Assange: «No soy libre porque el sistema haya funcionado»
El fundador de WikiLeaks pronunció su primer discurso público desde su liberación. Aunque aún se está recuperando de su aislamiento, podría seguir perfilándose como figura del movimiento por la libertad de expresión.
Una mañana gris de octubre, y una sala de reuniones gris del Consejo de Europa en Estrasburgo, Francia. Este es el escenario que eligió Julian Assange para regresar a la vida pública.
Hablando en voz baja, pero con confianza, durante una audiencia de hora y media, el australiano de 53 años, vestido con un sencillo traje azul y corbata, y con su característico pelo blanco peinado hacia un lado, se dirigió a los parlamentarios de los 46 estados miembros de la organización de derechos humanos de Europa.
«La experiencia del aislamiento durante años en una celda pequeña es difícil de transmitir. Te quita el sentido de identidad», dijo el fundador de la plataforma de filtraciones WikiLeaks. Pasó catorce años encerrado en la embajada de Ecuador en Londres o en la prisión de Belmarsh en el Reino Unido, enfrentándose a la extradición a Suecia y a los EE. UU., hasta su liberación en junio de este año.
La esposa de Assange, Stella, se sentó a su lado en la audiencia, presionando el botón para encender y apagar el micrófono, lo que indica que necesitaba el apoyo de quienes lo rodeaban. La audiencia finalizó diez minutos antes del tiempo asignado, después de que Assange expresara que se estaba cansando de responder preguntas.
Figura representativa de la libertad de expresión
El discurso fue anunciado como una excepción dentro de su proceso de recuperación. Pero, con esta aparición pública, surge la pregunta: ¿Regresa Julian Assange como líder del movimiento mundial por la libertad de expresión?
«Creo que vio en esa reunión lo importante que es su papel», dijo Andrej Hunko, diputado del partido La Izquierda en el Bundestag, el Parlamento alemán. «Creo que se tomará tiempo para su familia, pero —al mismo tiempo— es una figura realmente importante para la libertad de expresión».
Cuando se le preguntó cuáles son sus intenciones de cara al futuro, Assange fue vago, respondiendo que quiere pasar tiempo con su familia y que le resulta difícil adaptarse a las realidades modernas, como el sonido de los coches eléctricos.

«No soy libre porque el sistema funcionó…»
Los detalles del acuerdo de culpabilidad que aceptó y que aseguró su liberación no están claros, aunque eliminó los cargos que enfrentaba bajo la Ley de Espionaje de Estados Unidos por publicar archivos de alto secreto de las guerras estadounidenses en Irak y Afganistán, incluidas pruebas de posibles crímenes de guerra.
«Finalmente elegí la libertad por sobre una justicia irrealizable», dijo Assange a los legisladores en Estrasburgo, explicando por qué aceptó el acuerdo. «Quiero ser totalmente claro: no soy libre hoy porque el sistema funcionó. Soy libre hoy porque me declaré culpable de haber hecho periodismo».
Reacciones en vivo y en línea
El discurso de Assange terminó con una ovación de pie por parte de los parlamentarios en la sala de audiencias, con aproximadamente cincuenta periodistas inquietos, entrenados para no aplaudir en conferencias de prensa. «Es bueno estar entre personas a las que les importa. Es bueno estar entre amigos», concluyó Assange mientras que, fuera de la sala, muchos expertos se apresuraron a criticar su presencia allí, desde la plataforma de redes sociales X.
Para las organizaciones defensoras de la libertad de expresión, el caso de Assange es tanto un símbolo de la lucha mundial por la libertad de prensa como una advertencia para los periodistas. «Nunca sabremos qué historias no se han contado ya debido a lo que ha pasado», dijo Rebecca Vincent, directora de campañas de Reporteros sin Fronteras.
«Cuando se ataca a personas como Assange, eso tiene muy claramente la intención de tener un efecto escalofriante», continuó Vincent. «Ese efecto existe ahora, aunque ya ha sido liberado». Ella conoce bien a Assange, ya que lo visitó en la prisión de Belmarsh seis veces mientras hacía campaña por su liberación, y cree que la razón por la que habló en el organismo de derechos humanos en Estrasburgo es significativa.
«Podría haber elegido hablar a través de cualquier medio de comunicación», comentó Vincent. «Eligió hablar por primera vez en el Consejo de Europa, lo que indica, para mí, que Julian todavía es consciente de cómo se percibe su caso en un sentido más amplio que lo que acaba de sucederle. Que esto es una extensión de su lucha por todos nuestros derechos».
Fuente: Deutsche Welle (DW)
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El periodista turco Can Dündar se reúne con exiliados y disidentes de todo el mundo para hablar del destino que él mismo comparte con ellos. Junto con la editora de DW Linda Vierecke realizó la serie documental de DW Guardianes de la verdad en a que se muestran impresionantes biografías de personas que defienden sin miedo la libertad de expresión en muchos países.
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El Consejo de Europa considera que Julian Assange fue un preso político
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa consideró este miércoles que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue un preso político y pidió a Estados Unidos que modifique la ley de Espionaje para no volver a utilizarla contra periodistas ni denunciantes.
«La Asamblea considera que los cargos desproporcionadamente severos presentados por Estados Unidos contra Julian Assange bajo la ley de Espionaje, exponiéndolo a un riesgo, de facto, de cadena perpetua, (…) justifican la designación del Sr. Assange como preso político», recoge el texto de la resolución que aprobó hoy el organismo por 88 votos a favor, trece en contra y veinte abstenciones.
La institución afirmó que «el uso incorrecto que Estados Unidos hizo de la ley de Espionaje de 1917 para procesar» al australiano «ha provocado un efecto disuasorio peligroso, disuadiendo a editores, periodistas y denunciantes de informar sobre la mala conducta gubernamental».
Por eso, pidió a EE. UU. —que no forma parte del Consejo de Europa pero sí es un país observador— que la «reforme urgentemente» para que no se aplique contra editores, periodistas y denunciantes, sino contra «el intento malicioso de dañar la seguridad nacional» del Estado.
La resolución lamentó además que el Reino Unido «no logró proteger con eficacia la libertad de expresión» de Assange, al haberle encarcelado durante cinco años en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido) y le pidió que «revise urgentemente» sus leyes de extradición para impedir la entrega de «individuos buscados por delitos de naturaleza política».
El hecho de que la Asamblea del Consejo de Europa estuviera dispuesta a votar esta resolución que le considera un preso político, fue lo que lo motivó a romper su silencio tras quedar en libertad el pasado mes de junio, tras un acuerdo con la justicia de EE. UU. en el que se declaró culpable de violar dicha ley de espionaje.
El Consejo de Europa es una organización de 46 países no vinculada a la Unión Europea y dedicada a promover los derechos humanos en este continente. Entre sus organismos cuenta con la Asamblea Parlamentaria y con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Con informaciónde agencias

