¿El Gobierno busca la desaparición de Arsat?

Con el desfinancimiento de la empresa estatal de telecomunicaciones y tecnología satelital ARSAT, el Ejecutivo parece querer vaciarla para avanzar en su privatización, una idea que ya manifestó. El congelamiento de proyectos, la falta de ejecución de créditos ya asignados, el atraso salarial y un programa de retiros parecen apuntar en esa dirección.

El año pasado, los trabajadores de esta sociedad anónima del Estado habían acordado aumentos en paritarias de acuerdo con lo firmado por el sector de trabajadores telefónicos (Foetra). Sin embargo, con el cambio de Gobierno estos acuerdos no fueron respetados porque el nuevo Poder Ejecutivo considera que los trabajadores debían adecuar su paritaria a la de la Administración Pública Nacional (APN), aunque tampoco se les hicieron los aumentos de los trabajadores de ese agrupamiento. Recién en febrero se acopló su paritaria a la APN pero sin recuperar los meses perdidos.

Al respecto, Ezequiel Mc Govern, responsable de Innovación IT y delegado de Foetra en Arsat, manifestó a la Agencia TSS: «Como somos una sociedad anónima pero el accionista es el Estado, ellos tenían que dar el visto bueno para aprobar el convenio paritario. Siempre se hacía en forma automática, esta vez no lo aprobó y nos desacopló de la paritaria del sector. Estuvimos sin aumentos en diciembre, sin cobrar el bono de enero y recién empezamos a tener aumentos en febrero pero de la APN, que no tiene nada que ver con el trabajo que hacemos nosotros. Estamos con sueldos un 50 % menores de lo que corresponde a nuestra actividad. APN había tenido aumentos en diciembre y enero, pero a nosotros no nos los aplicaron y por eso iniciamos una causa judicial por discriminación, ya que dicen que somos APN, pero a nosotros no nos dieron esos aumentos, lo mismo que hicieron con Aerolíneas y con los universitarios».

Muchos de los trabajadores de esta empresa son ingenieros y técnicos en telecomunicaciones e informática con mucha demanda de trabajo en el sector privado, por lo que siempre fue muy difícil para el Estado retener a estos especialistas. A partir de la llegada a la presidencia de Javier Milei, se activó un programa de retiros voluntarios que, sumado al congelamiento de los salarios, hizo que más de cien trabajadores (de un total de 720) renunciaran a la empresa, lo que afecta su funcionamiento. Arsat tiene grupos operativos en todo el país ya que la Refefo tiene 35.000 kilómetros de extensión, de La Quiaca a Ushuaia, lo que incluye al único cable submarino de fibra óptica que conecta Tierra del Fuego con el continente.

«Muchos se van porque no hay expectativas de proyectos interesantes. Teníamos el proyecto para hacer cuatro nuevos centros de datos, había créditos del Banco Mundial aprobados después de dos años y medio de trabajo. Esa plata nunca nos la entregaron, lo congelaron completamente. En al área de satélites pasó algo similar, con créditos asignados que no se entregan entonces no podemos reservar el lanzador satelital. El satélite SG1, que tiene que reemplazar al Arsat-1, quedó al 50 % de desarrollo y en cuanto a la Refefo pasó lo mismo, tenemos créditos internacionales asignados para extender la red y no se están ejecutando, lo que hace que se resienta la infraestructura y haya que canibalizar elementos de un equipo para tener otro funcionando», explicó Mc Govern.

Con respecto a la TDA, el Gobierno todavía no definió si su gestión va a pasar a Medios Públicos. «El servicio lo tenemos que seguir dando, el costo lo sigue pagando Arsat y el Estado no está pagando ninguno de los servicios que usa desde el cambio de gobierno, nos debe más de cien millones de dólares. El Sistema de Gestión de Documentación Electrónica (GDE) está alojado en Arsat, ahí está toda la información de Estado y no están pagando ese espacio. Es parte del vaciamiento, estamos dando el servicio pero si no se paga no se puede mantener la calidad. Una empresa privada hubiera cortado el servicio, pero la empresa no está tomando esa decisión política aunque legalmente corresponda. El Ministerio de Economía no habilita ningún fondo para Arsat, tenemos dólares asignados por créditos, pero no nos dejan usarlos. Sirven para engrosar las reservas pero no para aumentar la producción. De la misma forma, nos están reteniendo las ganancias del Arsat-2 también», explicó Mc Govern.

Trabajadores de la empresa están teniendo reuniones con senadores y diputados nacionales para poder proteger a la empresa mediante una ley. «Tuvimos reuniones con diferentes legisladores para que nos dieran su colaboración para proteger a Arsat pero por el momento solo encontramos proyectos de declaración, nada concreto. No hay una oposición firme que pueda poner un límite a la destrucción de las instituciones. Íbamos a hablar con Rodrigo De Loredo (UCR, expresidente de Arsat en la gestión de Macri), pero después dijo que había que privatizar la empresa», dijo Mc Govern.

«Yo entré para trabajar en el centro de datos en 2010, cuando acá (por la sede central en Benavidez había un barrial. A los nueve meses estaba terminada la obra y a los veinticuatro meses ya estaban los servidores funcionando y dando servicios a América Latina. Es un gran valor el que damos, es rentable, da servicio a la comunidad y está a nivel internacional, con certificaciones, las cosas se hacen con compromiso, con pasión y por eso estamos acá. Tenemos más de 1200 localidades conectadas gracias a la Refefo y durante la pandemia muchos lugares no hubieran tenido banda ancha si no hubiese sido por Arsat. Las pyme del país que brindan Internet piden que continúe Arsat porque si no pasan a ser rehenes de las empresas de telecomunicaciones como pasaba antes», agregó el especialista.

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Matías Alonso

Integrante de la Agencia de Noticias Tecnología Sur-Sur (https://www.agenciatss.com.ar/) de la Universidad Nacional de San Martín., fuente de esta nota.

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