Amplio repudio al cierre de Télam

El Gobierno nacional está llevando adelante uno de los peores ataques a la libertad de expresión desde el regreso a la democracia en 1983. Creada en 1945, Télam es una entidad histórica y fundamental para el desenvolvimiento del periodismo nacional y local.

El viernes pasado en su discurso en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso Milei dijo que cerraría la agencia nacional de noticias Télam. El lunes, las sedes de Bolívar y Belgrano de la agencia de noticias amanecieron valladas y con fuerte custodia policial. Durante la madrugada las setecientas personas empleadas se enteraron, vía mail, que quedaban eximidas de su trabajo por una semana. Ya no hay servicio de noticias ni de fotografías y el sitio web fue inhabilitado.

Convocado desde @somostelam, Sipreba y @fatpren el lunes al mediodía hubo un multitudinario «abrazo» de trabajadores de prensa y referentes sociales, culturales y sindicales frente a la agencia en la calle Bolívar.

«Télam no se cierra», afirmó la secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren). Carla Gaudensi destacó que, si bien en todos sus años de historia hubo intentos de cerrar Télam tanto en períodos de dictadura como de democracia, «nunca vimos un ataque tan brutal y tan violento como el que tenemos hoy». Y señaló además que el intento de cierre de la agencia nacional de noticias «no solo atenta contra la libertad de expresión y el pluralismo, sino que atenta contra el mapa comunicacional de medios» y que Télam fue creada en el 45 por Perón, para disputar el poder hegemónico”.

«Le vamos a decir al interventor y a Milei que vamos a defender Télam, que Télam se va a defender, porque no solamente se trata de nuestros puestos de trabajo en publicidad y periodismo. Télam es, además, la que garantiza la democracia», sostuvo en un encendido discurso.

Pablo Moyano, otro de los oradores del masivo abrazo, dijo: «Esto acelera los tiempos para ir a un nuevo paro general. Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, marcó la gravedad del ataque de Javier Milei contra la agencia nacional creada en 1945: “Es una situación inédita en estos 40 años de democracia”».

En el final del masivo respaldo, Agustín Lecchi, secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), expresó que «el movimiento obrero le viene poniendo freno al gobierno y también lo va a hacer con la agencia Télam». Antes, las Madres de Plaza de Mayo habían manifestado su solidaridad. También Taty Almeida mandó una carta a los trabajadores y las trabajadoras de la empresa del Estado.

Reunidos luego en asamblea, los trabajadores rechazaron la «dispensa laboral» que los trabajadores de todo el país de la agencia nacional —periodistas, fotógrafos, administrativos— recibieron firmada por el interventor de medios públicos que queda, Diego Chaher, porque el otro interventor designado por el Gobierno tras la sanción del DNU, Diego Marías, renunció el jueves pasado, un día antes del anuncio presidencial.

El gobierno cierra Télam, creada por ley, amparándose en un DNU claramente inconstitucional. Télam es una sociedad del Estado regida por la ley 20705, que en el artículo 5 exige la previa autorización del Congreso mediante la sanción de una ley para poder ser liquidada por parte del Poder Ejecutivo,

Desde el campo de la comunicación, los especialistas resaltaron la importancia de una agencia de noticias nacional, más aún en tiempos de fake news, y su carácter federal.

Los trabajadores de Télam recibieron apoyos y expresiones de solidaridad del país y del mundo, aunque no pudieron recibirlas de manera pública de parte de sus colegas de radio Nacional y Televisión Pública, que recibieron órdenes que en el caso de la radio hasta fueron por escrito: «Desde la Secretaría de Medios nos piden no usar las emisoras y/o las redes de las mismas para solidarizarse con Télam». El anuncio recibió el repudio de la Intersindical de radio Nacional, que calificó la orden de censura previa. «En democracia, nunca pasó una cosa así. El macrismo impuso que no dijéramos “dictadura” sino “gobierno de facto”, pero una cosa así, jamás», recordó un trabajador de la radio.

De este modo, sin mayores explicaciones y tras 78 años de servicio ininterrumpido, Télam quedó suspendida en un inédito limbo. Las justificaciones públicas del gobierno hasta ahora van en línea con las del desguace del Estado. «Fue utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista», fue la del presidente en la asamblea legislativa. Según Adorni «tenía una pérdida estimada en los veinte mil millones de pesos». «¿Qué preferimos, pobreza o Télam? Hay canales privados como éste que funcionan muy bien, no necesitamos tener agencias del Estado, es injusto para este canal de televisión. Va más rápido Twitter que Télam», confundió Marra en una entrevista televisiva.

«Cuestionamos por infantiles los argumentos que pretenden justificar la decisión de cerrar Télam en que la misma es un instrumento de propaganda política. Aun si así fuese, que no lo es, esa afirmación nada dice respecto a que un medio público deba cerrarse. En todo caso indica que hay que impulsar cambios en la gestión. El objetivo real es otro, profundizar la concentración y el control hegemónico sobre la información que circula y que incide, todos los días, en la construcción del sentido común de nuestra sociedad», manifestó Claudio Lozano.

Proyecto para evitar el cierre de Télam desde el Congreso de la Nación

El diputado de Unión por la Patria, Pablo Carro, presentó este lunes un proyecto de resolución para exigirle al Gobierno el sostenimiento de Télam «como la única agencia de noticias con alcance federal y corresponsalías en todas las provincias».


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