Elon Musk lanza Grokipedia: La nueva «batalla» por la verdad en Internet
Con la promesa de crear una enciclopedia «más precisa y libre de sesgos», Elon Musk presentó Grokipedia, un proyecto impulsado por su compañía xAI, que busca competir con Wikipedia dejando que la inteligencia artificial organice el conocimiento. La iniciativa combina ambición tecnológica con una batalla cultural que apunta a controlar la difusión de la información en la era digital.
Elon Musk volvió a mover el tablero global de la tecnología con un anuncio que, más allá de lo técnico, tiene un fuerte componente simbólico: la creación de Grokipedia, una enciclopedia digital basada en su inteligencia artificial Grok, desarrollada por su empresa xAI. La plataforma, presentada como una alternativa a Wikipedia promete ser «más precisa, imparcial y abierta al conocimiento global», según las propias palabras del empresario.
Musk no oculta sus intenciones: «La verdad será nuestra única misión», escribió al anunciar el proyecto, que ya cuenta con una versión beta con 1.900.000 artículos en español. Grokipedia, sostiene, aspira a convertirse en «la fuente de conocimiento más grande y confiable del mundo», un espacio donde humanos y máquinas puedan consultar información «sin restricciones ideológicas».
Sin embargo, la promesa de Musk genera escepticismo. Las polémicas en torno a Grok —y la deriva ideológica de X/Twitter desde que la adquirió— alimentan las dudas sobre su verdadera neutralidad.
We are building Grokipedia @xAI.
— Elon Musk (@elonmusk) September 30, 2025
Will be a massive improvement over Wikipedia.
Frankly, it is a necessary step towards the xAI goal of understanding the Universe. https://t.co/xvSeWkpALy
Los tres pilares de Grokipedia
El proyecto se sostiene sobre tres pilares fundamentales:
- Neutralidad informativa – Musk acusa a Wikipedia de mantener un «fuerte sesgo político y cultural». Grokipedia, promete, buscará eliminar toda inclinación ideológica mediante algoritmos diseñados para detectar y corregir parcialidades.
- Razonamiento computacional – El sistema se apoya en Grok, el modelo de lenguaje de xAI, capaz —según Musk— de leer una página de Wikipedia, evaluar su veracidad y reescribirla con mayor precisión. Grokipedia, en este sentido, no ignora a Wikipedia: la consulta, analiza sus contenidos y mide su fiabilidad, comparando datos con otras fuentes para determinar su grado de verdad. El resultado, en teoría, sería una enciclopedia que combina la vastedad de la información en línea con la capacidad de inferencia de la IA, reduciendo errores y evitando manipulaciones.
- Acceso libre y de código abierto – La plataforma estará disponible tanto para el público general como para otras inteligencias artificiales, con la aspiración de convertirse en un repositorio universal de conocimiento.
Antes de continuar, cabe recordar que Wikipedia, administrada por la Fundación Wikimedia, es una organización sin fines de lucro que alberga más de 63.000 000 de artículos en 334 idiomas, redactados por voluntarios de todo el mundo. Su principio fundacional es la neutralidad, y su línea editorial busca reflejar consensos de veracidad sin emitir opiniones.
Grokipedia no ignora a Wikipedia, analiza su fiabilidad mediante inteligencia artificial, en un intento por construir una nueva capa de validación del conocimiento digital.»
Desde hace más de dos décadas, Wikipedia ha sido el referente del saber digital y uno de los diez sitios más visitados del planeta. Pero Musk —junto a otros críticos— considera que la enciclopedia está influenciada por una mirada progresista, a la que denomina irónicamente Wokepedia, en alusión al término woke, asociado a los movimientos por la igualdad y la diversidad. Una narrativa, por cierto, similar a la de Donald Trump, cuando el presidente de EE. UU. descalifica a todos los que no piensan como él.
Una cruzada contra el statu quo
Con Grokipedia, Musk vuelve a desafiar a los gigantes establecidos. Lo hizo con Tesla en la industria automotriz, con SpaceX en la exploración espacial y con X/Twitter en el ecosistema digital. Ahora busca hacerlo en un terreno aún más sensible: el del saber colectivo.
Desde hace años mantiene una disputa abierta con Wikipedia y con su fundador Jimmy Wales, a quien acusa de permitir que activistas ideológicos manipulen la información. Wales, por su parte, le respondió que X «se ha convertido en un refugio para la desinformación y los trolls».
Sin embargo, no todos dentro del universo de Wikipedia disienten con Musk. Larry Sanger, cofundador del proyecto y hoy crítico de éste, coincide parcialmente con Musk. A su juicio, el contenido de Wikipedia se ha vuelto «globalista, académico, secular y progresista», una orientación que podría beneficiarse —dice— de una revisión más plural.
Las tensiones entre ambos mundos se intensificaron a comienzos de este año, cuando Musk acusó a Wikipedia de difundir propaganda política y llamó públicamente a «desfinanciarla hasta que recupere el equilibrio». El episodio estalló luego de que la enciclopedia incluyera una referencia al gesto de Musk durante la asunción de Donald Trump, un hecho que reavivó su alineamiento con sectores de la nueva derecha digital.
De comprender el universo a reescribirlo
Grokipedia no es solo una enciclopedia automatizada. En palabras de Musk, representa «un paso hacia la comprensión del Universo», consigna que repite desde el nacimiento de xAI. La idea es que la inteligencia artificial no se limite a indexar datos, sino que «razone sobre ellos», contraste fuentes y actualice información en tiempo real.
Musk presenta Grokipedia como una cruzada por la neutralidad, pero para muchos expertos forma parte de un proyecto político más amplio: redefinir quién controla la verdad en la era digital.»
En la práctica, el sistema combinaría el formato enciclopédico con las capacidades conversacionales de Grok, permitiendo consultar, debatir y personalizar los contenidos. Musk sostiene que la IA puede «discernir qué es engañoso y qué falta», generando textos más coherentes y menos propensos a manipulaciones.
El nombre Grok proviene de la novela Forastero en tierra extraña de Robert Heinlein y significa «comprender profundamente». Esa es, justamente, la ambición de Musk: convertir su IA en un mecanismo capaz de «comprender y reescribir el conocimiento humano», un ideal que fusiona fe tecnológica y cruzada ideológica.
El debate: neutralidad o control
El anuncio despertó entusiasmo, pero también preocupación. Para Agustín Espada, director de la Maestría en Industrias Culturales de la Universidad Nacional de Quilmes, «con este lanzamiento, Musk suma un nuevo capítulo a su proyecto político de gestionar la difusión de información y opinión pública».
Según el investigador, «el objetivo no es solo discutir cómo se genera conocimiento, sino quién lo controla». Y agrega: «Grokipedia se presenta como neutral, pero está cargada con los sesgos de los humanos y los empresarios que la financian».
Asimismo, desde el ámbito académico se advierte que el proyecto se inscribe en una tendencia más amplia: la disputa por el sentido común en la esfera digital. En ese marco, las nuevas derechas —de las cuales Musk es figura emblemática— buscan redefinir el concepto de verdad, cuestionando incluso certezas que parecían consolidadas.
La nueva batalla por la verdad
Varios expertos coinciden en que Grokipedia puede abrir una nueva era de conflictos informativos. Aunque promete transparencia, su estructura —guiada por una IA propiedad de xAI— deja abiertas las preguntas sobre quién decide qué es verdadero.
Como sintetiza Espada: «Grokipedia se inscribe en la búsqueda de las nuevas ultraderechas por redefinir la verdad y pone en duda incluso lo que creíamos indudable».
El lanzamiento de Grokipedia promueve una disputa por el sentido común en Internet: entre el conocimiento colaborativo y la verdad algorítmica que promete la inteligencia artificial.»
Por ahora, la plataforma sigue en desarrollo, pero su sola aparición ya desató una batalla simbólica por el futuro del conocimiento. Entre la promesa de precisión algorítmica y la sospecha de manipulación ideológica, Grokipedia condensa una pregunta que trasciende lo tecnológico: ¿Quién tendrá la última palabra sobre la verdad en Internet?
A medida que el proyecto avanza, la comunidad tecnológica y académica observa con atención. La iniciativa podría marcar un nuevo capítulo en la disputa sobre la neutralidad de la información y la influencia de la inteligencia artificial en la construcción del saber.
Aquí se abre la gran pregunta: ¿puede existir realmente una enciclopedia sin sesgos? Musk apuesta a que sí. Y aunque la neutralidad absoluta parezca inalcanzable, su propuesta busca «diversificar el ecosistema informativo» y romper el «monopolio cultural» que Wikipedia ha consolidado durante dos décadas.
Por ahora, sólo resta esperar qué consecuencias traerá Grokipedia. Hay quienes adelantan un pronóstico: incremento de la desinformación y circulación de conocimiento no científico. Y existe un consenso en que, detrás de la cruzada por la neutralidad, Grokipedia es un proyecto político más amplio que busca redefinir quien controla la verdad en la era digital. De hecho, la creación de Grokipedia abre una nueva disputa por el sentido común en Internet entre el conocimiento colaborativo y la verdad algorítmica que promete la inteligencia artificial.
Marcelo Valente
Editor de Esfera Comunicacional.
LEÉ TAMBIÉN

Martín Becerra: «Internet pasó de la promesa democrática a un modelo de concentración y opacidad»
POR ESFERA REDACCIÓN | En la cuarta entrega de Polarizados, el nuevo podcast de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), Iván Schuliaquer mantuvo una extensa entrevista con Martín Becerra en la que repasan los grandes dilemas que atraviesa la comunicación contemporánea, desde la frustrada promesa democrática de internet hasta la irrupción de la inteligencia artificial. Becerra es profesor universitario, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y referente en estudios sobre medios y plataformas.

Ilusión mediática para octubre, de la mano de Tío Sam
POR HUGO MULEIRO | La cobertura de Clarín, La Nación e Infobae durante septiembre exhibe contradicciones entre la celebración de la ayuda norteamericana y el señalamiento de sus exigencias: reformas estructurales, ruptura con China y reordenamiento político interno. El discurso editorial oscila entre la esperanza de recuperación electoral y el temor a un poder presidencial atrapado en sus propios límites.

El proyecto tecnolibertario de Silicon Valley y Milei es una amenaza para una democracia soberana
POR ALFREDO MORENO | La inteligencia artificial ofrece un enorme potencial para fortalecer políticas públicas y optimizar recursos, pero su uso sin control democrático implica ceder soberanía a algoritmos diseñados bajo lógicas de mercado del norte global.

A veinte años de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información: ¿Qué retos enfrentan los pueblos ante el actual panorama digital?
POR JAVIER TOLCACHIER | En julio pasado se realizó en Ginebra la Revisión de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información+20, con el objetivo de evaluar logros alcanzados desde el Plan de Acción de Ginebra de 2003 y la Agenda de Túnez acordada en 2005 y coordinar esfuerzos para una cooperación digital global renovada, sentando las bases de futuras agendas. A fin de analizar los aspectos más significativos y las implicancias del evento de revisión, la red latinoamericana y caribeña Internet Ciudadana organizó a fines de agosto un seminario en línea bajo el título «A 20 años de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información: ¿Qué retos enfrentan los pueblos ante el panorama actual digital?»

Contra la demonización del celular: educar en pensamiento crítico, no en prohibiciones
POR ENRIQUE DANS | La obsesión por mantener a los adolescentes alejados de los teléfonos celulares repite viejas lógicas de censura. El verdadero desafío no es prohibir dispositivos, sino enseñar a usarlos con criterio: detectar noticias falsas, proteger la privacidad y comprender cómo operan las dinámicas digitales. Sin esa educación, condenamos a los jóvenes a la ignorancia y a la manipulación en el mundo que ya habitan.