¿Qué vías le quedan a Julian Assange para evitar la extradición a los Estados Unidos?

En una nota firmada Emilia Morales, el diario Público de Madrid explica que a Julian Assange, fundador de WikiLeaks, se le agotan las alternativas para evitar su extradición a los Estados Unidos, donde se enfrentaría a cargos que pueden sumar más de cien años de prisión.

Julian Assange

Después que el 6 de junio el juez Jonathan Swift del Tribunal Superior de Justicia de Londres rechazara el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Assange contra la decisión del Gobierno británico de extraditar al periodista a los abogados de Assange les queda una última carta por jugar en la jurisdicción inglesa: recurrir la decisión del juez en el mismo organismo. «La defensa ha presentado un nuevo recurso para que otros dos jueces de la High Court valoren de nuevo los motivos de la apelación rechazados por Swift la semana.

«Si esta estrategia de defensa no funcionara —explica Morales— sólo les quedaría acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), donde ya han recurrido la decisión de la Supreme Court de extraditar a Assange a pesar de las razones humanitarias y el riesgo de suicidio argumentado por sus abogados. Paralelamente, podrían solicitar al organismo europeo medidas cautelares para evitar su extradición hasta que ambos recursos se resolvieran.»

En abril del pasado año, el Tribunal Superior de Justicia de Londres emitió una orden de extradición sobre Assange para que fuera enviado a EE. UU., donde le espera una acusación de dieciocho cargos relacionados con delitos informáticos y espionaje. El tribunal londinense puso la decisión final en manos de la ministra de Interior de Reino Unido, Priti Patel, quien finalmente firmó la orden de entrega del periodista en junio de 2022.

La defensa trató de revertir esta decisión argumentando, principalmente, que no se cumplía el principio de especialidad que establece que la persona extraditada sólo puede ser juzgada por los motivos por los que fue aprobada su extradición. En EE. UU., Assange será juzgado en relación con la filtración de miles de documentos sobre las guerras de Irak y Afganistán, publicados en WikiLeaks en 2010. Sin embargo, la defensa teme que una vez pise territorio norteamericano, sea juzgado por otras informaciones difundidas por el medio.

Ante la negativa del juez de discutir este fundamento, sus abogados piden que se revise de nuevo esta decisión. En función de la decisión que se tome sobre este asunto, podría abrirse una pequeña ventana en el oscuro futuro de Assange.

En principio, existen tres posibilidades:

  • Si los jueces admiten a trámite alguno de los motivos de apelación, se celebrará una vista pública en la que los argumentos de la defensa para evitar la extradición de Assange podrán ser denegados o aceptados. De aceptarse alguno de ellos, se pararía la extradición del periodista australiano y EE. UU. podría apelar, dejando la decisión final en manos del Tribunal Supremo de Reino Unido. Este sería el mejor escenario para el fundador de WikiLeaks.
  • La segunda opción, menos esperanzadora para Assange, es que en la celebración de la vista los jueces desestimen definitivamente los argumentos de la defensa, a la que sólo le quedaría apelar a la Supreme Court.
  • En tercer lugar, cabe la posibilidad de que la High Court ni siquiera acepte estudiar los argumentos presentados por los abogados. De ser así, la única opción que tendría la defensa es recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos: el último escenario en el que Assange podría luchar contra su extradición.

Por el momento —señala la periodista española—, la Justicia británica no pone límite de tiempo para resolver dicho recurso, aunque la defensa estima que podría ocurrir en un plazo aproximado de un mes. Hasta ese momento, los tres escenarios están sobre la mesa.

En paralelo al proceso judicial, los familiares de Assange exploran la vía diplomática, en busca de apoyos a la causa del periodista. El presidente de Brasil, Lula da Silva, el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, o la ministra de Estado de Cultura y Medios de Comunicación alemana, Claudia Roth, son algunos de las personalidades que han mostrado su secundado la liberación de Assange.

Fuente: Público

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