¿Se pinchó la burbuja de las tecno? Qué pasará con Apple, Microsoft, Google, Facebook y Amazon

El crecimiento acelerado de las firmas tecnológicas durante la pandemia se frenó por la guerra entre Rusia y Ucrania. Caídas en la cotización en bolsa, despidos y quiebras dan señales de fin de época. Para las más grandes la crisis puede ser una oportunidad y favorecer una mayor concentración del mercado.
Meta fue las más controversial de las denominadas Amama (Apple, Microsoft, Alphabet, Meta y Amazon)

Mientras la economía global sufría uno de los peores golpes de la historia causada por la pandemia de la covid-19, las grandes corporaciones tecnológicas aprovechaban la digitalización repentina y forzada de la vida. Es que todo lo que quedaba aún sin digitalizar de la educación, el trabajo, la recreación, los consumos culturales, y los vínculos familiares o sentimentales se mudó a las plataformas. «Hemos visto ocurrir dos años de transformación digital en dos meses», decía en abril de 2020 Satya Nadella, el CEO de Microsoft. Las empresas que disponían de los desarrollos y las plataformas para ofrecer los servicios explotaron la oportunidad y tuvieron un crecimiento acelerado.

Nada es para siempre: la pandemia parece haber quedado definitivamente atrás y la nueva crisis global tiene otra impronta, vinculada a la energía y a la inflación. Parte del dinero inyectado por los Estados durante la pandemia sirvió para inflar un globo tecnológico a través de la compra de acciones en empresas de ese rubro y también en el mundo cripto. Es que las promesas de enriquecimiento rápido tentaron a apostar cualquier ingreso extra en criptomonedas, NFT, juegos play-to-earn y otros criptoactivos que, lejos de ser un resguardo frente a la incertidumbre, engordaron los bolsillos de unos pocos mientras el resto aún paga los platos rotos de la fiesta. 

Pero sería un error considerar a las grandes tecnológicas como una burbuja homogénea a punto de explotar pese a las señales de fin de fiesta. Desde principio de año el valor bursátil de Uber cayó un 38 %, el de Netflix un 48 % y el de Tesla un 55 %. Tesla vendió 343.000 autos en el tercer trimestre de 2022, mientras que General Motors 555.000. Pese a que GM vende más, su valor bursátil es de u$s 54.680.000.000 mientras que el de Tesla es casi diez veces más: u$s 529.930.000.000.

La diferencia se explica en las expectativas más que en el negocio y, en este caso en particular, también en parte del fanatismo que (todavía) genera Elon Musk en muchos seguidores. Por otro lado, la caída de las acciones de GM  fue bastante menor en comparación con Tesla (37 %), ya que su negocio genera menos expectativas, pero ofrece más certezas y estabilidad.

Las big tech

De las cinco grandes tecnológicas denominadas Amama por sus siglas Apple, Microsoft, Alphabet, Meta y Amazon, la que más estuvo en agenda fue Meta. Empresa que despidió miles de empleados y perdió un 66 % de su valor en lo que va del año debido a una serie de factores que van desde el estancamiento en la cantidad de usuarios de Facebook e Instagram y los cambios de políticas de privacidad en Apple hasta escándalos varios. Pero también por la insistencia de su fundador, Mark Zuckerberg, por apostar fuertemente al Metaverso, una idea que no convence.

El contexto, cabe aclarar, no es bueno para nadie: el índice Nasdaq composite cayó un 30 % en lo que va del año. Ese mercado de valores tiene muchos tipos de empresas, pero se caracteriza por tener a la mayoría de las tecnológicas, por lo que se lo toma como un indicador de ese sector.

Microsoft tuvo una pérdida del 27 % del valor de las acciones. En su último reporte de ganancias facturó u$s 45.317.000.000, un 16 % más que el año anterior, y tuvo ingresos netos por u$s 17.214.000.000, un 10 % más que el año anterior a valores constantes. Son números positivos para un contexto de crisis. 

Si bien la empresa sufrió una disminución en los ingresos de un 15 % por licencias de Windows debido a una tendencia en caída de las ventas de laptops, los servicios en la nube crecieron un 24 %. Su sector de juegos, que incluye hardware y suscripciones, también crece. Aún así, la corporación reconoció haber despedido a cerca de 1000 personas este año, aproximadamente el uno por ciento de su planta total. Microsoft sufre el peso de la crisis general pero no tiene problemas particulares.

Algo similar ocurre con Apple que, a fines de octubre, reportó ingresos totales por u$s 90.100.000.000 en el trimestre, un ocho por ciento más que el año anterior. Sin embargo, sus ingresos netos crecieron menos de uno por ciento. El grueso de sus ganancias proviene de la venta de hardware, sobre todo iPhones (47 %), y de los servicios asociados a ellos (21 %), como Apple Music o TV+, el App Store y otras fuentes. Según Tim Cook, CEO de la empresa, la venta de productos se vio afectada por la cotización del dólar. Las acciones de la corporación cayeron 21 %.

El último reporte de Amazon indica que la facturación creció 15 % para llegar a los u$s 127.000.000.000 en el último trimestre. Sin embargo, los ingresos netos cayeron a u$s 2.900.000.000 millones, es decir u$s 2.000.000.000 que el año anterior cuando se producían los últimos coletazos de la pandemia. La unidad que más creció es AWS, con un 28 % interanual, pero por primera vez desde 2020 lo hizo por debajo del 30 %. 

El sector dedicado a la publicidad online aumentó un 25 % interanual y ya conquistó el 14,6 % de ese mercado en los Estados Unidos para preocupación de Google y Meta, que vienen cayendo y mantienen el 26,4 y 24,1 por ciento del mercado, respectivamente. Por otro lado, los inversores no ven con buenos ojos que el negocio original de Amazon, la venta de productos, tiende a crecer apenas un 10 por ciento interanual (sin pandemia) y genera conflictos laborales. 

Pese a que los números serían la envidia de cualquier empresa, los resultados fueron peores que los esperados y las acciones cayeron un 22 % en los días siguientes de ser presentado el reporte de fines de octubre. En lo que va del año la caída acumula un 48 %. Además, en noviembre anunció el despido de cerca de cerca de veinte mil empleados a fin de año sobre una planta de más de 1.300.000. Es la segunda empresa empleadora en Estados Unidos.

Por su parte, Alphabet aumentó su facturación un seis por ciento interanual en el último trimestre, cuando un año antes había crecido un 41 %, y los ingresos netos cayeron un 27 %. Cabe recordar que el grueso de los ingresos de la empresa proviene de los anuncios que se ubican en el buscador, YouTube y otros servicios publicitarios, pero el negocio parece estancado y creció apenas un dos por ciento producto de la crisis económica general pero también por el crecimiento de Amazon en ese rubro. 

Frente a estas dificultades, Google está invirtiendo fuerte en rubros que no forman parte del corazón del negocio y que en su reporte llama «otras apuestas» que se llevaron u$s 1.600.000.000. También hay anuncios de recortes o cierres de segmentos que van desde la producción de laptops, el viejo proyecto Loon para dar internet con globos aerostáticos o Google Stadia, el servicio de streaming de videojuegos. Durante una de las conferencias internas con los empleados, el CEO Sundar Pichai se negó a responder si habría despidos el año entrante: «Es muy difícil predecir el futuro», aseguró evasivo. Las acciones cayeron casi un 33 % en lo que va del año.

Como se puede observar, los volúmenes y las ganancias no dejan de crecer, aunque lo hagan de manera más lenta o se estanquen en algunos segmentos en particular. Las medidas de ajuste y despidos parecen más preventivas que imprescindibles, para un contexto de cambios. Lo que sí parece haber terminado es el romance desmesurado entre grandes corporaciones tecnológicas e inversores, que se dan cuenta que no van a poder crecer eternamente.

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Esteban Magnani

Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA). Escritor, docente y periodista. Colabora habitualmente en el diario Página/12, Anfibia y en la revista Acción del Banco Credicoop. Autor de una decena de libros, su última publicación es La Jaula del confort. Big data, negocios y neurociencia. ¿Quién toma tus decisiones?

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