El cinismo de un ministro
Caputo lo hizo. Milei lo hizo. Es cinismo al palo quejarse por el aumento de la cuota de las empresas de medicina prepagas.
El ministro Luis Caputo, voz importante en este Gobierno nacional, sale y dice «las prepagas le están declarando la guerra a la clase media», haciendo referencia al alto valor de las cuotas mensuales, hoy y en muchos casos, imposibles de pagar.
Todo bien, una declaración justa y una seria advertencia a las pocas —no más de ocho grandes prestadoras de servicios de salud privadas— empresas que manejan el rubro y ponen los valores que quieran. A veces para compensar atrasos en sus ingresos y otras para aumentar desmedidamente sus buenas ganancias.
¡Capitalismo puro! Pero bueno, estamos en ese mundo. Sin embargo, el tema pasa por saber por qué hacen eso.
Bueno, las prepagas no aparecieron de pronto con altos precios que «agreden a la clase media», previamente hubo un decreto de necesidad y urgencia, el famoso DNU 70/23, que Caputo defendió a capa y espada y que el Gobierno impulsó con toda su fuerza. Ese decreto desregula el accionar de las prepagas; es decir, les permite poner el precio que quieran. Claramente, el DNU expresa que «elimina cualquier restricción en los precios». Otra vez «capitalismo puro» como le gusta al Gobierno.
Entonces, fue el Gobierno, fue Caputo, quien autoriza a las prepagas a aumentar sus cuotas.
Hasta ahora, la regulación existente impedía a estas empresas manejar los valores según su ocurrencia, debían acordar con el Gobierno los aumentos, y estos siempre iban de alguna manera contemplando que los afiliados puedan pagarlos.
Pero los libertarios Milei y Caputo no creen en regulaciones y entonces otorgaron a las prepagas la posibilidad de decidir solos cuánto quieren ganar. Mucho desde ya, son empresas y buscan su rentabilidad.
Ahora Caputo, como el cocodrilo, vierte lágrimas, chilla, histeriza su reclamo y se hace el desentendido, ya que fue él y solo él quien creo este entuerto que está perjudicando a miles de familias de la clase media argentina, que ya no pueden tener una prepaga de salud pues las cuotas que les vienen son altísimas.
Caputo lo hizo. Milei lo hizo. Es cinismo al palo estar quejándose.
Es, de alguna manera, tomar como bobos a quienes hoy padecen el no poder afrontar los gastos de las prepagas. Es irrespetuoso. Nada raro para funcionarios de este Gobierno
Tienen todas las atribuciones para dar vuelta esa tortilla y volver a regular los precios de las prepagas.
