¿De qué hablan cuando hablan los políticos? Once conceptos explicados por once especialistas

Privatización, ajuste fiscal, dolarización, Banco Central, casta, meritocracia, Conicet, flexibilización laboral y algunas más bajo la lupa.

Nube semántica de términos empleados por distintos candidatos presidenciales en sus campañas electorales.

En el marco de las últimas elecciones, algunos candidatos utilizaron conceptos que, aunque forman parte del sentido común, en muchos casos cuesta definir. ¿Qué implica, en concreto, el ajuste fiscal? ¿De dónde viene la noción de casta? ¿Cuáles serán los efectos de la dolarización? ¿Se puede cerrar, como se planea, el Banco Central? ¿Qué es el Conicet? ¿Cuáles serían los efectos de habilitar una libre portación de armas? Diez especialistas fueron consultados por la Agencia de noticias científicas de la UNQ, con el objetivo de brindar precisiones y divulgar los significados que se esconden detrás de 10 palabras claves, utilizadas hasta el hartazgo en el espacio público. Un glosario para el bolsillo del caballero, la cartera de la dama y la mochila del adolescente.

Ajuste fiscal
Patricia Gutti, secretaria de Investigación de la UNQ

Hablar de ajuste fiscal es entender al Estado como un gasto y significa reducir las inversiones y los aportes que realiza a las actividades que desarrollamos cotidianamente. Dentro de este parámetro entran los subsidios al transporte, al consumo, a la educación, a la salud y un montón de actividades que en nuestra vida cotidiana utilizamos muchas veces y no nos damos cuenta. Por ejemplo, cuando viajamos en colectivo, una parte importante de la tarifa la paga el Estado. Lo mismo sucede con los medicamentos que reciben los jubilados y las personas que tienen alguna discapacidad. Incluso las empresas privadas reciben subsidios y eso impacta en los precios de las cosas que consumimos. Si hay un ajuste fiscal y se cortan las inversiones, los subsidios y los apoyos económicos, no solo aumentarán los precios de los servicios básicos, los medios de transporte y disminuirá la calidad de atención de los centros de salud (o habrá que pagar para acceder a ellos), sino que también se encarecerán los precios de las cosas que consumimos diariamente.

Banco Central
Juan Padín, investigador del Centro de Estudios sobre Desarrollo, Innovación y Economía Política de la UNQ.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) es la entidad estatal encargada de promover la estabilidad monetaria y financiera, así como el empleo y el desarrollo económico con equidad social. Entre otras funciones, regula el funcionamiento del sistema financiero, la cantidad de dinero y las tasas de interés; controla y orienta el crédito; actúa como agente financiero del Estado nacional; concentra y administra las reservas; y ejecuta la política cambiaria. Estos factores son centrales para un adecuado funcionamiento económico. La inmensa mayoría de los países del planeta cuenta con su propio Banco Central y no hay países desarrollados que carezcan de dicha entidad. En nuestro país, la propuesta de eliminación tendría graves consecuencias: no se podría emitir moneda nacional, no sería posible asistir al Tesoro para que enfrente escenarios críticos ni evitar recesiones, y se subordinaría nuestra economía a los ciclos y decisiones de política económica de Estados Unidos y los grupos financieros extranjeros.

Casta
Leonardo Murolo, coordinador de la Editorial de la UNQ.

La palabra designa al conjunto de los dirigentes políticos de los partidos gobernantes y opositores de los últimos años en el país. Así, los convierte en su oponente y a su vez, quienes la utilizan se posicionan por fuera del sistema tradicional. Este juego afianza la creación de un discurso ligado a la novedad política tanto en nombres como en propuestas. En realidad, esta estrategia no es nueva ya que la utilizaron quienes llegaron a la política desde otras actividades: militares, empresarios y figuras públicas. Todos plantearon que se metían en el terreno político para ayudar, dado que los profesionales de la actividad habían fracasado. De esta manera, los que la enuncian se convierten en exponentes de «la nueva política» y levantan la bandera del «que se vayan todos». Sin embargo, este caso es particular porque despliega un conjunto de ideas liberales ya aplicadas en Argentina que significaron fracasos políticos, crisis económicas y emergencias sociales.

Conicet
Diego Golombek, director del Laboratorio de Cronobiología de la UNQ.

El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) es parte de un sistema que cubre los desarrollos científicos y tecnológicos orientados a las necesidades del país. El organismo paga un sueldo como el de cualquier trabajador a cambio de investigar temas específicos de importancia tanto para Argentina como para todo el mundo. Tiene áreas de investigación que se dedican a diversos temas de interés como ingeniería, ciencias agropecuarias, biológicas, de la salud,  exactas, naturales y sociales. Además de investigar, el Conicet articula con el sistema productivo y ayuda a los investigadores para iniciar proyectos que pueden transformarse en empresas nacionales. El Consejo no es un edificio gigante donde fichan treinta mil personas, sino que es una red que se encuentra a lo largo y ancho del país con científicos y profesionales que también trabajan en universidades y son evaluados de forma permanente para seguir adelante con sus proyectos.

Diferencia entre liberales y libertarios
Dora Barrancos, directora de la Cátedra Abierta de Género y Sexualidades de la UNQ.

El liberalismo fue la columna vertebral del desarrollo capitalista. Esta perspectiva tiene un eje basado en el respeto a los derechos individuales y otro en el mercado como elemento regulador de la sociedad. Aunque la conducta personal e individual es decisiva, creen que es necesario tener un Estado que cuide a los ciudadanos. En cambio, históricamente, el término libertario estuvo ligado a una concepción anarquista que rechaza el Estado, el orden jurídico y la creación de leyes por parte del Congreso. Ellos pensaban un modelo de autodeterminación absoluta, una democracia directa sin representantes, y donde no hubiera patrones, solo trabajadores dirigiéndose a sí mismos. Sin embargo, los que ahora se denominan libertarios tienen una perspectiva autoritaria emparentada con el fascismo. Además, se fusionan con las reglas del mercado como únicas reguladoras de la sociedad donde “solo tendrá éxito aquel que sirva al prójimo con bienes de mejor calidad a un menor precio».

Dolarización
Juan Santarcángelo, director del Doctorado en Desarrollo Económico de la UNQ.

La dolarización significa que el país pasa a adoptar como propia la política monetaria del país que tiene los dólares, Estados Unidos, que se define de acuerdo a sus prioridades, intereses y problemas económicos. Los impactos en materia económica serían perjudiciales para la población porque no hay posibilidad de dolarizar sin previamente devaluar la moneda. Por lo tanto, la dolarización implicaría una fuerte caída de los salarios, de los ingresos fijos, y subiría los niveles de pobreza e indigencia. Además, el país se volvería mucho más vulnerable al impacto de eventuales crisis y shocks externos. Solo diez países en el mundo renunciaron a su moneda y se encuentran en la actualidad dolarizados. En América se destacan los casos de Ecuador, Panamá y El Salvador. En ninguno de ellos se cumplieron las promesas de prosperidad que se anunciaban. Además, una vez implementada la dolarización no hay posibilidad de marcha atrás, no hay manera de recuperar la política monetaria y los derechos a los que se renuncia.

Flexibilización laboral
Rubén Seijo, director de la Licenciatura en Gestión de Recursos Humanos y Relaciones Laborales de la UNQ.

La flexibilización laboral implica dos cosas: la quita de derechos y garantías de los trabajadores, y la reducción de costos para los empleadores. Un tema puntual del que se habla es la eliminación de la indemnización por despido y el reemplazo por un seguro. Esto significa el fin del derecho de protección frente al despido arbitrario, establecido en la Constitución Nacional, y además genera un incremento de los costos de las empresas. Esta medida sería un desaliento a la generación de nuevos empleos y emprendimientos. Además, el proyecto desprotege al trabajador frente al despido arbitrario y lo coloca en una situación dependiente de la voluntad unilateral del empleador. Las regulaciones del mercado laboral fueron creadas para eliminar la desigualdad natural existente en la relación entre el empleador y el trabajador, que pone a disposición su trabajo a cambio de un salario que es base de la subsistencia propia y familiar.

Libre portación de armas
Tomás Bover, miembro del Laboratorio de Estudios Sociales y Culturales de la UNQ.

La libre portación de armas es producto de la incapacidad del Estado para proteger a las personas frente a los delitos y la inseguridad, pero también de iniciativas de la industria armamentística para flexibilizar leyes y generar un mercado de armas. Su introducción podría generar crecientes niveles de conflictividad por el uso por fuera de lo defensivo y que las discusiones entre vecinos o conflictos callejeros terminen con disparos. Además, las personas que están en el hogar donde hay armas y no son legítimas portadoras podrían generar tiroteos en shoppings, escuelas y manifestaciones. La circulación de esas armas no solamente pasarían por la defensa y por estas situaciones indeseadas, sino que también alimentarían la circulación del mercado ilegal de las armas que se alquilan, se roban y se utilizan para cometer delitos. Incrementar el potencial de violencia no resuelve los niveles de conflicto ni protege a nadie.

Meritocracia
Alfredo Alfonso, rector de UNQ.

La meritocracia es una propuesta abstracta asociada al éxito individual aislado del resto de la sociedad. Aquellos que sostienen que son los propios méritos los que alcanzan el éxito, omiten los procesos previos que permitieron que cada persona construya su propio desarrollo. Por lo tanto, esta mirada no tiene en cuenta el contexto donde nació cada ser humano, ni en qué proceso social, cultural, político y económico creció. Así, la meritocracia está pensada como el gobierno de los que tienen mejores condiciones de inteligencia y de riqueza, y que llegaron ahí por sus propios méritos y capacidades individuales. Esto es absolutamente contradictorio con la idea de sociedad, donde los procesos son colectivos y sólo a partir del proceso previo uno puede tener un rendimiento y un conocimiento. La meritocracia es un camino que no condice con los intereses de la sociedad del futuro.

Privatización
Florencia Pizzarulli, Directora de la Licenciatura en Economía del Desarrollo de la UNQ

La privatización no solo puede afectar a nuestro patrimonio nacional sino que puede tener efectos sobre el empleo, la soberanía energética y el acceso a servicios esenciales. Las empresas públicas poseen distintas misiones que no tienen que ver únicamente con la obtención de ganancias y su análisis es distinto al de las empresas privadas. Son las encargadas de la provisión de gas y electricidad para hogares y empresas, el agua potable, el transporte ferroviario de pasajeros y de carga, y la ampliación de la red de fibra óptica. Además, las empresas del Estado persiguen objetivos sociales: fomentan el desarrollo de ciertos sectores estratégicos para la economía, generan empleo y promueven la creación de tecnología. Por eso, su funcionamiento y desempeño afectan a toda la población y son clave para el desarrollo económico y social. Por ejemplo, Trenes Argentinos y Aerolíneas Argentinas son muy importantes para la conectividad en un territorio extenso como el de Argentina. Los países más desarrollados del mundo cuentan con empresas públicas.

Universidades
María Eugenia Fazio, docente e investigadora de UNQ.

Las universidades en Argentina, en su mayoría nacionales, públicas y gratuitas, cumplen un rol central e irremplazable en el conjunto de instituciones de ciencia y tecnología. En ellas se forman la mayoría de los y las profesionales universitarios de grado y doctores en posgrado, y son el lugar de trabajo de más del 70 % de las y los investigadores/as y becarios/as del país. Como sostiene la Organización de Estados Iberoamericanos, son promotoras y garantes del desarrollo científico, tecnológico, educativo y cultural de la sociedad. Además, se destacan «como la única institución con la capacidad de cubrir todas las fases del proceso del conocimiento, desde su creación hasta su atesoramiento, transmisión y difusión social». Un ejemplo claro de su papel lo experimentamos en la pandemia de Covid, cuando sus capacidades se volcaron por completo a dar soluciones en la emergencia sanitaria. Esto se plasmó, por ejemplo, en la instalación de laboratorios de diagnóstico, espacios de producción de insumos (alcohol en gel, kits de detección rápida y desarrollo de prototipos de respiradores artificiales de bajo costo), vacunatorios y centros de cuidados leves. Las universidades son fábricas de presentes y futuros dignos y soñados. Su condición de nacionales, públicas y gratuitas es la garantía para que esa dignidad y esos sueños nos alcancen a todos y todas.

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Nicolás Retamar

Docente y licenciado en Comunicación Social. Integrante de la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes (https://agencia.unq.edu.ar), fuente de este artículo.

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