Ucaya, un modelo de negocios para la comunicación popular en el oeste del conurbano

En La Matanza, el corazón del oeste del conurbano, dialogamos con Guillermo Saucedo, que nos cuenta los orígenes de Unión de Comunicadores Audiovisuales y Afines, (Ucaya) y cómo funciona el modelo de negocios que permite a sus integrantes desarrollar una agenda social y cultural comprometida con las realidades territoriales.

Guillermo Saucedo

Bajo el calor de lo que eran los primeros rounds del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner contra los medios hegemónico y cuando la ley de medios era más un deseo que una realidad, un grupo de comunicadores del oeste de la provincia de Buenos Aires comenzó a reunirse para debatir y encontrar un punto en común que permitiera construir una voz fuerte y unificada que pudiera hacerle frente a la concentración mediática encabezada por el Grupo Clarín.

Por aquellos años el poder mediático había desplegado todo su arsenal contra el kirchnerismo, el motivo del conflicto había sido la recordada ley 125. Guillermo Saucedo, titular de Ucaya, recuerda esas primeras reuniones que se realizaban por el año 2009, dejando en clara la identidad que los había reunido y que hoy mantienen vigente: «Ser un actor político del mundo de las comunicaciones, ese es nuestro objetivo». Ese era el motor de este grupo de comunicadores que empezó a reunirse los viernes. De esta manera se gestó lo que hoy es Ucaya.

«Empezamos a ver que la problemática eran las misma: los costos de operativo, la falta de personal, la falta de publicidad. Todas problemáticas que acontecen a medios locales y también había medios muy exitosos de los cuales pudimos aprender algunas de las metodologías que aplicaban.»

Las cosas nunca fueron fáciles para los comunicadores del campo popular, si bien durante la presidencia de Cristina hubo un cierto alivio y se podía proyectar una mejor calidad de vida, los factores de poder —opositores al gobierno— no dieron el brazo a torcer durante el ciclo del kirchnerismo, imposibilitando entre otras cosas que la Ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA) pudiera ponerse en vigencia de manera completa. Pero lo que era difícil con el gobierno de Cristina, durante la gestión de Mauricio Macri se convirtió en dramático: la lucha había pasado a ser por la sobrevivencia de los medios populares, pensar en la pluralidad de voces comenzaba a verse como un sueño lejano. 

«En ese mismo tiempo empezaron con el tema de la cacería, empezaron a tirar argumentos como que habían torres que estaban interfiriendo la señal desde el aeropuerto y con ese argumento intervenían nuestras radios. Con Ucaya nos tuvimos que parar de manos y hacer denuncias públicas, judiciales y penales antes las entidades para parar un poquito esa locura porque era una verdadera locura», rememora Saucedo.

Sobre la LSCA que aún vive en la memoria de los comunicadores del campo popular, Saucedo tiene un pensamiento muy positivo y la coloca en un lugar preponderante en la historia de la democracia argentina: «Cumplió un rol histórico, para mí el más fuerte de toda la democracia argentina. Se logró una ley por consenso, fue una ley que logro juntar los puntos en común de gente que estaba muy dividida».

Otra de las grandes disputas que llevan adelante los medios de comunicación alternativos es el reparto de la pauta oficial, herramienta que necesitan los medios de comunicación para poder subsistir y de esta manera no solo generar mejores producciones periodísticas sino también para que los comunicadores puedan vivir dignamente. Pero no solo de pauta oficial viven los medios, sino que también existen otras alternativas como modelo de negocio, como la que tiene Ucaya que resulta muy interesante, ya que permite que los medios que integran la red puedan retroalimentarse entre sí.

«Cada una de las radios aporta dos publicidades para el conjunto de la red; es decir, las dos primeras publicidades que ingresan para la radio son 100 % para la red. Lo que logra la radio es poder penetrar a todo el oeste, llegando a una audiencia potencial de tres millones, cuando en su radio puede llegar a cien mil. De esta manera le da el beneficio a su auspiciante de poder llegar mucho más lejos. Si hay más publicidad de cada radio se comparte cincuenta y cincuenta, sino la red hace la parte comercial. Cuando ingresa publicidad de instituciones como el Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado, más conocida como Ceamse, hacemos una distribución lo más justa posible. De esta manera, primero tratamos de bancar costos operativos de los espacios que transmiten todos los días y el remanente, si lo hay, se pone en fierros o lo que haga falta para la mejor transmisión de los productos. Así funciona y hoy es sostenible, aunque podría estar mucho mejor.»

Este modelo de negocio le permite a Ucaya ser un brazo fuerte dentro del oeste y producir programas enfocados en retratar la vida de uno de los lugares más importantes dentro del conurbano bonaerense. Lejos de contar lo que la mayoría de los grandes medios cuentan cuando quieren que el oeste sea tapa de los diarios, los medios que integran este colectivo de comunicadores buscan mostrar otra cara lejos que está muy lejos de la estigmatización recurrente.

«Estuvimos transmitiendo en vivo y en directo la feria de ciencia, la feria de emprendedores, todo lo que tiene que ver con producción local. El oeste tiene una agenda social y cultural muy interesante. Con problemáticas puntuales que hay en el territorio, que no se saben. Tenemos un montón de problemáticas y de alegrías que tenemos en el oeste y que solamente la sabemos nosotros, que nos interesa que trascienda», concluye Saucedo.

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Mariano Quiroga

Este artículo se publica gracias a un acuerdo de colaboración entre Esfera Comunicacional con Multiviral.(https://multiviralok.net), que produce contenidos sobre tecnología, geopolítica y poder.

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