de newsletters es muy baja. En el primer caso, apenas pasa el 30 % y en el segundo, esos boletines informativos son consumidos por un 20 %.
- Las personas encuestadas consideran que los principales atributos que debe tener la información son: consignar la fuente de donde viene la información, la necesidad de que sea creíble y que refleje la realidad del entorno.
- Aquí la edad también establece diferencias: mientras que las personas más jóvenes dicen que los valores son que «sea importante» y que «sea creíble», las personas mayores se inclinan por la credibilidad y por la cantidad de fuentes de la información.
El informe completo puede consultarse acá.